Los despertadores son la bomba (2ª parte) 5

Ya os contamos que, si os cuesta arrancar por las mañanas, podéis compraros despertadores con descarga eléctrica incluida o que os obliguen a “desactivar” una bomba. Hemos investigado un poco más, y lo cierto es que hay más relojes que recurren a la crueldad para levantarnos de la cama.

Unos son más crueles que otros. Hay desde una granada a punto de estallar, hasta un despertador que te pone a prueba con un puzzle para poder apagarlo. También hay modelos más suaves, como el que hace vibrar la almohada. Y uno muy original con forma de helicóptero.

Los despertadores son la bomba (2ª parte) 5Podrí­amos empezar por la granada sónica. Más que para despertarse uno mismo, sirve para interrumpir el sueño de un dormilón empedernido. A los 10 segundos de quitarle la anilla de protección, comienza a emitir una serie de pitidos insoportables. Se apaga pulsando una barra amarilla, que se parece mucho al freno del manillar de una bici.

Pero podemos ir más allá. Lo primero es introducir un código de desactivación y lanzársela a nuestra ví­ctima. Cuando “explote”, la alarma no cesará hasta que se introduzca el código. Ya nos imaginamos la escena: el niño que no quiere ir al colegio, pidiéndole de rodillas a su madre, vestida “a lo Rambo” para la ocasión, que le diga la secuencia. Y todo por 12 euros.

El Flying Alarm Shock es una idea similar. A la hora fijada, un pequeño helicóptero de plástico sale disparado por el aire. La alarma, que parece una alerta de evacuación por ataque biológico, se para cuando colocamos el helicóptero de nuevo en su sitio.

Los despertadores son la bomba (2ª parte) 5El vuelo del helicóptero puede ser tan corto como el que se ve en el ví­deo. O, con un poco de suerte, puede acabar en la otra punta de la habitación. En cualquier caso tendrás que buscarlo y llevarlo de nuevo a su hangar. Cuesta unos 30 euros.

Pasando a modelos menos molestos, encontramos el Vibrating Pillow, que colocamos debajo de la almohada para que ésta vibre a la hora programada. Cuesta unos 22 euros, aunque más que un despertador, podrí­amos decir que es un “despabilador”.

Y para las mentes activas, nada mejor que hacer un puzzle recién levantado. Las piezas de la parte superior del Puzzle Alarm Clock salen disparadas cuando suena la alarma. Para desactivarla, hay que volver a encajar las piezas. Son sólo tres, pero por algo se empieza. Se puede encargar por algo menos de 45 euros.

Si quieres más ideas, lee la primera parte de este especial despertadores.

Los despertadores son la bomba (2ª parte) 5

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