La televisión en Internet. Es el servicio que Google ha ido anunciando en estos últimos tiempos para relanzar otro negocio que permita a los de Mountain View empezar a ingresar dinero por otro servicio de éxito. Pero las cosas no son tan fáciles como parecen, y Google bien lo sabe. Después de haber firmado acuerdos con vendedores y anunciantes, la compañía puso fecha de inauguración: otoño de 2010. Pero a estas alturas, las grandes cadenas de televisión ya han alzado la bandera: no están dispuestas a perder su audiencia a costa de la buena racha del gigante de las búsquedas. Empiezan los problemas para Google TV.
Adiós a la oferta de las grandes cadenas y bienvenida, televisión a la carta. La idea de Google pasa por ofrecer al usuario un gran buscador de contenidos en el que podamos especificar qué es lo que exactamente queremos ver. Una vez tecleadas las preferencias, Google ofrecería al usuario un gran listado de contenidos que irían desde conexiones a la televisión en directo, hasta canales especiales sobre un temática determinada y hasta vídeos alojados en servicios como YouTube. De esta manera, el televidente de Internet no tendría que esperar ante unos contenidos que no le interesan para ver lo que realmente quiere ver.
Está claro que la fórmula no es nada favorable para las grandes cadenas, cuya parrilla está repleta de grandes tandas de publicidad y programas aburridos. Para llevar a cabo su proyecto, Google se reunió con las grandes cadenas americanas: ABC, CBS, Fox y NBC, con la intención de llevar a Internet los mismos contenidos que ofrecen en televisión. El problema, para Google, es que la publicidad en televisión todavía es demasiado rentable como para dejarla abandonada a la ligera. Se abre otra lucha de gigantes.
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