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Si eres músico o estás en contacto con la creación de música y obras sonoras, Yamaha tiene unos auriculares inalámbricos para ti. Es una de sus propuestas true wireless o sin cables para disfrutar del contenido musical tal y como se creó, sin distorsiones, con el tono correcto y con la tecnología desarrollada durante todos estos años para conseguir el mejor sonido posible. He podido probar estos Yamaha TW-E7B durante más de una semana para contarte mis sensaciones y experiencias con ellos. Y ya te adelanto que son unos auriculares diferentes si estás acostumbrado a las propuestas más mainstream y comerciales de otras marcas.

tuexperto RECOMENDADO 300

Debo adelantarme y decir desde ya que estos Yamaha TW-E7B no son para todos los públicos. Y tengo varias razones para afirmarlo. Por un lado su precio de 300 euros, que lo sitúa en una franja más profesional y para usuarios que no tienen problema a la ahora de apostar económicamente por un producto de gran calidad de sonido. Por otra parte por su diseño, que rompe con las tendencias actuales vistas en otros productos. Así que si buscas auriculares pequeños, poco vistosos y no te centras tanto en la calidad de sonido, estos Yamaha no son para ti. Pero si estás aquí porque te interesa distinguir todos los matices de los sonidos, contar con unos auriculares con cancelación de ruido firmada por Yamaha y te dedicas a la música, sigue leyendo.

Yamaha TW-E7B
TipoAuriculares True Wireless Bluetooth
Cancelación de ruido activa
Cancelación de ruido pasivaSí, intrauriculares con puntas en silicona suave, incluidas tallas XS, S, M y L
Altavoces/drivers usadosUn transductor dinámico de 10 mm
BateríaHasta 22 horas (auriculares más caja)
6 horas de autonomía (auriculares)
16 horas de autonomía (caja)
ConectividadBluetooth 5.2
Codecs soportadosSBC, AAC, Qualcomm aptX
ColoresNegro, blanco, beige y azul oscuro
ResistenciaCertificación IPX5
Peso7,3 gramos (cada uno), 69 gramos con caja
Fecha de lanzamientoDisponible
Precio300 euros

Diseño apto para orejas normativas

Servidor tiene unas orejas relativamente pequeñas. Es una curiosa herencia paterna que me obliga a cambiar, sí o sí, las almohadillas de todos los auriculares que pruebo. Mi tamaño suele ser el más pequeño para conseguir que la goma encaje en mi canal auditivo y el resto del auricular se apoye en el resto de la oreja sin problema. Pues bien, he encontrado algún que otro problema de sujeción con estos Yamaha TW-E7B. Pero ojo, que hay solución.

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En Yamaha son conscientes de que estos true wireless tienen un cuerpo generoso y poco normativo. Se alejan del aspecto de un auricular clásico y apuestan por la forma de botón con una superficie circular plana y grande. Acompañada, por cierto, de un segundo circulito de menor tamaño que da el toque distintivo al equipo. Quizá por eso, para ofrecer más soluciones a usuarios como yo hayan incluido nada menos que cuatro pares extra de almohadillas de diferentes tamaños. Tanto es así que, en esta ocasión, no he tenido que apostar por el tamaño más compacto, sino el segundo más pequeño. Con ello ya he conseguido colocarme los auriculares sin demasiado problema.

Y digo demasiado porque hay un tema más en su diseño que resulta importante: su sujeción en la oreja más allá de la almohadilla. Con el fin de encerrar su tecnología dentro de la oreja, el cuerpo de estos Yamaha TW-E7B cuenta con una ligera curvatura que ayuda a sujetarse correctamente y a lanzar todo el sonido sin vibraciones ni problemas hacia el oído. Pues de nuevo mi pequeña oreja ha hecho de las suyas. Sin embargo, con algo de práctica es fácil encontrar la pequeña hendidura del cuerpo de estos auriculares para colocarlos correctamente. Sí, es una curva de aprendizaje de uso que otros auriculares no presentan, pero es cierto que estos Yamaha TW-E7B están enfocados a otros menesteres.

