Como ya os contamos hace un tiempo, la SGAE no puede cobrar por los derechos de obras que no gestiona. Pero en aquel mismo artículo también os contábamos que, según esta entidad privada, «el repertorio de obras gestionadas por la SGAE es irrelevante». La cuestión es cobrar cada vez que se interprete o reproduzca en público alguna pieza musical, incluso algunas compuestas en el siglo XII.
Y es que, según cuenta Alberto García Reyes en el diario ABC, el repertorio de canciones protegidas por la SGAE incluye composiciones musicales del folclore español con cientos de años de antigí¼edad, algunas de autoría anónima. Y que, sin embargo, aparecen registradas como composiciones originales del siglo XX. Parece una broma, pero en dicha lista figuran incluso jotas y villancicos, con más años que «el andar p’alante», como se dice popularmente.
Para entender bien el asunto, primero conviene distinguir entre composición original y adaptación. Un buen caso ilustrativo es El Vito, un canto popular andaluz que data del siglo XVII. Esta obra aparece en el listado de la SGAE con el registro «Dominio Público». Es decir, es de libre uso (gratuito, para entendernos). Pero también aparecen un centenar de registros de esta misma obra, catalogadas según ABC como «obra de dominio público sobre la que se realiza una versión».
Es decir, adaptaciones. Y por éstas sí que hay que pagar, en el caso de que alguien quiera reproducirlas o interpretarlas en público. Entre dichas adaptaciones, aparecen personajes como el mismo Federico García Lorca, que grabó El Vito en 1931, dentro de una obra titulada «Colección de Canciones Populares Antiguas». El mismo poeta puntualiza en dicha obra que él no es el autor de la obra. Y sin embargo, la SGAE sí que lo considera como tal, y los derechos de gestión por esta pieza están cubiertos hasta 2011.
Normalmente, los derechos de explotación por obras musicales caducan en menos de cien años. Pero en el caso de El Vito, éstos se han alargado artificialmente por más de tres siglos. Y no es el caso más alarmante. La noticia de ABC también habla de «romances fronterizos, poemas anónimos de los siglos XII a XV que fueron musicados por la tradición judía, mozárabe y sefardí», en los que se ha usado la misma fórmula de adaptaciones posteriores. Y ya no por autores, sino por músicos intérpretes que no se dedicaron a la composición.
Llegados a este punto, más de uno podrá pensar que, en el caso de un conflicto con la SGAE por alguna de estas piezas musicales, bastaría con interpretar o reproducir la versión original, que es de Dominio Público. Pero el problema está en que la propia SGAE se reserva el derecho a alegar que, en realidad, se ha interpretado alguna de las versiones protegidas. Un claro ejemplo de ello lo encontramos en el litigio judicial entre dicha entidad privada y la Casa de la Memoria del Al-Andalus, un local de Sevilla.
La SGAE pide 60.000 euros a dicho establecimiento por realizar conciertos en los que se intepretaba música protegida. La dirección del local alega que las piezas reproducidas pertenecen a la tradición popular andaluza. En el juicio que se está desarrollando en los juzgados sevillanos, la SGAE aporta como prueba un informe técnico que cita la obra «Tengo el gusto tan colmao», registrada por tres autores. Pero en el archivo de la propia entidad dicha obra también aparece con una entrada de Dominio Público.
Lo más flagrante del caso es la forma en que se elabora dicho informe. Éste lo realiza un empleado de la propia SGAE, quien ni siquiera presencia el concierto en directo. Simplemente, entrega un formulario a los artistas antes de la actuación, consulta la base de datos de la SGAE y emite una factura en la que, según ABC, «casi nunca se detalla el listado de registros concretos por los que se cobra». El único contacto de este inspector con el concierto es un vídeo grabado del mismo, también aportado como prueba en el juicio.
Así es como actúa la SGAE. Una entidad privada que recauda un impuesto público como el canon digital. Una entidad que se preocupa mucho por hacer cumplir sus derechos (espiar en bodas, contratar detectives privados, exigir dinero a empresas de autobuses, negociar con los operadores de Internet…), pero que no vigila con el mismo recelo sus deberes.
Y no lo decimos sólo por el escaso control que el Gobierno hace sobre sus cuentas, recientemente exigido por el Senado, sino por la aclaración que aparece en la propia página de consultas del repertorio de obras protegidas: «SGAE no establece garantías o manifestaciones de ninguna clase con respecto a su exactitud. Nuestra base de datos muestra los nombres de los intérpretes de la obras musicales a título orientativo». La entidad elude toda responsabilidad «por cualquier omisión u error contenido en esta base de datos».
Imaginemos que, en un establecimiento de cambio de divisas, se nos da un cambio distinto al establecido legalmente. En ese caso, podríamos denunciar el caso y tendríamos la ley a nuestro favor. Pero si estos establecimientos funcionasen como la SGAE, la persona que nos atiende podría decirnos, «lo siento, no nos hacemos responsables si nuestro registro de cotización de las monedas es incorrecto», y quedarse tan pancho. La diferencia es que la vigilancia de las instituciones sobre este tipo de establecimientos es muy rígida, mientras que sobre la SGAE es prácticamente inexistente.
