Mi experiencia con la Alcatel 1T 10 Smart tras tres semanas de uso

El mercado de las tablets ha vuelto a renacer tras la situación sanitaria actual. Según un estudio de IDC, el número de tablets vendidas durante el último cuatrimestre de 2020 aumentará un 3,6% respecto al mismo periodo del año pasado. Otra de las consecuencias que ha traído el coronavirus a nuestras vidas tiene que ver precisamente con el bolsillo de los usuarios. Y es justo en este punto donde entra Alcatel con la nueva Alcatel 1T 10 Smart, una tablet de 10 pulgadas con Android Go como sistema de base.

La apuesta del fabricante asiático llega al mercado por un precio que no llega a superar los 130 euros en ninguna de sus versiones. Al frente, nos encontramos con modelos de marcas poco reconocidas en nuestro país, la mayoría de procedencia china. ¿Merece la pena decantarse por la apuesta de Alcatel? He tenido la oportunidad de probar la Alcatel 1T 10 Smart para responder a esta pregunta tras tres semanas de uso.

Alcatel 3T: un tablet de 10 pulgadas y 4G por menos de 200 euros

Ficha técnica

Un diseño estándar basado en el policarbonato

El diseño y acabado de la tablet de Alcatel está presidido por el policarbonato, conocido también como plástico, un plástico que imita el acabado de la fibra de carbono en la parte trasera y que se siente relativamente bien en mano, ya que apenas resbala. Este plástico también está presente en los laterales, donde sí que se llega a apreciar algo de fragilidad en ciertos componentes.

Por ejemplo, el conector USB tiene algo de holgura en el eje horizontal, algo que puede generar cierta sensación de inconsistencia a la hora de cargar la tablet. La pulsación de la pantalla, por otra parte, es algo endeble si apretamos con cierta fuerza en algunas de las esquinas del marco.

En lo que respecta a los botones, el acabado está bien rematado y no nos encontramos con ningún tipo de holgura. Curiosamente, el peso de la tablet es algo excesivo (unos 450 gramos) si tenemos en cuenta los materiales de construcción y la capacidad de su batería. Otro de los puntos que me gustaría destacar de la Alcatel 1T 10 Smart tiene que ver con el acabado de la pantalla, que es susceptible a manchas y huellas al no contar con ningún tipo de recubrimiento oleofóbico.

Más allá de este detalle, lo cierto es que la tablet cuenta con un diseño bastante conservador y estándar.

Pantalla bastante justa para los estándares actuales

Toca hablar de la calidad de la pantalla. Ante el papel, lo cierto es que las especificaciones con las que nos encontramos son bastante justas: panel IPS, resolución HD+ (1.280 x 800 píxeles), una densidad de menos de 300 pixeles por pulgada… Y las sensaciones durante las tres semanas que he podido probar la tablet tampoco han sido las mejores.

Por un lado, la baja resolución del panel redunda en una baja definición de las imágenes y las aplicaciones. También en los vídeos de YouTube, por ejemplo, donde por defecto se reproducen a 720p, la resolución nativa del panel. Pero donde más se llega a apreciar la baja densidad de píxeles es en los documentos y las páginas web, con un efecto ‘diente de sierra’ muy similar al de los juegos con una baja calidad gráfica.

Afortunadamente, la pantalla cuenta con buenos ángulos de visión, así como un modo denominado Luz nocturna certificado por TUV Rheinland que nos permite atenuar el brillo y el tono de la pantalla durante la noche. Hablando del brillo, el nivel máximo se antoja bastante escaso en exteriores. Por otro lado, el brillo es algo inconsistente en ciertas partes de la pantalla, llegando a apreciarse cierta fuga de luz en algunos bordes del marco.