Salvo estas pequeñas problemáticas personales, el diseño de los Yamaha TW-E7B parece bien pensado para soportar unas cuantas horas de escucha sin problema. Y es que, a pesar de lo aparatoso de su tamaño, son realmente ligeros y ergonómicos. Por cierto, su caja contenedora y de carga también supera con creces las dimensiones del resto de auriculares que he probado a lo largo de este 2022. Un precio a pagar para contar con toda la tecnología de Yamaha. No son los auriculares más cómodos para llevar en el bolsillo, pero es que su público no es aquel que sale siempre con los auriculares de casa.

Como detalle sobre su diseño, me ha llamado poderosamente la atención la textura de la superficie circular de estos Yamaha TW-E7B. Cuenta con un acabado como manchado, con textura porosa, que ayuda a que no se ensucien realmente y no acaben con un acabado mate o brillante liso. Para gustos los colores, pero a mi me parece inteligente para evitar las manchas de huellas que suelen poblar estos aparatos. Además son resistentes a las salpicaduras ya que tienen certificación IPX5.

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El peso total del conjunto es de 69 gramos, pero su verdadero problema es el generoso volumen. Aun así, Yamaha ha trabajado para ofrecer diferentes acabados si queremos lucir estos auriculares: negros, beige, blancos y azul marino (con detalles en marrón).

La calidad de sonido: la razón de ser de estos Yamaha TW-E7B

Pero la clave de estos Yamaha TW-E7B no viene tanto por su diseño (que también, porque es una parte activa de la calidad de sonido que consigue) es su sonido. Aquí Yamaha ha demostrado poner sobre la mesa todos los años de experiencia y tecnologías desarrollados para conseguir un sonido limpio, sin distorsiones y que se parece lo máximo posible a lo capturado por el artista o el productor de la música que estás escuchando. Y aunque es sutil, este nivel extra de calidad de sonido lo he podido notar durante toda la semana de uso. Tanto con música (especialmente R&B y otros estilos con ritmos fuertes y bajos melódicos) como con sencillos podcasts. Y es que poder distinguir claramente las melodías o identificar sonidos como una respiración rasgada me ha hecho darme cuenta de que nos perdemos mucha información y detalle de nuestros grupos y podcasts favoritos si no contamos con buenos auriculares.

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Según Yamaha, para conseguir esto tiene mucho que ver no solo contar con un driver de 10 mm dentro de la estructura de estos Yamaha TW-E7B. También el diseño de campana y los materiales que llevan el sonido producido hasta el interior de la oreja sin distorsiones también son importantes. Son elementos dentro de lo que Yamaha llama True Sound, que no es otra cosa que un conjunto de tecnologías de mejora del sonido. Entre ellas también hay otras como el Tonal Balance o el balance de tonos que se encarga de enriquecer las armonías y recrear el sonido de forma que cada oído escuche lo que el artista o el creador buscaba. Y es que, además de tener orejas pequeñas como las mías, cada persona escucha de una forma diferente. Incluso cada oído percibe el sonido de manera distinta. Con esta tecnología se busca suplir carencias o tratar de mejorar el sonido para escucharlo todo.

En mi experiencia durante estos días he notado algunos detalles interesantes. Por un lado los bajos y graves, que consiguen estar presentes a cualquier volumen. Gracias a ello el sonido se siente completo en cualquier momento y situación, tanto que he llegado a descubrir melodías que hasta ahora estaban ocultas para mí o ritmos que antes pasaban desapercibidos. Yamaha dice que estos auriculares cuentan con Listening Care Advanced para ajustar las frecuencias inteligentemente y mantener el sonido estable y completo a cualquier volumen. Desde luego el resultado es muy bueno y es palpable. Aunque he disfrutado de la potencia de estos bajos subiendo el volumen no han desaparecido al bajarlo.

