Mi experiencia de uso con el Xiaomi Mi 11 tras tres semanas

Xiaomi sigue adelante con su estrategia de traernos móviles como churros. Pero, en este caso, no hablamos de un lanzamiento cualquiera. El Xiaomi Mi 11 es el buque insignia de la marca, un equipo que viene dispuesto a competir de tú a tú con los grandes del mercado. Un equipo que llama la atención desde el primer vistazo por su gran pantalla de 5,81 pulgadas y de tecnología SuperAMOLED, junto a una cámara de 108 megapíxeles en la trasera y un conjunto técnico sobresaliente.

Todo ello con el añadido de un buen altavoz para disfrutar de tú música o enseñarle un vídeo de YouTube a tus amigos y una batería que, sobre el papel, nos tiene que dar para disfrutar del móvil a lo largo de todo el día. Eso sí, con algún que otro pero ya que los 120Hz de la pantalla pesan bastante en esto de la autonomía. Aquí os traigo un análisis del Xiaomi Mi 11 con sus características y mi experiencia de uso con opiniones para que conozcáis de primera mano cómo ha sido trabajar y disfrutar de ocio con este móvil. Por cierto, ya se puede comprar en España a un precio de 750 euros.

Cámara notable, pero no sobresaliente

La cámara del Xiaomi Mi 11 cumple con nota en casi cualquier escena, pero no me parece que sobresalga por encima de su competencia en ningún apartado. Es una cámara todoterreno pero que no enamora. El conjunto principal se compone de:

• Sensor principal 108 megapíxeles con tamaño de sensor de 1/1,33 pulgadas y tamaño de píxel de 0,8μm, apertura de f/1.85
• Sensor secundario con lente gran angular de 12 megapíxeles con FOV de 123 grados y f/2.4
• Sensor terciario con lente macro de 5 megapíxeles

Como es habitual en la cámara principal, no se suele aprovechar toda la resolución de 108 megapíxeles, sino que se toma la información de cuatro píxeles en uno y la imagen fusionada cuenta con un mayor nivel de detalle. Esta cámara principal cumple perfectamente en condiciones de buena luz y se defiende cuando hay oscuridad. Eso sí, lo que he notado es que sufre más si hay fuentes de luz como la del sol o las luces de la noche que otros modelos de la competencia. Si tomas fotos controlando este aspecto los resultados son buenos y con poco ruido en caso de las fotos nocturnas.

Pero quizás el punto que más dudas me ha generado es el enfoque cuando las condiciones de luz no son óptimas. En este caso, la cámara es bastante lenta para enfocar y realizar el disparo. En buenas condiciones de luz, funciona correctamente e incluso es capaz de enfocar objetos en movimiento con bastante finura. Con todo, da la impresión de que esta vez Xiaomi no ha querido quemar todas sus naves en el campo de la cámara y se ha centrado más en otros aspectos como la pantalla curva o el atractivo diseño.

El segundo sensor es de tipo ultra gran angular, bastante amplio. Es bueno si vas a tomar fotos con condiciones de luz idóneas, pero se nota ruido en cuanto cae la luz. El tercero es el de tipo macro, es decir, pensado para tomar fotos de detalle. Aquí le daría un tirón de orejas a Xiaomi por darle tan poco relevancia a este objetivo. De hecho, ni siquiera está dentro de los modos principales. Tienes que ir a la barra de configuración de tres puntos de la esquina y después seleccionar el modo Super macro. Al principio hasta dudé de estar leyendo bien las especificaciones hasta encontrarlo. Tampoco puedes acceder a ello a través del modo IA (Inteligencia Artificial), como sí ocurre en el caso de otros modelos que identifican cuando estás tratando de enfocar objetos cercanos. El resultado de las fotos tomadas con este sensor no está nada mal, pero para que salgan enfocadas tienes que ponerlo muy cerca del objeto en cuestión, si no no terminan de enfocar. Es un tipo de sensor que a mí siempre me ha dado mucho juego.

