La Comisión Europea lleva meses trabajando en una reforma de la legislación de protección de datos personales. Y es que la Directiva actual data del año 1995. Desde entonces, la tecnología ha evolucionado muchísimo y los internautas están más vigilados que nunca por compañías que pretenden explotar esa información personal en beneficio propio. Una práctica controvertida es la cesión datos personales a los anunciantes para servir publicidad muy personalizada.
Por eso, la UE ha decidido modernizar y endurecer las normas. El objetivo es que todas aquellas compañías que ofrezcan sus servicios a los consumidores europeos deben someterse a las leyes europeas. Especial mención reciben las redes sociales que, como Facebook, operan desde países fuera la Unión e incluso almacenan sus datos en la nube.
Para garantizar el derecho a la intimidad de los ciudadanos europeos, la UE pretende que las personas tengan un mayor control sobre sus propios datos. Para finales de este mes de enero, la reforma estará terminada. La Vicepresidenta de la Comisión Europea, Vivianne Reding, acaba de adelantar las principales novedades. Pretende extender la protección de los datos personales en Europa más allá de sus fronteras. Al fin y al cabo, “los datos corren desde Barcelona a Bangalore. Se procesan en Dublín, se almacenan en California y se acceden desde Milán”, señala Reding.
Para dotar a los consumidores de más control sobre sus datos, la UE quiere establecer el consentimiento expreso y previo al uso de sus datos. También quiere instaurar el llamado derecho al olvido, que supone que la información desaparezca totalmente cuando el usuarios decida borrarla. Por ejemplo, Facebook ha sido acusada de conservar datos borrados. Para que la nueva ley puede aplicarse y resulte eficaz, la UE ha ideado un mecanismo de adopción voluntaria de normas corporativas vinculantes. Eso sí, una vez aceptadas, son de cumplimiento obligatorio para la compañía, incluso aunque opere desde el extranjero.