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También he disfrutado de la experiencia de conocer un poco más las voces de los podcasts que sigo. Algo que he apreciado incluso en los anuncios hablados de Spotify. Con estos Yamaha TW-E7B puedes percibir detalles mucho más concretos en el timbre de las voces. La respiración, las voces rasgadas y el color de cada uno de los interlocutores (si la producción es buena) quedan reflejados. Vaya, que ha sido toda una experiencia de redescubrimiento para mi.

Cancelación de ruido notable fuera y dentro de las llamadas

¿Pero qué son unos auriculares hoy en día si no cuentan con cancelación de ruido? Pues bien, los Yamaha TW-E7B vienen preparados con varios modos muy interesantes. Desvelaré que, además de en el metro y por la calle, tengo un truco especial para probar la cancelación de ruido de unos auriculares: usarlos mientras paso el aspirador. Gracias a los diferentes ruidos de este aparato, que en muchos casos tienden hacia los agudos que son más complicados de cancelar, sé si unos auriculares cumplen o no en esto de la cancelación. Y sí, los Yamaha TW-E7B cumplen con creces.

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Parece ser que tanto la cancelación pasiva de los ajustes y diseño de los auriculares y toda la tecnología de cancelación activa, con sus micros internos, ayudan a que el ruido no solo no esté en segundo plano, sino que llegue a pasar desapercibido en algunos momentos. Sí, te aseguro que puedes disfrutar de música pasando el aspirador con un leve zumbido de fondo. De hecho, es probable que ni te enteres de que llaman a la puerta de casa si estás en plena faena con los Yamaha TW-E7B puestos.

Eso sí, hay otros modos de cancelación más en estos auriculares que deberías conocer. Por un lado está el sonido ambiental. Ese modo alerta que venimos viendo en otros auriculares con cancelación y que permite filtrar sonidos y ruidos del entorno para caminar escuchando música seguros por la calle, por ejemplo. Pues bien, aquí Yamaha no corrige el principal problema de esta función, y es que recoge esos sonidos y los potencia sobremanera. Sí, he podido seguir escuchando mi música sin problema, pero es la herramienta ideal para cotillear conversaciones ajenas o para asustarte si oyes un claxon o un camión pasando por la calle. Demasiada potencia para un modo alerta.

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Por otra parte, estos Yamaha TW-E7B cuentan con cancelación de ruido avanzada que se encarga de medir el ruido interno y externo y lo eliminan sin alterar la señal del audio. Básicamente es como una cancelación de ruido adaptada al entorno. Ha sido mi modo de uso favorito durante estos días, y apenas he notado la diferencia al deshabilitarlo, pero parece que se adapta al ruido del entorno.

En definitiva, una cancelación de ruido superior a la media del resto de auriculares que he estado probando este año. Son eficaces en su desempeño con todo tipo de ruidos y molestias. Sin embargo, un medo alerta o sonido ambiental más comedido hubiera puesto la guinda a esta funcionalidad en los Yamaha TW-E7B.

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Y, por supuesto, toda esta tecnología se adapta a las llamadas telefónicas. No he tenido ningún problema a la hora de llamar desde el metro o en una calle con obras para escuchar al interlocutor. Además, los Yamaha TW-E7B hacen lo posible para que la persona que está al otro lado tampoco escuche demasiado contexto. Eso sí, he descubierto que la mejor calidad de llamada y cancelación de ruido depende mucho del terminal o móvil que uses. Así que no se les puede cargar toda la responsabilidad a estos auriculares de Yamaha, aunque vuelven a cumplir con creces.

Conectividad errática pero suficiente batería

Tengo que decir que uno de los puntos más flojos en mi experiencia con los Yamaha TW-E7B es la aplicación y la conectividad entre el dispositivo y mi móvil. Por suerte, salvo unas primeras experiencias, el resto de la semana de uso no me he encontrado con más problemáticas. Y eso que no ha habido actualización alguna de los auriculares. El caso es que durante su uso, los primeros días, los auriculares tenían a bien apagarse y desconectarse del móvil. Sin previo aviso y sin razón aparente. Algo que cortaba de raíz mi experiencia y me hizo tener que sacar la caja en más de una ocasión, meterlos en ella, comprobar la conectividad de mi móvil y repetir el proceso. Uno de los días, incluso, uno de los auriculares decidió ir por libre y no encenderse ni vincularse. Por suerte, como digo, estos problemas no se han repetido más. Al menos hasta este punto de no funcionar. Y solo tuve que meterlos en la caja y reiniciar la conexión Bluetooth para que todo funcionase como debería.

