Las conexiones HDMI llegaron hace casi 20 años para facilitar la unión entre fuentes de vídeo y pantallas. La evolución ha llegado hasta el “nuevo” HDMI 2.1 que se presentó en 2017 y que será un punto fuerte de las nuevas consolas PS5 o XBOX Serie X. Y ya es ahora cuando empezamos a ver televisores dotados de esta conexión y llegan también receptores de cine en casa con ella. Lo más destacado es que soporta vídeo 8K a 60 Hz y también 4K a 120Hz (imágenes rápidas fluidas). Su rapidez de comunicación permitirá prestaciones hasta ahora inauditas gracias a que las fuentes y la pantalla intercambien información. Veamos qué implica todo esto…
Séptima generación HDMI
Como decíamos más arriba, el HDMI tiene ya casi dos décadas: en un solo cable y por primera vez viajaban el audio y el vídeo de forma digital, ya en pleno siglo XXI. El primer estándar (HDMI 1.0) se lanzó en 2003 y ya permitía vídeo “Full HD” (1080p a 60 Hz) con audio de alta resolución también (hasta 8 canales a 24 bit y 192 kHz). Las dos siguientes evoluciones (1.1 y 1.2) fueron pequeñas adaptaciones para permitir transmitir sonido de mayor calidad, de los DVD-Audio (casi desaparecidos) primero y los Super Audio CD (solo para muy aficionados) después.
La cuarta versión de HDMI, el 1.3, llegó en 2006 y marcó un cambio al aumentar la tasa de datos hasta 10 Gb/s. Se añadió soporte para los nuevos formatos de sonido de cine (Dolby True HD y DTS-HD) de los HD-DVD (desaparecido) y Blu-ray (nuevo estándar). Lo llevó la Playstation 3 o la Xbox 360. Más innovador fue el HDMI 1.4 (2009) capaz de soportar resoluciones de vídeo superiores al Full HD 1080p e imágenes 3D. Además en el mismo cable establecía una conexión Ethernet entre los componentes: otro cable menos.
En 2013 se presentó HDMI 2.0, con tasa de datos de 18 Gb/s y que “salta” de versión para convertirse en el estándar necesario para 4K. El sonido puede alcanzar 32 canales, ideal para sistemas de sonido “3D” como Dolby Atmos o DTS:X entre otros, y mejora aspectos de comunicación entre fuente y pantalla. Ahora, el 2.1 da otro paso más en ese sentido.
HDMI 2.1 y resolución
El ancho de banda da un salto hasta los 48 Gb/s, diez veces lo que el USB 3.0 y más del doble que los últimos USB 3.2. En vídeo es capaz de soportar resolución 10K, pero en la práctica importa que permitirá usar fuentes y pantallas 8K, o consolas con resolución 4K120.
Hablando de resoluciones, recordemos cuántos píxeles representa cada una: la “alta resolución” o Full HD llegó con 1.980 x 1.080 puntos en pantalla, a la que siguió el 4K con sus 3.840 x 2.160 píxeles. La mayoría de canales de televisión emiten en HD por sus canales con este nombre, y algunos servicios como Netflix ofrecen ya imágenes en 4K, disponible con Blu-ray UHD también. La resolución 8K, presente en algunos televisores actuales, es cuatro veces superior al 4K subiendo hasta 7.680 x 4.320 puntos. La 10K son nada menos que 10.240 × 4.320, todavía lejos de ser cotidiano… pero este nuevo HDMI ya lo soporta.
Consolas y velocidad
Además de “cuántos puntos” tienen nuestras imágenes, hay otros dos factores en la calidad de las imágenes. A qué velocidad se refrescan esas imágenes es una, y con qué colores y dinámica, la otra. Precisamente por eso hace falta aumentar la velocidad de la conexión: HDMI 2.1 permitirá transmitir imágenes 8K hasta 60 Hz, y lo que es seguramente más importante ahora imágenes 4K hasta 120 Hz. Cada “Hz” es un refresco por segundo, el mínimo para ver movimientos continuos son 24-25 (como el cine) y cuanto más alto, más fluidas percibimos las imágenes.
Cuando hay movimientos rápidos, como en juegos, la velocidad es clave para una experiencia perfecta. La nueva generación de consolas (PS5 y XBOX Serie X) usarán esas resoluciones (8K60 o 4K120) y para ellas, entre otras cosas, llega el HDMI 2.1. Algo nuevo será la “VRR” (“Variable Refresh Rate”, velocidad de refresco variable): la consola o la tarjeta gráfica ajustarán la frecuencia del televisor sobre la marcha según la escena. Adiós al “stutter”, “tearing” y otros efectos de falta de sincronismo. Adiós también a los retardos, porque HDMI 2.1 permite activar automáticamente modos de baja latencia. Hará falta un monitor o televisor compatible para sacar todo el provecho a estas nuevas tecnologías.
Dinámica de colores
Ya hemos visto la importancia de la resolución y de la velocidad. Queda otro factor clave: los colores y su dinámica… el HDR. Se trata de poder presentar en pantalla los colores con máxima precisión de tono y luminosidad.
Los modos HDR más avanzados son dinámicos, es decir, permiten que la fuente y la pantalla intercambien información y se ajusten a cada “frame” (pantallazo o imagen básica). Eso es lo que permitirá HDMI 2.1 con imágenes 4K y 8K, además de mayor profundidad de color (mayor paleta básica y más precisión).
Sonido eARC
Hasta ahora al conectar el televisor con un amplificador de cine en casa, éste le podía pasar el sonido a través del ARC (audio Return Channel) del HDMI. Con eARC (“enhanced Audio Return Channel”) esto da un salto importante: ARC solo soportaba sonido digital básico (hasta Dolby Digital + con compresión). Pero eARC soportará formatos avanzados como Dolby Atmos o DTS:X que hasta ahora había que enviar de forma independiente con otro cable HDMI al amplificador desde la fuente. Ahora podrán ir directos del televisor a la barra o equipo de sonido.