La última esperanza está en que, en casos como el de la Casa de la Memoria de Al-Andalus, los jueces apliquen el sentido común. Y precísamente ha sido una juez quien, como cuenta Manuel M. Almeida en Mangas Verdes, ha dictaminado que asociar los términos «robo» y «ladrones» al canon digital y a la SGAE no atenta contra el derecho al honor de nadie. Según la magistrada, son términos que «reflejan el sentir de un sector de la sociedad». Y, por tanto, la libertad de expresión prevalece sobre el derecho al honor. Ojalá que cunda el ejemplo.
Vía: ABC.es / Mangas Verdes
Simplemente increíble,y encima tienen al gobierno de su parte; viendo claramente que están robando a todo dios.
yo planteo que los consumidores hagamos huelga de consumo en musica durante un solo més… sin pagar ni comprar nada… y sin descargarse musica…
Acabo de leer en un articulo como la sgae obligó a pagar a un peluquero en cataluña por encender la radio y dejar escuchar en su negocio musica protegida.
Cuando las emisoras ya pagan la respectiva cuota, resulta que la Sgae pretende hacer pagar 2 veces por lo mismo.. Son unos sinverguenzas ellos y el PSOE que les debe el apoyo politico.
Señores, lo que insto dede aquí (ojalá me hicieran caso) es que hicieramos publica una huelga de musica durante un mes.
¿¿¿¿IMAGINAN LA DE DINERO QUE PERDERIAN NO SOLO LA SGAE, SINO TAMBIEN LOS AUTORES ???? – SI ESOS QUE TANTO APOYO PIDEN, PERO QUE GRACIAS A LA red su musica se divulga por el planeta entero con más facilidad que nunca.
El problema no es el cobro de derechos, que ya va implicito, y si no deberia ir implicito en la compra de un disco o del producto en cuestion.
pagar por escuchar es abusivo e intolerable, a donde vamos a llegar, ¿a pagar por respirar?
son unos sinverguenzas y se merecen caer en la quiebra con una huelga de proporciones descomunales, sin antecedentes jamas vista y que nos unieramos los consumidores para no usar ni comprar nada relacionado con la musica y sus derechos.
más de un compositor se pondria las pilas y trabajaria más para no vivir tanto de exitos asados y más de las nuevas obras.
Esa es la clave señores, la clave es que quieren vivir del cuento de los 4 grandes exitos y ya está…porque admitamoslo, ser artista es duro, y no esfacil llegar a vivir de ello.
ESPAÑA= CACA TOTAL, REUNION DE LADRONES.COM
A mi no mi molesta pagar los derechos, solo que quiero pagar a la gente quien poner en mi local….
es decir que si SGAE no conoce que música pongo como van a pagar los artistas, y entonces por que estan cobrando 16%.
Imaginate que en vez de pagar SGAE el dinero cada mes tuviste que comprar música en una tienda. en barcelona hay mas que 11000 restaurantes y bares, si solo 10% de ellos empiezan a gastar su cinquenta pavos cada mes, ya estamos hablando de salvar la industria.
En un país tan corrupto como el nuestro, el gobierno bien podría enviar matones para exigir impuestos de modo arbitrario y sería legal (Dentro del país, claro)
Como ejemplo de corruptelas citaré aquel delegado de la SGAE empeñado en facturar con un titulo absolutamente inventado, para nada coincidente con el del autor. Tras varios requerimientos de modificación de la factura y tras haber comunicado al autor el empecinamiento del delegado. El autor se pone en contacto con la SGAE i esta llama la atención al delegado que ipso-facto emite una factura correcta.
Y yo que no se si soy tonto pero he sido guardia, se muy bien que esto es un procedimiento tolerado porque esta manchado todo dios. Ala! confiad en el PP y el PSOE pa que lo arreglen.
A mi me pasó hace tiempo que organizamos un concierto, en el que íbamos a usar canciones que estaban en las SGAE y canciones que no. Nos hicieron un proporcional, es decir, que no abonamos por todas las canciones, sólo por las que estaban en el catálogo de ellos.
Dos o tres años despues, hicimos lo mismo. Solicitamos pagar sólo por las canciones que íbamos a usar y que eran de las SGAE. El que atendió mi solicitud me dijo que eso no se podía hacer, que con que hubiese una canción de ellos, tenia que pagar por todas. Claro, le remití a mi experiencia anterior y me decía que era imposible, que eso no podía haber ocurrido. Busqué y rebusqué los emails de entonces y los encontré, se los reenvié. A lo que me contestó, es la primera vez que veo esto. O sea que este tipo ha estado cobrando de más a un montón de gente. Muy fuerte.