Claro que la apuesta por el sensor de tipo macro ha dejado fuera del plantel el sensor de tipo teleobjetivo. Es decir, el que lleva a cabo el zoom. La verdad es que tenemos un zoom de hasta 30X de tipo digital, pero los resultados a mi entender dejan bastante que desear, no se pueden comparar con un sensor dedicado.

Si las cámaras traseras me han dejado dudas, la delantera me ha dado muy buenos resultados en todo tipo de condiciones. El efecto belleza que muchas veces se lleva por delante la naturalidad de la foto en este caso está bastante suavizado, y lo cierto es que he disfrutado con las tomas. El modo retrato está bastante conseguido captando bien dónde esta el primer plano y dónde el segundo. Quizás lo único que le falta es disfrutar de un segundo sensor para poder tomar fotos algo más amplias de grupo, pero por lo demás una cámara que deja muy buen sabor de boca.

Pantalla curva de tipo SuperAMOLED

Si te preguntas dónde ha puesto sus esfuerzos la compañía china, es aquí. En la pantalla del Xiaomi Mi 11. Ojo, hablamos de un panel de nada más y nada menos que 6,81 pulgadas. Es decir, lo mismo que el Samsung Galaxy S21 Ultra.

Hablamos de un panel con tecnología SuperAMOLED, la misma que llevaban los terminales de Samsung hasta el cambio reciente a una versión algo superior llamada Dynamic AMOLED 2X. Este tipo de tecnología logra unos negros más profundos y además un menor consumo de energía ya que cada pixel se apaga y se enciende de forma separada. La experiencia de visionado del Xiaomi Mi 11 es muy buena, con colores bien definidos y ricos y un excelente nivel de brillo para ver el panel incluso en exteriores en un día soleado.

La resolución es WQHD+, de 3.200 x 1.440 píxeles. Es una resolución notable propia de un móvil top (muchos están optando por resoluciones Full HD+). Sinceramente, una resolución Full HD puede ser más que suficiente para disfrutar de este panel. Buceando en la configuración, se puede optar por bajar la resolución y también tenemos una opción (activada por defecto) que sea el propio sistema el que cambie la resolución según el uso que le estemos dando.

La pantalla está curvada en los laterales, lo que le da al móvil un aspecto muy elegante y también genera la sensación de que estamos disfrutando de un panel todavía más grande. Eso sí, la contra de este tipo de paneles siempre es que están más desprotegidos frente a golpes o caídas y que el coste de reparación de un panel curvo es mayor.

Por cierto, hay que decir que la pantalla tiene una frecuencia de actualización de 120Hz, algo que han empezado a incorporar la mayoría de los móviles top de los últimos meses. A nivel práctico, eso significa unas animaciones más fluidas cuando cambias entre menús y lo mismo a la hora de jugar. Esta sensación de agilidad es atractiva, pero traga batería de una forma notable. Tengo la sensación de que este aumento en la tasa de frecuencia ha llegado algo pronto a los móviles y harían falta baterías más grandes o una mayor eficiencia.

Diseño premium por todos los costados

Hay que reconocerlo. El Xiaomi Mi 11 es un terminal muy elegante y estilizado, que luce muy bien gracias a su pantalla curva y a la cámara delantera perforada en el propio panel. Además, cuenta con un grosor de 8 milímetros y 196 gramos. Es decir, realmente ligero para las cerca de 7 pulgadas de grosor. Esto tiene su contrapartida, claro. Lo hablo con más detalle en el apartado de la autonomía, pero no me hubiera importado un grosor y peso algo mayor por ganar en horas de uso.

El diseño está muy enfocado a seguir las curvas de la pantalla, con marcos metálicos y cristal en la parte trasera con un aspecto mate y, sobre todo, capaz de evitar huellas. Al menos en la configuración que he probado de color negro, la presencia de huellas es apenas perceptible. Algo que agradezco y mucho a nivel usuario. No es mate por completo, ya que refleja la luz con un brillo bastante atractivo y destacando el logo de Xiaomi en la parte inferior izquierda con la etiqueta 5G. Quizás el único pero es que es algo resbaloso al agarre por la capa antihuellas, aunque no es exagerado como en otros modelos que he podido probar.

