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Windows 11 ha recibido su primera gran actualización desde que fuera presentado el 5 de octubre de 2021. De este modo, febrero ha sido el mes en el que el sistema operativo de Microsoft por fin ha traído las aplicaciones Android para todos los usuarios, un nuevo reproductor multimedia o el rediseño de una aplicación tan básica como el bloc de notas. No obstante, todo esto se ha producido en el canal oficial y estable del sistema.

Si eres Insider, ya tendrás disponible la Build 22557, un lanzamiento de desarrollo que devuelve el gesto arrastrar y soltar de la barra de tareas, otorga un nuevo diseño a las barras del control de volumen y brillo y permite crear carpetas en el menú de Inicio. Y sí, esta build también incorpora una nueva interfaz para el administrador de tareas. ¿Quieres conocerlo más a fondo? Sigue muy atento porque te lo contamos todo.

Para qué sirve el administrador de tareas en Windows 11

El administrador de tareas en Windows 11 es una utilidad básica del sistema diseñada para controlar los procesos que se ejecutan y el rendimiento del equipo. Uno de los principales fallos que se le podían achacar a esta última versión presentada por Microsoft es que esta herramienta no fue rediseñada. Por lo tanto, contaba con el mismo aspecto que en el sistema saliente, Windows 10.

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A pesar de estas discordancias entre las líneas de diseño de la interfaz del sistema y el administrador de tareas, sus funciones han continuado siendo las mismas.

  • Control de procesos. En esta pestaña, se encuentra un listado completo con todos los procesos que se mantienen activos en el sistema operativo. Aquí aparecen las aplicaciones que has abierto, su consumo de memoria y los recursos del procesador que requieren. Además, también se informa de la carga sobre el disco y la red de cada ejecución. Por otro lado, se incluyen procesos que no has abierto tú y que son necesarios para que el sistema funcione correctamente.
  • Rendimiento del equipo. La pestaña de rendimiento es una de las más interesantes. En ella se muestran gráficos en tiempo real en los que puedes ver la evolución del rendimiento del equipo. El porcentaje de uso de la CPU, la memoria RAM, la red, el disco y la GPU están disponibles aquí, además de datos absolutos como los GB de memoria que se están consumiendo.
  • Historial de aplicaciones. Una sección en la que aparece un historial con todas las aplicaciones que se han ejecutado, el tiempo que han estado activas y la cantidad de datos que han consumido. Cuenta con un enlace denominado Eliminar historial de uso que pone a cero estas estadísticas.
  • Aplicaciones de inicio. El apartado dedicado al software que se ejecuta con el sistema es uno de los que más te recomendamos visitar cuando tienes problemas de rendimiento. Además de listar todas las aplicaciones de inicio, el administrador de tareas te da la posibilidad de bloquear su ejecución. Recuerda que borrar algunas utilidades de esta lista provocará la pérdida de prestaciones, como que OneDrive o Google Drive comiencen a sincronizar archivos nada más iniciar el equipo.
  • Tareas de los usuarios. Esta no es más que una vista de todas las tareas, pero clasificadas por usuario. Aquí aparece una lista completa de los procesos que ha ejecutado cada uno y el consumo de CPU, RAM, disco y red que están llevando a cabo. Es una sección imprescindible para aquellos equipos que son empleados por más de una persona.
  • Vista detallada de las tareas. Aquí encontrarás una radiografía de cada tarea con detalles como el estado, el nombre del propietario y la arquitectura de la aplicación.
  • Servicios. Cerramos este repaso a las funciones del administrador de tareas en Windows 11 hablándote de la pestaña de Servicios, en la que podrás consultar todas las ejecuciones de Windows que habilitan funciones como el cifrado de la unidad o el audio del equipo.

Así es el nuevo administrador de tareas en Windows 11

Ahora ya conoces todas las funciones del administrador de tareas en Windows 11. Es momento de echar un vistazo a su nueva interfaz. Como es una de sus principales novedades, todas las capturas que hemos extraído llevan el modo oscuro habilitado. Este es el aspecto de la página de procesos del nuevo administrador de tareas:

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Por otro lado, los gráficos en tiempo real son realmente parecidos a los de Windows 10. En realidad, parece que Microsoft ha incrustado esta sección dentro de un contenedor más moderno:

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Seguimos este repaso echando un vistazo a la sección del historial de aplicaciones. Aquí, de nuevo, la sensación es la misma. Se trata de un listado con aspecto de Windows 10 dentro de una ventana con el diseño de Windows 11.

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El problema se repite una vez más en el apartado de las aplicaciones de inicio.

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Y, finalmente, comprobamos este mismo problema con el apartado de usuarios.

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Donde sí que hay cambios es en la configuración de la aplicación. Ahora el acceso directo se ubica en la esquina inferior izquierda, como es habitual.

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En el panel de ajustes encontraremos parámetros que nos permiten cambiar la página principal al abrir el administrador de tareas o la velocidad de actualización de los gráficos, entre otras cosas. Eso sí, de momento todos los elementos nuevos de la aplicación aparecen en inglés, mientras que los heredados desde Windows 10 están traducidos.

¿Esto es todo? Aún hay mucho camino por recorrer

Tal y como has podido comprobar, la apariencia del administrador de tareas en Windows 11 ha mejorado notablemente. Ahora es compatible con el modo oscuro de la interfaz y las líneas de diseño se han adaptado parcialmente a las del sistema. Sin embargo, todavía es fácil advertir muchos elementos de Windows 10. Asimismo, debemos contarte que el rendimiento de esta nueva versión es deficiente, con un claro efecto de ralentización al redimensionar la ventana, por poner tan solo un ejemplo. Como se trata de una versión en desarrollo, esperamos que Microsoft pronto ataje todas estas cuestiones e implemente de una vez por todas el administrador de tareas que Windows 11 se merecía desde el principio.

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