Mi experiencia con el móvil plegable Samsung Galaxy Z Flip6 tras un mes de uso

¿Estamos realmente en el año de los plegables? Esa es la pregunta que nos hacemos todos los años cuando llega a nuestras manos uno de los últimos plegables de Samsung, en este caso el Galaxy Z Flip6 tipo concha. Lo cierto es que ya ha pasado un tiempo prudencial y en la calle no se ve a tanta gente como uno cabría esperar con un plegable en la mano, pero lo que sí está claro es que cada vez más fabricantes se están subiendo a este barco en el que Samsung lleva embarcado ya bastante tiempo, y además sumándole funciones de IA que sí pueden ser realmente útiles y no meros adornos. Todo eso y más lo he analizado en mi experiencia con el móvil plegable Samsung Galaxy Z Flip6 tras un mes de uso, para comprobar si este sigue siendo el referente al hablar de plegables.

Ficha técnica del Samsung Galaxy Z Flip6

Un diseño robusto, con bisagra cumplidora y no tan cuadriculado

La resistencia es una de las primeras características que todos queremos tener en un plegable, ya que no es agradable tener la sensación de que el móvil se va a romper a las primeras de cambio. En este sentido, el diseño del Samsung Galaxy Z Flip6 aporta tranquilidad, porque es un móvil que parece y es realmente robusto, con una carcasa reforzada con aluminio y un cristal Gorilla Glass Victus 2 que ha resistido alguna que otra caída sin mayores problemas. Eso sí, hay que tener en cuenta que estos móviles no son tan resistentes como los de formato barra (los tradicionales, para entendernos). Tiene certificado de resistencia al agua y al polvo IP48, y lo cierto es que le entra bastante polvo a la pantalla por la zona central cuando está plegado durante un rato largo en el bolsillo.

Otro aspecto que ponemos bajo la lupa inevitablemente con un plegable es la bisagra y si se nota su marca en la pantalla. El pliegue se sigue notando, tanto a la vista como al tacto cuando pasamos el dedo por esa zona de la pantalla, pero al cabo de los días es una sensación que pasamos a olvidar. Personalmente he echado de menos que la pantalla no tuviera algún milímetro más de anchura antes que una bisagra más disimulada.

Los cantos están marcados, aunque con cierta curvatura en sus esquinas que hace que destaquen menos que los del Galaxy S24 Ultra. Aunque es cuestión de gustos, tengo la sensación de que son más los usuarios que prefieren estas esquinas algo más curvados antes que en ángulo recto.

Una pantalla con el mismo tamaño que el año pasado

Llega el momento de hablar de las pantallas del Samsung Galaxy Z Flip 6, un apartado en la que no hay cambios relevantes, ya que el fabricante ha optado por mantener los mismos tamaños de 3,4 pulgadas en el exterior y 6,7 pulgadas en la pantalla interior, ambas de tipo AMOLED. El continuismo no tiene por qué ser algo negativo, pero aquí es donde entran en juego los competidores de Samsung, y es que este año ya hemos visto plegables que alcanzan las cuatro pulgadas de pantalla exterior, absorbiendo incluso el módulo de cámaras, un elemento que en el Z Flip6 sigue aparte. Esta pantalla externa que simula la forma de una carpeta puede ser una seña de identidad, pero habría sido de agradecer un mayor tamaño.

Eso sí, la pantalla exterior del Galaxy Z Flip6 no se limita a ser un contenedor de ‘widgets’, sino que ofrece un amplio abanico de posibilidades con las apps que tengamos instaladas. En este mes he podido contestar llamadas y escribir mensajes de WhatsApp sin necesidad de abrir el teléfono, y me ha parecido extremadamente útil para esas personas que viven en un estrés permanente y necesitan reaccionar a todo de forma urgente. Es un móvil que permite la agilidad de los usuarios más exigentes.

En la pantalla interior tampoco hay grandes novedades respecto a la generación anterior. Tiene una relación de aspecto 22:9, lo que en la práctica se traduce en una sensación bastante vertical y de mayor estrechez de lo que me habría gustado, y los botones laterales están bastante elevados, lo que hace que su acceso no sea el más sencillo al sujetarlo con una sola mano.