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Pero también hay otra crítica en este aspecto de conectividad con el móvil: la app de Yamaha. Me ha resultado errática y poco útil para todo lo potentes y capaces que son estos auriculares. Además de no poder detectar y conectar inicialmente los auriculares, la app queda completamente inútil si los auriculares no están en mis orejas. Solo cuando todo está en marcha puedo abrir la app y revisar diferentes ajustes o cambiar el modo de escucha. Además, el diseño de la aplicación está poco cuidado y sus funcionalidades no están a la par con lo que estos auriculares pueden hacer. Me explico: en la app solo vas a poder cambiar el modo de escucha y ecualizar el sonido que llega a tus orejas. También puedes activar tecnologías extras como el modo juego o el cuidado del oído y la escucha optimizada. Pero no hay opciones para personalizar las acciones de los botones físicos de los auriculares. También se echa en falta un control para saber si los auriculares están bien puestos en las orejas. Algo que no está de más dado que no son los más ergonómicos del mercado. Eso sí, desde la app puedes acceder a un vídeo explicativo en inglés para informarte de cómo ajustarte correctamente los auriculares. Sin duda, Yamaha podría pulir varios detalles de estilo, funcionalidades y funcionamiento en esta app.

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Respecto a la batería, Yamaha asegura ofrecer alrededor de 20 horas de autonomía en estos Yamaha TW-E7B. Gracias al tamaño de los auriculares es posible reproducir hasta 6 horas de música sin carga. De nuevo, el volumen de la caja de los auriculares tiene su punto fuerte aquí, dotando al equipo de 14 horas de autonomía extra. No es la más avanzada del mercado, lo que le quita puntos teniendo en cuenta el tamaño de la caja. Aun así está en la media. Eso sí, tardarás 3 horas en cargarlos por completo. Lo bueno es que con 10 minutos de carga disfrutarás de 1 hora de autonomía. Ideal para un día que vayas con prisa.

Conclusiones tras una semana de uso

Una semana puede ser poco para probar a fondo unos auriculares de calidad. Y es que hay muchas situaciones que no habré podido experimentar en tan poco tiempo. Pero precisamente esto hace que los Yamaha TW-E7B sobresalgan en los detalles que sí me han sorprendido en pocos días. Sin duda, son ideales para quienes buscan calidad, definición, respeto por el tono y el detalle del sonido. Están un escalón por encima de la media en este aspecto. Y ojo a su cancelación de ruido, que cumple con creces gracias a taponar perfectamente tus orejas y al micrófono que detecta el ruido del ambiente para bloquearlo.

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Sin embargo, tras mi experiencia con otros fabricantes veo detalles que Yamaha podría corregir para próximas ediciones. Por un lado los errores puntuales de conexión y, por otro, la aplicación. Detalles que mejorarían la experiencia, y donde quizá podríamos modificar el comportamiento de los botones para adecuar su comportamiento a nuestros gustos.

Eso sí, a título personal encuentro uno de los mayores hándicaps de los Yamaha TW-E7B en el diseño. Son diferenciales y acaban siendo cómodos, sí. Pero la curva de aprendizaje para usarlos puede ser algo pronunciada. Además, no dejan de ser grandes. Sobre todo la caja contenedora.

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Pero me queda claro que estos auriculares están pensados para los que buscan la calidad de sonido y no para los que se preocupan de llevar los auriculares en el bolsillo. Claro que ojalá tenerlo todo teniendo en cuenta el precio de 300 euros. En definitiva, unos auriculares para los melómanos que no estén tan interesados en llevar los auriculares más compactos y ligeros del mercado, sino para cargar con el mejor sonido que puedan llevar en el bolsillo.

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