¿Sigue siendo posible encontrar un móvil con prestaciones de gama alta y una relación calidad-precio aceptable? Esta es una de las preguntas del millón que nos hacemos a la hora de renovar el móvil, pero suele venir acompañada de otras no menos importantes, relacionadas con la autonomía de la batería, el resultado de las cámaras o la estabilidad del sistema operativo. En 2024, realme fue uno de los fabricantes que más sorprendió a la hora de lanzar móviles al mercado que cumplieran con casi todos los requisitos, como pudimos comprobar con el realme GT 6, y de cara a 2025 redoblan la apuesta con la llegada del GT 7 Pro, un terminal que salió a la venta a finales del año pasado. En las últimas semanas he utilizado como móvil de cabecera este modelo, y mi experiencia con el móvil realme GT 7 Pro tras más de un mes de uso me ha convencido de que este puede ser uno de los serios candidatos a ser la compra del año para muchas personas.
En el momento de escribir este análisis, el realme GT 7 Pro estaba disponible a la venta con precios a partir de 740 y 860 euros (según sus configuraciones de 256 o 512 GB de almacenamiento interno). En un momento en el que los móviles de gama alta están bordeando e incluso superando sin miramientos la barrera de los 1.000 euros, estos precios son lo suficientemente atractivos para valorar la compra. Ahora es cuestión de ver si el rendimiento en el día a día es realmente de un gama alta o prémium o si hay algún punto en el que flaquea.
Ficha técnica del realme GT 7 Pro
| realme GT 7 Pro | |
| Pantalla | Panel RealWorld Eco OLED de 6,78 pulgadas Resolución 1,5K (2.780 x 1.264 píxeles) Brillo máximo: 6.500 nits Relación pantalla-cuerpo: 92,8 % Tasa de refresco: Hasta 120 Hz Velocidad de muestro táctil: Hasta 240 Hz Profundidad de color: 1.070 millones de colores Gama de colores: 120% DCI-P3 |
| Procesador | Snapdragon 8 Elite de 3 nm y ocho núcleos (hasta 4,32 GHz) GPU Adreno 830 a 1.100 MHz |
| Cámara trasera | Sensor principal de 50 MP (Sony IMX906 con OIS) y apertura focal f/1,8 Sensor secundario periscopio de 50 MP (Sony IMX882 con OIS) y apertura focal 1/1,95 Sensor terciario ultra gran angular de 8 MP y apertura focal f/,2,2 Compatibilidad con grabación de vídeo hasta 8K y 24 fps (4K, 1080p y 720p hasta 60 fps) Compatible con cámara lenta (1080p a 240 fps o 720p a 240/480 fps) Funciones de fotografía: Foto, Retrato, Urbano, Nocturno, Pro, Alta resolución, Panorámica, Exposición larga, Escáner de Documentos, Tilt shift, Acuática y Google Lens Funciones de vídeo: Vídeo, Película, Cámara lenta, Lapso de tiempo, Vídeo de vista doble |
| Cámara frontal | Sensor Sony de 16 MP, con apertura focal f/2,45 Funciones de fotografía: Foto, Vídeo, Retrato, Noche, Panorámica, Vídeo de vista doble, Lapso de tiempo, Acuática, Belleza facial y luz Funciones de vídeo: Compatible con 1080p a 30/60 fps y con 720p a 30 fps |
| Memoria RAM y almacenamiento | Memoria RAM: 12 GB o 16 GB Almacenamiento: 256 o 512 GB |
| Batería | Capacidad: 6.310 mAh Carga rápida de 120 W |
| Conectividad | Puerto USB de tipo C Modo dual 5G + 5G WiFi 7 Bluetooth 5.4 NFC Navegación: Beidou, GPS, GLONASS, Galileo y QZSS 2 ranuras para tarjetas nanoSIM |
| Audio | Altavoces duales superlineales Compatible con Audio OReality Cancelación de ruido de dos micrófonos Certificación Hi-Res Audio |
| Funciones destacadas | Modo de instantánea IA Modo acuático |
| Sistema operativo | Android 15 basado en capa de personalización realme UI 6.0 |
| Diseño | Certificado de resistencia al polvo y al agua IP69 Colores: naranja marte y gris galaxia |
| Dimensiones y peso | Dimensiones: 162,45 x 76,89 x 8,55 mm Peso: 222,8 gr |
| Fecha de lanzamiento | Disponible |
| Precio | Desde 740 euros (12 + 256 GB) Desde 860 euros (12 + 512 GB) |
Diseño: Un móvil rotundo y resistente como pocos
A simple vista, el realme GT 7 Pro es un móvil atractivo, disponible en dos colores: un gris galaxia de corte tradicional (y más barato) y un naranja marte más chillón que también se hace notar en el precio. Nada más tenerlo en las manos tuve la sensación de que era algo tosco, algo inevitable teniendo en cuenta que pesa más de 220 gramos, y seguramente también por no tener demasiada fantasía en su diseño. ¿Lo mejor? No se le quedan grabadas las huellas dactilares cada vez que lo cogemos, algo que en mi caso siempre agradeceré.
