Gmail le está dando la tarde (o la mañana) a más de uno. ¿A ti también te ha pasado? De repente más de una decena de mensajes de spam se nos han colado en la bandeja de entrada de nuestro correo electrónico. Y no somos los únicos, en absoluto. Parece ser que en las últimas horas – aunque lo cierto es que en otras épocas también nos ha ocurrido lo mismo – algunos mensajes de spam se han colado en la bandeja de Recibidos del correo de Gmail.
Esto suele suceder durante un intervalo corto de tiempo: una serie de mails se cuelan fuera de la bandeja de spam, de modo que quedan esparcidos por la bandeja de entrada y las de notificaciones o promociones. Esto puede llegar a resultar muy molesto. Porque si tienes una dirección de correo desde hace tiempo, es muy probable que la cantidad de spam que termine en tus bandejas principales sea verdaderamente cuantiosa. Y por tanto, molesta.
Pero, ¿es que hay algo que podamos hacer para corregir esta deriva? En realidad la correcta gestión del spam depende de las herramientas que maneja Google y Gmail, pero sí que puedes dar algún paso para que esto no suceda de nuevo y el correo basura no vuelva a inundar tu bandeja de entrada. Veamos a fondo lo que sucede y cómo arreglarlo.
Gmail y su propio filtro anti spam
Aunque recibas mucho spam (esto es el pan de cada día en cualquier cuenta de correo electrónico, más todavía si esta ya tiene unos años), en principio no deberías notar nada de nada en Gmail. Google cuenta con sus propios filtros, de modo que la mayor parte de mensajes tienen que ir a spam. Allí pasan un período máximo de 30 días y a partir de ahí son eliminados directamente. Por eso es importante ir echando un ojo a la carpeta de spam, puesto que no es raro que allí se cuele algún mensaje que nos interesa.
Hay que rescatar ese mensaje lo antes posible, moviéndolo desde la bandeja de Spam hasta la de Recibidos. De este modo, nos aseguramos (en principio) de que los correos de este remitente no vuelven a caer de nuevo a Spam.
Hay que entender, pues, que el filtro no es infalible. Y pasa justamente lo mismo con el Spam, que en lugar de ir a la carpeta que le corresponde, puede terminar en Recibidos. ¿Qué hay que hacer en este caso? Pues muy fácil, marcarlo como Spam. Simplemente abre el correo y pulsa sobre el icono del signo de exclamación. Automáticamente irá al correo basura y, en principio, no deberías recibir ningún otro mensaje más de este remitente.
¿Por qué fallan los filtros de spam?
Si este es un problema puntual, tampoco hay que preocuparse mucho. Como te hemos indicado, los filtros de Gmail para el spam no funcionan a la perfección y a veces pueden producirse errores. Pero si de repente observas una avalancha de correo basura a tu bandeja de entrada, cuidado:
- ¿Te has registrado últimamente en algún servicio dudoso?
- ¿Te has bajado una aplicación que te haya pedido los datos?
- ¿Has introducido tu dirección en algún sitio no oficial o inseguro?
Hazte todas estas preguntas. Si no ves nada raro, también es posible que tu dirección de correo electrónico haya sido robada en algún ataque hacker. Lo más recomendable en este caso es, además de añadir unos buenos filtros para el spam (marcando los mensajes basura). Puedes hacerlo desde la sección de Configuración > Filtros y direcciones bloqueadas. Pulsa sobre Crear un filtro para ser más específico en la gestión del spam. Puedes configurarlo a tu gusto y así evitar más avalanchas.
No estará de más, por otra parte, que cambies la contraseña de acceso a tu correo electrónico. Hazlo regularmente para evitar sustos más serios.
