¿Imaginas tener en casa siempre disponible agua con gas? No porque siempre tengas una botella en la despensa. Sino porque, cuando se te acaba una, puedes “crear” otra directamente. Sin tener que ir al supermercado. Sin generar deshechos. Con toda la maquinaria en casa para hacerlo al instante. Pues esto es lo que propone SodaStream con sus máquinas gasificadoras de agua. En otras palabras: aparatos para hacer agua con gas en tu propia casa.
La idea es ayudar al medio ambiente a reducir la producción y consumo de plástico. O al menos así lo defiende SodaStream. Y es que, al usar una única botella para guardar tu agua con gas, estás ahorrándole al planeta hasta 3.070 botellas de plástico. Con un solo cilindro de CO2 se pueden generar hasta 60 litros de agua con gas. Con lo que, entre una cosa y otra, estaríamos evitando el consumo habitual de plásticos que supone comprar botellas de agua con gas embotellada. Nosotros no hemos podido comprobar esta eficiencia ambiental, pero sí hemos probado de primera mano el sistema y el resultado. Y eso es lo que te vamos a contar a lo largo de este análisis.
Todo mecánico, sin gasto eléctrico, y muy sencillo de montar
La verdad es que, a priori, teniendo en cuenta los procesos para gasificar el agua, pensé que el sistema requería algún tipo de bomba o de energía para funcionar. Pero la máquina Terra de SodaStream es completamente mecánica. Con lo que puede usarse en cualquier lugar. De hecho yo no la he tenido ubicada en la cocina junto a otros electrodomésticos, sino en un rincón del despacho. Siempre lista para “echar un poco de gas” al agua que sí guardo en la nevera.
El montaje del equipo también me ha resultado muy fácil. El sistema se compone de tres piezas: la máquina Terra, el cilindro de CO2 alimentario y la botella única donde guardar el agua sin gas y que albergará el resultado final. Para montarlo basta con retirar la carcasa trasera, encajar sencillamente el cilindro en el hueco y ajustarlo con la palanca, y cargar la botella con el agua en el momento en el que la queramos gasificar. Todo en caja en su lugar y salvo detalles como tener la técnica suficiente para encajar la botella y que quede en suspensión como debe, no hay ninguna dificultad. Por eso es posible tener la máquina en cualquier lugar.
Mientras tanto, lo más recomendable es mantener la botella única cargada de agua hasta el nivel marcado guardada con agua en el frigorífico. El agua fría es más fácil de gasificar y, con estos calores ya estivales nunca está de más que, además del toque chispeante de las burbujas, también esté fresca. Pero ¿cómo se hace el agua con gas en casa?
Proceso instantáneo y con buenos resultados
Otra sorpresa (nunca había investigado cómo se incluía el gas en el agua con gas) ha sido el proceso de gasificación. Como todo está mecanizado, solo hay que llevar la botella de agua a la máquina, encajarla con cierta maña y cero fuerza y pulsar en un botón. Aquí también hay que desarrollar cierta técnica para conseguir que el agua esté todo lo burbujeante que queremos. Lo normal es apretar el botón durante uno o dos segundos hasta en tres ocasiones. Pero si te gusta el agua con gas más intenso, puedes pulsar hasta 5 veces.
Mis primeras experiencias han sido temerosas. Y no ha sido hasta la segunda botella de agua cuando he pulsado sin miedo el botón el tiempo necesario y las veces justas para dejarlo a mi gusto. Como en la cocina, al final toca experimentar para encontrar el punto idóneo. Y lo bueno es que con este sistema de la máquina Terra lo puedes acomodar aunque te lleve algo de tiempo y práctica.
Solo hay que jugar con el botón, contando los segundos y el número de pulsaciones para introducir más o menos gas en el agua. Ahora bien, en las instrucciones solo se habla de agua, sin que se recomiende este aparato para devolver las burbujas a una Cocacola que lleva tiempo abierta, por ejemplo. Hemos preferido no hacer experimentos para evitar dañar la boquilla del gas y el resto de elementos. Pero es bastante probable que sea posible introducir gas en casi todo tipo de bebidas. Eso sí, para evitar el deterioro de la botella única de agua, con la que al final se ahorra plástico, lo recomendable es usar solo agua y no maltratar demasiado el recipiente. Aunque sí permite su limpieza en lavavajillas.
Todo lo bueno se acaba
Eso sí, este sistema es finito. Al final, la máquina Terra de SodaStream depende de los cilindros de gas o CO2 alimentario para crear el agua con gas. Según SodaStream, un cilindro puede producir hasta 60 litros de agua con gas. Pero claro, depende de cuánto gas introduzcamos en esa agua habitualmente. Aquello de las tres o las cinco pulsaciones del botón, y el tiempo que permanezcamos pulsándolo de lo que te hablaba más arriba, marcan la durabilidad de estos cilindros. Por supuesto, SodaStream cuenta con un servicio de sustitución de cilindros que puedes usar desde su web, tanto para cambiar los cilindros vacíos como para comprar nuevos recambios y tener siempre un extra.
Pues bien, aquí sí hay que desembolsar dinero. El coste por el servicio de recambio es de poco menos de 20 euros. SodaStream te manda un cilindro lleno y te recoge el cilindro vacío. Eso sí, tienes que pagar casi 13 euros extra como fianza hasta que la empresa reciba el cilindro en sus almacenes. Y es que el diseño de este contenedor es propietario y no se pueden comprar per se, sino que se usan bajo licencia. Lo bueno es que puedes adquirir algún cilindro más extra por 20 euros más para tener recambio y no quedarte sin gas.
Entonces, ¿compensa económicamente? Pues depende del uso que le des. Gasificando de forma media (3 pulsaciones) la botella, se calcula que un cilindro de SodaStream ofrece unos 60 litros de agua con gas. Si el precio medio del agua con gas en el supermercado de referencia está a 0,4 euros el litro, SodaStream lo rebaja a 0,33 euros en este caso. Por lo que sí. Sin tener en cuenta el esfuerzo de tener que ir al supermercado a comprar el agua con gas o el precio extra que puede suponer que te lo envíen a casa.
Conclusiones tras una experiencia gasificante
Si eres un usuario empedernido del agua con gas, el sistema de SodaStream tiene ciertas virtudes para ti. Siempre vas a tener agua con gas en unos segundos. Y su coste puede llegar a ser rentable a la larga. Además estás ayudando al medio ambiente con el cambio de paradigma a la hora de consumir agua con gas con el sistema. Todo ello pudiendo, además, regular el nivel de burbujas o incluso creando recetas con los sabores extra que venden en la web de SodaStream.
Eso sí, necesitas hacer un desembolso inicial de 90 euros. Y lo más recomendable es comprar algún cilindro y botella de agua única extra para tener recambios siempre a mano. Así que los plazos a nivel rentabilidad se alargan algo más. Además, tendrás que estar pendiente de recoger y refrescar (si así lo quieres) el agua.
En definitiva, una buena herramienta si eres fan de este producto. Eso sí, además del desembolso inicial tendrás que encontrare el hueco para la máquina. No es especialmente aparatosa, pero es bastante alta (42,8 cm y 1,2 kg). Lo bueno es que no necesita ningún enchufe cerca.