Los televisores Loewe están reconocidos en todo el mundo por su diseño, imagen y sonido, todo un Made in Germany. Y la marca cumplirá pronto su centenario: en 2021 son 98 años de historia nada menos. Repasemos sus hitos conseguidos durante este recorrido.
Loewe hace 98 años: la radio
Fueron los hermanos David Ludwig y Siegmund Loewe quienes fundaron la empresa en Berlín allá por 1923. En ese año se introdujo precisamente la radio, un invento reciente, en Alemania, y fue a través de su ingeniero jefe, Manfred von Ardenne, brillante inventor y físico, como la compañía logró llevar a cabo posteriormente la primera transmisión inalámbrica de televisión. Esto fue algo decisivo para la invención propiamente dicha de la televisión, dando lugar en 1930 a la primera unidad de transmisión a partir de varios tubos amplificadores.
Un año después, en 1931, se presentó en la exposición internacional de radio su «Flying Spot Scanner» (escáner de punto de luz), una primitiva forma de captar imágenes para poderlas emitir en un televisor. Era el ancestro de las cámaras de televisión y esta aportación tuvo mucha repercusión mediática apareciendo, incluso, en la portada del New York Times.
Empieza el vídeo en 1951
En el año 1951 Loewe desarrolla el primer grabador de cintas de vídeo del mundo. Doce años más tarde, en 1963, la empresa alemana presentaba el primer televisor portátil del mundo. Y otra innovación llegaría dos décadas más tarde, que marcaría el camino de Loewe destacando por el sonido, además de la imagen, de sus televisores: en 1983 lanzaban el primer televisor estéreo de Europa.
La década siguiente la firma fue capaz de presentar al mundo en 1997 el primer televisor con acceso a Internet, que además integraba ya un disco duro, HDTV y otras innovadoras prestaciones. Todo un anticipo de los actuales televisores Loewe con sus prestaciones avanzadas de grabación y como servidor de medios gracias al Loewe DR+.
Diseño y fiabilidad por bandera
Loewe también ha destacado por su diseño: el modelo Art 1, todo un icono de diseño, estuvo expuesto en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (el famoso «MoMA») durante la década de los años 80. Sus diseños siguen cautivando porque son capaces de integrarse con las estancias: por delante, por detrás, de lado… un televisor Loewe es una escultura de metal y cristal que se admira aunque esté apagado.
Loewe Art 1 (1985)
Además de bonitos, los Loewe son fiables. Desde sus inicios el fabricante alemán se comprometió con la seguridad que implica ese «Made in Germany» en ofrecer productos punteros tecnológicamente pero, al mismo tiempo, duraderos y atemporales. Unos televisores y altavoces que siguen siendo resistentes al paso de los años gracias tanto a sus actualizaciones de software, como a la alta calidad de sus materiales y los cuidados acabados. Y todo ello bajo ese diseño elegante, limpio y simplista, en el que se cuida hasta el más mínimo detalle. Unas formas que a lo largo de su historia han sido galardonadas con más de 200 premios de diseño a nivel internacional.
Loewe, hoy
En 2019, tras un proceso de reconversión interno, Skytec Group Ltd se hace cargo de la marca, cambiando su denominación a Loewe Technology GmbH, operando desde Kronach, en la Alta Franconia (Alemania). Allí se siguen montando, y probando uno a uno, sus televisores. Además de las innovaciones que ha ido presentando año tras año, la firma siempre ha destacado por ser una de los de las pocas compañías europeas que fabrica en el propio continente.
Loewe cuenta en la actualidad con líneas de producto bien diferenciadas: Bild (televisores) y Klang (altavoces y sistemas de audio). Este año 2021 presentará diferentes soluciones que seguirán cumpliendo con su compromiso Made in Germany, donde el diseño elitista y atemporal, la sostenibilidad, la tecnología punta, el uso intuitivo, la cuidada fabricación y la tecnología modular seguirán siendo sus principales premisas.