El módulo de cámaras se sitúa en el lado izquierdo superior del realme GT 7 Pro, y como ya es habitual en los modelos de gamas altas, es bastante prominente. Apoyado sobre la mesa sin una funda se nota todo lo que sobresale, pero la buena noticia es que la funda rígida de silicona que viene incluida en la caja del móvil hace que todo quede compensado.
También merece la pena destacar que este es un móvil bastante resistente, tanto a los golpes accidentales que pueden producirse en un día a día normal (caída de una mesa o de un sillón, roces con las llaves en el bolsillo, etc.), como en su resistencia al agua y al polvo. Este modelo tiene la certificación al polvo y al agua IP69, lo que implica que no sólo va a ser capaz de soportar salpicaduras o inmersiones, sino que incluso se le puede dirigir un chorro de agua a presión sin que su funcionamiento se vea mermado.
Más allá de la anécdota que esto supone, ya que es difícil pensar que las personas que lo tengan van a echarle manguerazos a diestro y siniestro, la mayor ventaja real que he experimentado con este móvil es que su respuesta al uso con las manos húmedas o mojadas es prácticamente perfecta, algo ideal si queremos cambiar de canción o vídeo de YouTube mientras fregamos o salimos de la ducha, por ejemplo.
Autonomía: Ya se puede olvidar el cargador en casa
Este es uno de los apartados diferenciales del realme GT 7 Pro. Su autonomía es la mejor que he probado hasta el momento, y deja en el pasado cualquier temor a tener que buscar un enchufe antes de terminar el día. Es más, por lo que he podido comprobar, podríamos irnos de escapada durante todo un fin de semana sin el cargador (siempre que el uso sea puntual y nos centremos más en disfrutar del viaje), y el GT 7 Pro seguiría encendido a la vuelta sin demasiadas dificultades. En mis días de menor uso, he podido llegar a los tres días sin necesidad de preocuparme por cargarlo.
Evidentemente, este tiempo de uso se acortará para los ‘gamers’ empedernidos o para aquellos que utilicen de forma frecuente la cámara para hacer fotos o grabar vídeos. En cualquier caso, 2025 promete ser un año de muy buenas baterías y realme ha puesto la primera pica en Flandes con sus más de 6.300 mAh de batería, algo digno de destacar y celebrar.
En cuanto a los tiempos de carga, el realme GT 7 Pro es compatible con carga rápida de 120 W. Si se aprovecha alguna de las ofertas que están aún disponibles en varias tiendas, es posible hacerse con el cargador oficial de realme, lo que optimizará los tiempos de carga. En mis pruebas lo he cargado desde el 1%, tardando 33 minutos en llegar al 100%. Lo mejor, no obstante, está en los primeros minutos, y es que en sólo cinco minutos ya tenía un 28% y en 10 minutos el 50% estaba garantizado. En definitiva, en caso de necesidad urgente se puede conseguir un funcionamiento extra enchufándolo un rato.
- 5 minutos: 28%
- 10 minutos: 50%
- 15 minutos: 67%
- 30 minutos: 98%
- 33 minutos: 100%
Pantalla: Un panel OLED muy eficiente y de alta calidad
La pantalla del realme GT 7 Pro cuenta con tecnología OLED, como no podía ser de otra forma hablando de un móvil de gama alta, pero el fabricante también ha querido diferenciarse con un panel al que han bautizado como RealWorld Eco, que en la práctica supone una colaboración con Samsung buscando un consumo de batería más optimizado, algo que se consigue si tenemos en cuenta la autonomía.
Ver la pantalla bien en exteriores en las horas centrales del día es otro de los escenarios que podemos dar por superado desde el año pasado, por lo que aquí el realme GT 7 Pro también pasa la prueba sin despeinarse. En condiciones de brillo alto, el panel puede alcanzar los 2.000 nits, que es un valor más que suficiente para que todos los elementos se aprecien sin dificultad, y sin necesidad de buscar el marketing de los 6.000 nits de brillo pico que prometen.
En los ajustes podremos personalizar aún más cómo queremos que se representen los colores, así como elegir también la resolución para obtener algún minuto más de batería. Aunque esto no sea un punto en el que se detiene la gran mayoría de usuarios, no está de más tenerlo presente si se le quiere sacar aún más partido. En cualquier caso, y manteniendo sus parámetros por defecto, la experiencia de uso, de juego o de reproducción de vídeos es más que notable.
Cámara: Un caramelo con zoom versátil y gran modo Retrato
Tradicionalmente estamos acostumbrados a que los móviles que priman la autonomía o el rendimiento suelen flaquear en otros ámbitos, y normalmente suele ser la cámara la que absorbe los recortes. Pues bien, este no es el caso del realme GT 7 Pro. Su cámara trasera cuenta con dos sensores de Sony de 50 MP (el principal es el Sony IMX906 y el secundario es el IMX882, un periscopio especialmente orientado a los retratos).