Un rendimiento demasiado pobre pese a contar con Android Go

Antes de hablar del hardware de la Alcatel 1T 10 Smart toca hablar del software, que en este caso está comandado por Android Go en su versión 10.0. Se trata de una versión de Android optimizada para equipos con componentes muy básicos. En el caso de la tablet de Alcatel, nos encontramos con un procesador Mediatek 8167B de cuatro núcleos junto a 2 GB de memoria RAM y 32 GB de almacenamiento bajo el estándar eMMC.

Velocidad de lectura y escritura de las memorias en el test AndroBench. En Antutu, el resultado no llega a superar los 60.000 puntos, donde ni siquiera se llegaban a ejecutar los tests gráficos.

Con todos estos datos sobre la mesa, lo cierto es que la experiencia con la tablet ha sido bastante decepcionante. La carga de las aplicaciones es lenta, así como el cambio entre diferentes tareas (abrir varias pestañas de Google Chrome, hacer uso de la multitarea…). De hecho, la cantidad de RAM es tan escasa que la tablet dejará de cargar en memoria ciertos procesos. Esto se aprecia especialmente a la hora de instalar aplicaciones desde la tienda de Google. Y es que a menos que mantengamos la pantalla encendida, la tablet dejará de descargar o actualizar las aplicaciones que hayamos seleccionado previamente. En un par de veces incluso se me ha llegado a reiniciar completamente por la carga excesiva de trabajo.

Esta experiencia se traslada también a aplicaciones de reproducción de vídeo como YouTube. La sensación general a la hora de reproducir vídeo es un tanto pobre. De hecho, los fotogramas no se sincronizan con el audio de los vídeos, por no mencionar que la tasa de imágenes por segundo es bastante pobre, por debajo incluso de 30, probablemente. Lo más curioso es que, a pesar de contar con Android Go, las aplicaciones que se incluyen de fábrica no pertenecen a la suite Go desarrollada por Google.

Máxima calidad gráfica permitida en Call of Duty Mobile.

La sensación en el resto de aplicaciones tampoco mejora demasiado, sobre todo si hablamos de software con carga multimedia, como pueden ser Twitter, Instagram o Slack. ¿Y qué hay de los juegos? He probado a instalar Call of Duty Mobile y la experiencia ha sido similar a la que he obtenido con YouTube: baja tasa de cuadros por segundos y tirones constantes a la hora de cargar mapas.

En juegos con gráficos 2D, en cambio, la experiencia es satisfactoria. Parchís, Apalabrados… El punto positivo es que Alcatel no incluye bloatware, es decir, aplicaciones propietarias que ensucien la experiencia. De hecho, la tablet carece de capa de personalización, por lo que Android se encuentra en su estado más puro, lo que no quita que necesite aún algo más de optimización para ofrecer un mejor rendimiento.

Cámaras anecdóticas para un único fin

A pesar de que las tablets no están diseñadas para soportar la misma exigencia fotográfica que los teléfonos móviles, la pandemia ha puesto otra vez sobre la mesa la necesidad de contar con buenos sensores para realizar videollamadas y escanear documentos impresos.

Partiendo de esta premisa, la tablet de Alcatel viene cargada con dos sensores en ese partes trasera y delantera con idénticas especificaciones: 2 megapíxeles con apertura focal f/2.4 y enfoque fijo. La experiencia con las dos cámaras va un poco acorde al resto de características de la tablet y a su precio: escasa definición, falta de autoenfoque y una resolución bastante baja que se aprecia en el detalle de los objetos y los documentos que queramos escanear.

Sin demasiadas pretensiones, el único uso que se me ocurre para estas cámaras es el de realizar videollamadas en entornos poco exigentes (clases particulares, colegio digitalizado…). Si vamos a escanear documentos con cierta frecuencia, tendremos que recurrir a una fuente de luz bastante potente, ya que la luminosidad de los sensores deja mucho que desear. La grabación de vídeo, por cierto, se realiza a resolución HD, aunque ciertamente la experiencia es idéntica a la de la fotografía, con el aliciente de que no nos encontramos con ningún tipo de estabilización.