En cuanto al módulo de cámaras, sobresale respecto al diseño pero sin ser exagerado. Tiene un formato cuadrado con las puntas redondeadas y curiosamente cuenta con tres «alturas», la de la cámara principal que es la que más sobresale, luego la cámara ultra gran angular y finalmente la cámara macro junto al flash, que son los que menos grosor añaden. Al final, se trata de un módulo que me ha dado una buena sensación visual y que combina bien con el resto del diseño.

La compañía asiática ha optado por centrar los botones y los distintos elementos en el lateral derecho y en la parte superior e inferior, liberando el lateral izquierdo. En el lateral derecho se sitúan los botones de volumen y de encendido. En la zona superior tenemos uno de los altavoces y los micrófonos. Me ha gustado mucho el detalle de que aparezca en esta zona el logo de Harman Kardon, que es quién se encarga del audio de este Xiaomi Mi 11. En la parte inferior tenemos el otro altavoz, la entrada de la SIM y el conector USB de tipo C.

Hablando de audio, me ha gustado el trabajo en este equipo tanto a nivel de potencia del altavoz como la nitidez. La experiencia es rica y con bastante detalle, e incluso con el sonido al máximo la distorsión es muy suave. ¿Qué significa a nivel práctico? Es normal que si quieres disfrutar al máximo de la música o el audio de una serie o película uses auriculares, pero incluso sin ellos las sensaciones son buenas. Y podrás enseñarle un vídeo de YouTube a tus amigos en la calle con la tranquilidad de que se va a oír.

Un conjunto técnico a la altura

En las entrañas del Xiaomi Mi 11 nos encontramos un procesador Qualcomm Snapdragon 888, junto a una memoria RAM de 8 GB y 128 GB de almacenamiento interno. Este chip cumple con creces y en ningún momento he tenido sensación de que se ralentice o le cueste correr alguna aplicación o juego. Lo he puesto a prueba con el Asphalt 9: Legends y la experiencia ha sido fluida y bien aderezada con el sistema de audio de Harman Kardon.

La puntuación del Xiaomi Mi 11 en el test de Geekbench 5 es de 1.081 en el procesamiento con un núcleo y de 3.465 en los procesos con varios núcleos. Por ponerlo en perspectiva, el Samsung Galaxy S21+ tiene 783 puntos en un solo núcleo y 3.049 puntos en procesos de varios núcleos.

En cuanto a la velocidad de la memoria, lo hemos sometido a la prueba de A1 SD Bench y los resultados son de 1.150 Mb/s en lectura y 242 MB/s en escritura. Es decir, en acceso a disco es ligeramente más rápido que el S21+ pero en escritura está muy por debajo (la mitad de velocidad).

Autonomía muy justa

La autonomía del Xiaomi Mi 11 es el apartado que más dudas me ha generado a la hora de probar este móvil. Me aguanta toda una jornada pero bastante justo. Es cierto que en el panorama actual es menos perceptible, por lo menos para mí que teletrabajo, pero cuando me toca salir o me muevo por la ciudad tengo esta sensación constante de sufrimiento por no saber si el móvil me va a aguantar todo el tiempo que esté fuera.

En ese caso, ayuda bastante el modo de ahorro de energía del Xiaomi Mi 11, que está muy conseguido. Pero, aún así, echo en falta un plus que me haga vivir más tranquilo cuando salgo o tengo un día intenso de actividad.

Precio y opiniones

El Xiaomi Mi 11 ya se puede comprar en España. Su precio de salida es de nada más y nada menos que 750 euros, lo que lo va a alejar de muchos bolsillos. Eso sí, sigue siendo un precio competitivo si lo comparamos con los terminales bandera de otras marcas que pasan fácilmente de los 1.000 euros.

En definitiva, estamos ante un smartphone que entra fácil por los ojos gracias a su diseño estilizado y su pantalla curva. Es un equipo potente, con una cámara que da buen resultado en casi cualquier entorno pero que no destaca sobre sus competidores. Y con una calidad de pantalla más que notable. Por el lado negativo, el único pero que se le puede poner es la batería, que en mi experiencia se queda algo corta para lo que me gustaría en el día a día.