Twitter ha estado experimentado con nuevos métodos para servir anuncios a los internautas. La compañía ha decidido comenzar a servir publicidad personalizada a sus usuarios basándose en las cookies. Las cookies son una herramienta ampliamente difundida entre los grandes sitios de Internet para registrar el comportamiento de los internautas en la web. Simplemente se guarda un pequeño fichero de texto en el ordenador del internauta. Empresas como Google, Facebook o Amazon las usan desde hace años precisamente con objetivos publicitarios. Desde el año pasado, la Unión Europea obliga a los sitios web que utilicen cookies a informar de esta práctica a los visitantes. Ahora Twitter acaba de anunciar que pronto va a poner en marcha este nuevo sistema. La compañía ha explicado que quiere que la publicidad sea más útil para los miembros de su red, de forma que aparezcan anuncios de marcas y negocios que resulten interesantes para sus usuarios, por ejemplo, de una floristería en el día de San Valentín.
Por eso, Twitter ofrece a sus anunciantes que incluyan un hash (dirección de e-mail ilegible) o una cookie identificativa para el navegador para poder dirigir la publicidad de forma individualizada. Con este nuevo método, la compañía espera aumentar sus ingresos por publicidad, sin tener que llenar su red con más anuncios. Al fin y al cabo, se espera que salga a bolsa a lo largo del año 2014. Aquellos miembros de esta red social que lo deseen pueden evitar recibir anuncios personalizados de dos maneras.
La primera actúa con carácter general para todo Twitter y consiste en entrar en la configuración de privacidad de la cuenta. En la configuración de la cuenta, hay que desmarcar la casilla de contenido promocionado, para que la compañía no pueda mostrar anuncios a partir de la información compartida por sus anunciantes. La segunda manera de evitarlo es utilizar la tecnología de no rastrear, que esté disponible en la inmensa mayoría de los navegadores web. Esta opción desactiva las cookies en el navegador. Así, ni Twitter, ni el resto de los sitios que usan cookies, podrán recibir información sobre el internauta.
La compañía también ha aprovechado para actualizar las normas para los desarrolladores. Entre las novedades destaca la prohibición de crear aplicaciones de terceros que fuercen a los usuarios a seguir automáticamente cuentas oficiales de Twitter. También veta aquellos programas que siguen otras cuentas de forma indiscriminada. Esto se completa con una nueva política de desmantelamiento de sitios y servicios que alojan datos en bruto sobre los usuarios de esa red social. Por otra parte, ha aligerado algunos requerimientos, como la obligación de poner el logo de la compañía en cada tuit de terceros. Asimismo, mostrar la fecha y la hora en las aplicaciones desarrolladas por terceros es optativo, y los avatares de Twitter ya no deben estar necesariamente situados al lado derecho.