Una conectividad correcta con el aliciente de la conexión USB tipo C

La conectividad del modelo de Alcatel va un poco acorde a todo el conjunto técnico. Por un lado, nos encontramos con Bluetooth en su versión 4.0 y WiFi compatible con una única banda, la de 2,4 GHz. No nos encontramos con GPS, 4G o NFC, algo bastante común si contextualizamos con su precio.

El comportamiento tanto del WiFi como de la conectividad Bluetooth ha sido el esperado. Sí que he echado en falta algo más de alcance en las dos conexiones, aunque lo cierto es que el funcionamiento ha sido correcto. En cuanto a las conexiones físicas, la Alcatel 1T 10 Smart 2020 saca pecho con un puerto USB tipo C bajo el estándar 2.0 y un jack de auriculares de 3,5 milímetros. Obviando la holgura del puerto de carga que he mencionado anteriormente, ninguna de las conexiones me ha dado mayor problema.

El sonido tampoco es su punto fuerte

Así es, algo común en este rango de precios. El único altavoz de la tablet emite un sonido que no destaca ni por volumen ni por calidad, ya que las frecuencias son bastante planas. Me atrevería a decir incluso que el sonido es algo metálico. Lo bueno es que el altavoz está ubicado a uno de los lados, por lo que no se obtura si apoyamos el dispositivo sobre una mesa.

Otro de los puntos a destacar es la presencia de una entrada de 3,5 milímetros para los auriculares. La experiencia en este caso sí que llega a ser positiva, ya que no he notado ninguna diferencia de sonido con mi móvil personal.

Autonomía inconsistente y una carga demasiado lenta

La autonomía es uno de los apartados más importantes si hablamos de un dispositivo enfocado al consumo y la creación de contenido. En este caso, la tablet de Alcatel dispone de una célula de 4.080 mAh. En teoría, la autonomía en reposo llega a las 400 horas. Lamentablemente, la experiencia no ha sido la que prometían los datos en crudo, al menos antes de instalar la última actualización del sistema, que en este caso ha llegado hace tan solo un par de días.

Autonomía de la Alcatel 1T 10 Smart 2020.

En primer lugar, el consumo de la tablet en reposo es excesivo, sobre todo si mantenemos habilitada la conexión WiFi. En menos de 48 horas, el nivel de batería ha descendido del 78 al 0% en reposo. Para reducir el consumo energético, lo recomendable es desactivar directamente cualquier conexión o aplicación en segundo plano que reciba notificaciones constantemente. Vale decir que el consumo ha mejorado con la última actualización del sistema. En total, la tablet me ha dado un día y medio de autonomía aproximadamente, con una media de 4 horas de pantalla.

Android hace una estimación del tiempo total de carga en función del voltaje.

Pero el mayor punto de mejora de la Alcatel 1T 10 Smart 2020 lo encontramos precisamente en la carga. De 0 a 100%, el tiempo total de carga supera las 5 horas, algo inconcebible teniendo en cuenta los estándares actuales y la capacidad física de la batería, que es inferior incluso a la de cualquier teléfono móvil.

Conclusiones y opinión de la Alcatel 1T 10 Smart 2020

Tras analizar todos los puntos de la Alcatel 1T 10 Smart 2020, toca sacar conclusiones. A fecha de hoy, la tablet se vende en tiendas como Amazon por aproximadamente 125 euros. ¿Merece la pena apostar por el modelo de Alcatel?

A pesar del precio de la tablet, lo cierto es que se me hace muy difícil recomendar este modelo. Las razones van más allá de sus características técnicas: la experiencia de uso que obtenemos a lo largo y ancho de todo el sistema es muy justa y no cumple con los estándares que se presuponen de un dispositivo en 2020.

Para un uso muy básico, con consumo de vídeo y música, redes sociales y aplicaciones educativas, el modelo de la firma asiática puede ser una buena opción, aunque personalmente esperaría a alguna oferta puntual que acercase su precio a los 100 euros.

Alcatel lanza una tablet para niños resistente a caídas por menos de 100 euros