La calidad del recorte en las fotografías en modo Retrato es bastante buena, trabajando bien la silueta de las personas con pelo largo, aunque si el fondo es del mismo color que la piel puede tener problemas para difrenciar los límites de la figura retratada.
El zoom también da muy buenas prestaciones, llegando a los seis aumentos con el apoyo de la IA. El límite está en los 120 aumentos (por supuesto, digital y con una definición claramente mejorable, donde se aprecia el ya común efecto acuarela), pero para los más curiosos, es una herramienta con la que sacar bastante partido a la cámara haciendo fotografías a largas distancias sin que la calidad se vea comprometida.
Cuando cae la noche, las fotografías del realme GT 7 Pro también mantienen el tipo, algo que parecía sólo reservado a los móviles más prémium del mercado. Sí tiende a aclarar un poco los cielos cuando se hacen fotografías en el amanecer o el anochecer, pero no es una intervención tan artificial como podemos ver en otros fabricantes, en los que se genera una luz diurna que realmente no existe.
Los módulos de cámaras se completan con un sensor gran angular de ocho megapíxeles y una cámara frontal de 16 megapíxeles más que solvente para hacerse selfis, tanto en solitario como grupales. Eso sí, si se va a utilizar el modo Retrato, sigue siendo más recomendable hacerlo con la cámara trasera.
Rendimiento y software: Potencia y fluidez garantizadas
A la hora de desenvolvernos con el móvil en las tareas del día a día, y no sólo al utilizar la cámara, también hay que reconocer que el rendimiento del GT 7 Pro está a la altura de lo que se espera. Está equipado con el Snapdragon 8 Elite, el procesador más potente del momento para móviles, un aliado bastante notable para alcanzar esa sorprendente autonomía ya comentada. El modelo que probé contaba con 16 GB de memoria RAM, aunque los distribuidores del móvil en España lo ofrecen únicamente con 12 GB, y 512 GB de almacenamiento interno, unas memorias más que suficientes para cualquier perfil de usuario.
Exprimiendo el móvil al máximo con juegos exigentes en cuanto a gráficos como el ‘Diablo immortal’ pude disfrutar de largas partidas sin percibir que se calentara en ningún momento. Es cierto que la prueba se llevó a cabo durante el invierno, cuando las temperaturas son más bajas y los móviles no sufren tanto como en el verano en gran parte de España, pero su comportamiento fue excelente en todo momento con la configuración gráfica más potente seleccionada.
El único momento en el que noté un mayor calentamiento fue al utilizar la cámara para realizar una videollamada que se fue más allá de la hora de duración. En ese momento sí pude comprobar que el móvil alcanzaba una temperatura notable. En cuanto a la fluidez del terminal, tampoco hay una sola pega que ponerle.
Un sistema operativo solvente con funciones de IA mejorables
Otro apartado que puede dar quebraderos de cabeza es la capa de personalización, que en este caso es la propia de realme, realme UI 6.0, bajo Android 15. Acostumbrado y enfrentado a las trampas que suelen presentar las personalizaciones del sistema operativo de los fabricantes chinos, la de realme no es la que más frustración me ha generado, pero sí se agradecería que en un móvil de más de 700 euros no aparezca tanta publicidad en forma de notificaciones inesperadas de apps preinstaladas que muchos no querrán ni siquiera abrir para probarlas. Salvo estas pequeñas excepciones, su funcionamiento ha sido muy fluido y agradable en el día a día.
De forma inevitable, la IA también está presente en el realme GT 7 Pro. En la cámara la IA entra en funcionamiento sobre todo en el zoom de seis aumentos antes reseñado y también mejora la nitidez de las instantáneas que se toman de forma veloz. Siempre será más recomendable hacer fotos con pausa y no buscar la inmediatez de disparar cuanto antes, aunque es de agradecer esta ayuda extra. En otros apartados, como el de realizar dibujos que luego se pueden transformar en imágenes más o menos realista gracias a la IA generativa de realme, no pasan del mero entretenimiento puntual o recurso que quedarán bastante sepultados. Algunas funciones, como la posibilidad de resumir grabaciones, sí son atractivas de partida, pero tienen aún mucho camino por recorrer para ser realmente funcionales.
Precio y opiniones
Dicho todo esto, ¿merece la pena comprarse un realme GT 7 Pro? Si se dispone del presupuesto para ello, es una compra a tener muy en cuenta. Apartado por apartado, este modelo de realme es capaz de sostenerle el pulso a muchos móviles que superan los 1.000 euros, especialmente si hablamos de batería o rendimiento. Los amantes de la fotografía también podrán sacarle partido y juguetear con su cámara trasera sin decepcionarse, y a medida que vayan lanzándose nuevos móviles durante el año y su precio baje un poco más (ha llegado a bajar puntualmente de los 700 euros en enero), será una de las alternativas más atractivas para renovar el móvil y meterse en el bolsillo un dispositivo potente y con pinta de dar muchas alegrías durante bastante tiempo.
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