Os aseguramos que en la redacción no nos hemos vuelto locos. Hay una buena explicación para que las vacas que aparecen en estas fotos lleven esas extrañas mochilas sobre el lomo. Resulta que nos están ayudando a reducir los efectos del calentamiento global sobre nuestro planeta. Sí, suena como algo realmente descabellado, pero insistimos en que hay motivos comprensibles detrás de todo esto.
Las mochilas son en realidad depósitos que unos científicos argentinos han colocado a las vacas para almacenar el gas que emiten estos animales procedentes de… bien, de sus eructos y sus ventosidades (sic). Digamos que, cuando las reses se encuentran satisfechas haciendo la digestión, producen gas metano que a la larga se acumula en la atmósfera. Si eres capaz de imaginar (sin que te entren arcadas) qué sucede cuando todo el ganado de un país eructa y se tira pedos durante un día, no te sorprenderán datos como que el 30% de las emisiones en Argentina tienen su origen en estos gases.
Gracias a las muestras recogidas de las mochilas, estos investigadores estudian la forma de reducir la cantidad de metano en los gases bovinos. El resultado de los análisis les permitirá escoger cuál es la dieta más propicia para los animales. Puesto que la clave puede estar en pequeños cambios, se está experimentando con alfalfa, trébol o pienso sin grano (que es más difícil de digerir) entre otros planes alimenticios.
Suponemos que el laboratorio de estos profesionales estará bien provisto de ambientadores USB, y que así reine el buen ambiente (nunca mejor dicho) en el lugar de trabajo. Algo fundamental trabajando con ese tipo de “muestras” para analizar. Bromas aparte, si el resultado de estos estudios permite reducir de algún modo los efectos del calentamiento global, bienvenida sea su ayuda.
Vía: Reuters, la prestigiosa y muy seria agencia de noticias (por si todavía alguno piensa que es una broma)