Las consecuencias de beber alcohol antes de ponernos al volante pueden llegar a ser desastrosas. El problema es que al alcohol le suele acompañar un incremento excesivo de la confianza (“tranqui, que yo controlo”, o “si sólo he tomado dos copas” son comentarios habituales) y no hacemos caso ni a las indicaciones del alcoholímetro del GPS. Una buena idea para erradicar esa actitud es tratar de conducir cuando estas sobrio con estas gafas que simulan la visión de una persona en estado de embriaguez.
Las ha fabricado la empresa Fatal Vision para autoescuelas y centros de educación vial. Con ellas se pretende concienciar a la población acerca de la incompatibilidad entre la conducción y el alcohol. Existen varios modelos diferentes que simulan distintos niveles de embriaguez, con el objetivo de que el usuario sea consciente de cómo afectan las copas de más a su vista, y no cometa alguna tontería que le pueda costar cara.
En el siguiente vídeo puedes comprobar cómo disminuyen las aptitudes de los conductores cuando las llevan puestas. Pedimos disculpas por la música festiva que acompaña a las imágenes, que no es la más adecuadas para tratar estos temas:
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Ya lo ves, la mayoría no da pie con bola y arrasa con todo lo que tiene por delante. Y eso que las gafas sólo reducen la capacidad de visión, mientras que el alcohol también influye en la capacidad de reacción, en la coordinación y en el cansancio sobre el cuerpo, amén del peligroso estado de euforia que provoca. Así podemos entender mejor por qué la Dirección General de Tráfico te dice las copas de vino que no tienes que beber.
Vía: Motorfull
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