Los Reyes ya están aquí. Después de uno de los años más duros de nuestra vida, la recompensa ya está al caer. En apenas unas horas, Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente se pondrán manos a la obra con el reparto de paquetes. Los niños y las niñas tendrán que irse a dormir pronto y, en cuanto se den cuenta, un nuevo día habrá amanecido y todos aquellos regalos que tanto habían deseado estarán en su balcón. O casi todos.
Los más mayores disfrutarán de la magia de estos días irrepetibles y, si se tercia, tendrán ocasión de compartir con sus familiares y amigos infinidad de memes para echarse unas risas. Si tú también eres de los que envían memes y GIFS por doquier, aquí tienes una buena selección de contenido, lista para descargar y enviar. ¡Y felices Reyes!
Empecemos con los regalos. ¿Tú que prefieres? ¿A Melchor, a Gaspar o a Baltasar? Ten en cuenta que este último trae birra. ¿O era mirra?
La de los Reyes Magos es una tradición muy nuestra, así que no es extraño que en cuanto se le pida a alguien que no la comparte, meta un poco la gamba. ¡Fíjate en este niño que tenía que ir de Rey Mago en la función de Navidad del colegio!
Lo de regalar diccionarios debería ser una práctica mucho más extendida por parte de los Reyes Magos. ¿Quién no ha deseado alguna vez lanzárselo a alguien a la cabeza al ver cómo escribe en WhatsApp?
¿Tú también te has dado cuenta? Sí, el Rey Baltasar es el más despistado de los Reyes. ¡Esta vez ha vuelto a traer birras! ¡Que era miiiiirra! Y es que… ¿quién sabe lo que es eso?
Bueno, pues sí: hay que reconocerlo. La historia de los Reyes Magos, viajando en camello desde Oriente y yendo de casa en casa para dejar regalos es un tanto marciana. ¡Pero es la que es! Lo mejor es que funciona.
Lo cierto es que los regalos que los Reyes Magos trajeron al niño Jesús fueron de todo menos útiles. Quizá al pobrecito le hubieran hecho falta unos cuantos pañales y leche. ¡Qué le vamos a hacer!
En el capítulo de regalos que no quieres que te hagan, sí, también está esta paella. ¿Que querías un iPad? Pues te aguantas: como todos los años. Si lo quieres, tendrás que ir tú a por él (y pagarlo).
Y sí, seguimos con la historia surrealista de los Reyes Magos. Cuando uno se hace mayor se pregunta cómo pudimos creernos este cuento de los Reyes Magos…
Bendita inocencia, la de los niños y niñas que de pequeñitos creen en el milagro de los Reyes Magos. Nada es comparable con esa emoción y fe ciega. Mira este Baby Yoda. Es la ternura con patas.
La vida es tan corta que nos permite pasar por esos tres estadios. Desde creer en los Reyes Magos, pasando por no creer y por ser, ya de mayores, los propios magos. Es el ciclo natural de las cosas. ¡Y mola!
Tú puedes haberle pedido algo que te gusta mucho a los Reyes, pero ya saber que lo tocará es lo de siempre. Colonia y pijama: el clásico. ¡Y a estrenarlo la misma noche del seis de enero! Que de bien nacido es ser agradecido.
Aunque, ¿para qué conformarse con un pijama y una colonia cuando a los Reyes Magos se lo puedes pedir TODO? Tú prueba, prueba: no pierdes nada. Otra cosa es que caiga.
Aunque si estás solo y no tienes Reyes Magos que te hagan caso, lo más probable es que el día 6 de enero te levantes y no haya ni un solo paquete en el balcón.
Tiene que caerte muy mal alguien para desearle todo esto. Que tu vecino le pida a los Reyes una flauta, un tambor y una caja de canicas… y que encima se lo traigan.
Aunque también es posible que a los Reyes se les haya perdido tu dirección. No seas mal pensado: el año que viene haz el favor de apuntarla bien.
También cabe la posibilidad de que se los hayan dejado al tu vecino. O que te pase como en la Lotería de Navidad y a ti te haya tocado SALUD. Sea como sea, disfruta de estos Reyes y ¡feliz fin de fiestas!