En lo que respecta al brillo hay muy poco que reprocharle a Samsung. En su pantalla interna se puede alcanzar un brillo máximo de 2.600 nits, pero más allá del ‘marketing’ que esto encierra, se puede asegurar que en pleno verano madrileño, con días de sol intenso, no he tenido en ningún momento problemas para visualizar todos los elementos de la pantalla interna del Galaxy Z Flip6. En la pantalla exterior, por el contrario, sí me he encontrado con alguna que otra dificultad, sobre todo en las horas centrales del día.

Una máquina potente y con agilidad para soportarlo todo

Además de ser un móvil llamativo con el que presumir ante amigos y conocidos, el Samsung Galaxy Z Flip6 también tiene un rendimiento acorde a su precio de más de 1.000 euros. El procesador que equipa es un Snapdragon 8 Gen 3 diseñado específicamente para la serie Galaxy, por lo que es realmente complicado que el móvil se ralentice o se agobie con tareas exigentes y acumuladas, sobre todo teniendo en cuenta que tiene 12 GB de memoria RAM para moverse con agilidad entre apps y soportar las nuevas funciones con IA que incorpora y de las que hablaré más adelante.

Con estas características, y aunque no es propiamente un móvil destinado al ‘gaming’, he podido instalar y jugar a varios de los títulos más exigentes del momento, desde ‘Diablo immortal’ hasta ‘Asphalt 9’, sin haber percibido problemas ni trabas. Sí se nota cierto calentamiento, sobre todo en la parte superior del móvil, a pesar de que Samsung ha equipado el móvil con una cámara de vapor para disipar el calor. En cualquier caso, vuelvo a insistir en que el periodo de pruebas del Z Flip6 se produjo en un verano bastante caluroso, con temperaturas altísimas en las horas centrales del día, algo que también influye bastante.

El sistema operativo del Galaxy Z Flip6 es Android 14 bajo la capa de personalización propia de Samsung One UI 6.1.1. Este ‘software’ es uno de los que ofrece una experiencia de uso más sencilla e intuitiva para todas las personas, independientemente de que sean usuarios avezados en el uso y manejo de la tecnología o no. Aunque el nivel de apps de terceros preinstaladas es más bajo que en otros modelos de gamas más bajas, sigue habiendo bastantes que he desinstalado por no serme de ninguna utilidad. También hay aplicaciones propias de Samsung que ofrecen muy buenos servicios, como Samsung Health para monitorizar nuestra actividad física (e incluso nuestros patrones del sueño al vincularlo con el ‘smartwatch’).

Cámaras: Buenos resultados sin recurrir a la IA

Llega el turno de las cámaras, uno de los talones de Aquiles de prácticamente todos los móviles plegables. En la cámara trasera del Samsung Galaxy Z Flip6 tenemos un sensor principal de 50 MP y uno secundario de 12 MP para esas fotografías que queramos hacer con el gran angular (fotos de grupos, de paisajes, etc.). Los resultados son bastante buenos, sobre todo en condiciones de día, ofreciendo un buen tratamiento de los colores y un procesado que no llega a ser tan agresivo como el que hemos visto en otros fabricantes.

La principal ventaja que tenemos es que podemos utilizar la cámara trasera para hacernos selfis con facilidad (y mejores resultados que con la cámara frontal, esto es importante) gracias a la cámara trasera del Galaxy Z Flip6, y con funciones como la del disparo automático al mostrar la palma de la mano podremos mostrar en redes sociales poses más naturales al situarnos ante la cámara. Al hacer fotos a contraluz el resultado pierde calidad de forma inevitable, pero en líneas generales es una cámara que deja buen sabor de boca.

En cuanto al modo Retrato, me he encontrado que pone más empeño en difuminar la parte superior (en la que se suele encontrar la cara de los sujetos fotografiados) que la inferior, haciendo buen trabajo al delimitar su silueta sobre todo con los cabellos largos, algo que se le sigue resistiendo a muchas cámaras actuales. El zoom de la cámara del Samsung Galaxy Z Flip6 es óptico de dos aumentos, precisamente para sacarle más partidos a los retratos, y si queremos ampliarlo más podremos llevarlo hasta los 10 aumentos, pero ya en modo digital. Las fotos tomadas con hasta cinco aumentos mantienen cierta naturalidad, pero a partir de ahí vamos a encontrarnos con acuarelas más que con fotografías realistas.

Cuando cae la noche, la cámara del Samsung Galaxy Z Flip6 trata de compensar las condiciones reales para una mejor visualización. La plaza con los árboles se veía con mucha más oscuridad de la que se muestra en la imagen, mientras que la fotografía hecha al bloque de pisos con el cielo despejado de fondo la oscureció más de lo que realmente se veía. Si eres fan de hacer fotografías en estas condiciones, ten en cuenta estos elementos para sacarle todo el partido que puedas.

IA bien integrada (y prometedora)

Vamos ahora con otro de los puntos fuertes que Samsung destaca en sus lanzamientos de alta gama. Tanto en la familia S24 como en los Galaxy Z Flip6 y Fold6 hemos visto por todos lados el término ‘Galaxy AI’, el nombre con el que el fabricante surcoreano ha bautizado a sus funciones con inteligencia artificial. A día de hoy, lo más destacable de la IA de Samsung (proporcionada por Google) está en la edición de imágenes, ya sea para añadir o quitar elementos, y en la traducción automática, aunque en este apartado hay mucho por pulir para que sea una herramienta totalmente funcional para profesionales de cualquier ámbito.

A la hora de añadir elementos a las fotografías hay que tener en cuenta algunas limitaciones, y es que Samsung no nos permitirá realizar modificaciones en el rostro de las personas que aparezcan en la imagen, así como dibujar elementos de naturaleza sexual o erótica. Eso sí, podemos eliminar por completo a personas que no queremos en las fotos delimitando su silueta en cuestión de segundos. Aquí llama la atención el buen tratamiento de las sombras y las luces, como se aprecia en la foto de la mesa a la que hemos añadido una araña de proporciones desmesuradas.

Por el momento es innegable que las funciones con IA no pasan de un divertimento que utilizaremos puntualmente con amigos y familiares para echarnos unas risas (sobre todo editando fotos), pero teniendo en cuenta la velocidad a la que se producen los avances y lo bien que los está implementando Samsung en sus móviles, el futuro parece prometedor.

Una batería que cumple en días normales y sufre en los exigentes

Ya hemos visto que en cuanto a rendimiento el móvil ofrece muy buenas prestaciones, pero ¿y en cuanto a autonomía? La batería del Samsung Galaxy Z Flip6 tiene una capacidad de 4.000 mAh, un valor que de primeras puede sorprender teniendo en cuenta que hay muchos móviles más baratos que alcanzan y superan los 5.000. No obstante, estos valores hay que ponerlos a prueba en la vida real para comprobar hasta qué punto podemos confiar en la autonomía del Galaxy Z Flip6, y con un uso contenido del móvil a lo largo del día, no suele haber problemas para llegar a la noche con algo menos del 50% de batería.

Para días más intensos, como jornadas de largas esperas en un hospital o para hacer viajes en coche en los que utilizamos Google Maps, el consumo de batería sí es bastante más elevado, por lo que conviene tener a mano un cargador o una ‘power bank’ a mano para evitar disgustos.

Como viene siendo habitual en los últimos años, Samsung no incluye tampoco cargador con el Galaxy Z Flip6, pero es compatible con carga de hasta 25 vatios, lo que hoy día no se puede considerar como carga rápida. Este es otro de los puntos flojos de este plegable tipo concha, y en las pruebas cronometradas comprobé que para pasar del 15% de batería al 95% tuvieron que pasar dos horas y media. Esto es algo a lo que muchos ya no estarán acostumbrados, sobre todo si ha pasado por sus manos recientemente algún móvil con carga rápida superior a 67 vatios.

Opiniones y precio

Dicho todo esto, es el momento de recapitular cuáles son los elementos más positivos (y los que no lo son tanto) del Samsung Galaxy Z Flip6. En términos generales volvemos a estar ante uno de los mejores plegables que se pueden comprar, pero no hay que perder de vista su precio. Su configuración más modesta tiene un precio de 1.210 euros, y si queremos más almacenamiento ya se va por encima de los 1.300 euros, una inversión muy importante. A favor de este móvil están su gran experiencia de uso del sistema operativo, un diseño sólido y robusto y una cámara solvente, con una buena integración de las funciones de IA. No obstante, hay otros apartados en los que Samsung queda a deber y que no se pueden pasar por alto, como el tamaño de la pantalla exterior, que podría ser más generoso, o la escasa capacidad de carga de 25 W.

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