Cañón de ozono o purificador de aire ¿Qué elimina mejor los virus de casa?

Con la crisis del coronavirus COVID-19 están surgiendo nuevas armas para combatir el virus. O, al menos, haciéndose más conocidas ante esta guerra contra el virus. Hablamos del ozono y las máquinas que son capaces de producirlo y expulsarlo. Son los conocidos como cañones de ozono u ozonificadores. Sin embargo, no son las únicas opciones que hay actualmente en el mercado para asegurarnos de limpiar el ambiente de nuestra casa o desinfectar un espacio. De hecho, deberías conocer la letra pequeña de todas estas opciones para saber qué es lo que metes en tu casa y con qué arriesgas tu salud.

Cañón de ozono

Es la opción más famosa del momento. Y es que su nombre no deja de correr entre titulares y noticias de toda España. Que si un consistorio se ha hecho con equis cañones para desinfectar ciertos lugares. O que si el vecino de al lado o, más seguramente tu cuñado, se ha hecho con un pequeño aparato de ozono para desinfectar las bolsas de la compra. Pues bien, mucho cuidado con estos aparatos porque el ozono no deja de ser un gas tóxico para el ser humano.

cañón de ozono

Versión doméstica del ozonificador

Sí, juntar tres átomos de oxígeno para formar ozono (O3) es una gran medida higienizadora. Lo dice la propia Organización Mundial de la Salud, donde recomienda el uso del ozono para desinfectar agua, por ejemplo. Gracias a su capacidad de oxidación y a que no deja residuos ya que se convierte rápidamente en oxígeno, es una gran opción. Por ello se está usando con aplicaciones concretas en lugares específicos. El chorro de aire de ozono que expulsan estas máquinas higieniza el área al que llega. Y lo hace al instante. Tanto el ambiente como la superficie en la que se posa. Eso sí, si no se lleva a los rincones el chorro de ozono alcanza un espacio limitado, posándose finalmente sobre las superficies pero no llegando a cada esquina. Hasta aquí todo bien. Pero ¿tiene algún sentido comprar uno de estos cañones para meterlo en casa?

La respuesta es no. El ozono no deja de ser un gas tóxico para el ser humano. Y esto también lo dice la OMS. Hay que evitar los lugares con una concentración mayor de 100 μg/m3 (micragramos por metro cúbico). Ya que hay multitud de estudios que han comprobado que si se supera esta medida durante más de 8 horas el ozono puede ser perjudicial para la salud. Algo que afecta especialmente a las personas que tienen problemas respiratorios. Y, seguramente, proteger a estas personas sea la razón principal por la que se quiera comprar uno de estos aparatos.

Como decimos, su uso tiene aplicaciones prácticas útiles. Se pueden desinfectar coches, que se ventilan fácilmente tras su limpieza. O incluso lugares cerrados. Pero siempre es necesaria esa ventilación para reducir la concentración de ozono en el espacio que puede dañar al ser humano. O que se espere cierto tiempo hasta que este componente se transforme en oxígeno y no suponga un peligro para nuestra salud. Resulta curioso que se vendan libremente los cañones de ozono, que disparan chorros de hasta 500 mg por hora (en la versión doméstica), pero no se haga lo propio con medidores de concentración para saber cuándo vuelve a ser seguro un espacio limpiado con este método.

Cañón de ozono

Además, su virtud de limpieza tiene sentido en el tiempo, o con tratamientos regulares. Algo que impide su uso en lugares transitados por personas de forma diaria o habitual. Podríamos limpiar con un cañón de ozono un restaurante, por ejemplo, que quedaría presumiblemente libre de malos olores, bacterias y también virus gracias a este gas. Sin embargo, si entra una persona infectada por coronavirus, y se junta con otras en ese mismo lugar, nada impide que el virus se propague libremente como hasta ahora. Después un tratamiento con ozono lo volvería a dejar todo limpio, pero no habría evitado el contagio.

Es por ello que el uso de estos aparatos ha de ser limitado. Si tenemos un pequeño generador de ozono podremos desinfectar la bolsa del supermercado con los alimentos que vienen envueltos dentro. Pero tendremos que airearlos y eliminar después ese ozono. Y nunca debemos aplicar el ozono sobre los productos frescos sin protección, ya que no deja de ser un oxidante natural que pondría en mal estado estos productos. De nuevo, un sistema que no hace más fácil ni rápida la desinfección habitual con alcohol de los productos que compramos normalmente en el caso de este confinamiento. Además de poner en riesgo nuestra salud si no conocemos las propiedades y peligros de este compuesto.

Purificadores de aire

En este caso no son aparatos con enfoque industrial o para uso profesional, sino que son electrodomésticos de consumo. Para hogares, vaya. Su funcionamiento no genera aire, sino que un motor recoge el del ambiente, lo hace circular a través de unos filtros especiales y después lo vuelve a expulsar, con o sin ventilador, y ya limpio y sin partículas de diferentes tipos.

purificador de aire

En el caso de estos electrodomésticos la clave está en el filtro. Y es que gracias a él hay modelos que aseguran purificar más del 99% del aire de una estancia (sin llegar al 100 por 100). Es decir, que recogen cualquier partícula mayor de 0,3 micras de tamaño. Esto es, captan ácaros, polvo, partículas del mal olor, bacterias y otros componentes que flotan en el aire de casa. Suelen tener una potencia que se mide en su capacidad de limpieza de un espacio cerrado. Pero también merece la pena conocer ciertas cuestiones al respecto.

Actualmente los modelos más avanzados cuentan con filtros HEPA 14, que dicen atrapar hasta el 99,97% de las partículas del aire. Pero siempre hay que mirar la letra pequeña o el asterisco. Expertos en este tema informan sobre la calidad de los filtros y las diferentes marcas de purificadores de aire, que pueden acabar ofreciendo una experiencia muy diferente. Así, en los niveles más bajos de velocidad o potencia de estos aparatos, es posible que el filtro no tenga tanta efectividad y que no recoja y por tanto limpie el ambiente como aseguran las cifras. Por lo que es necesario o subir la potencia o asegurarse de la compra.

Es recomendable usar filtros ULPA, que aumentan el porcentaje de limpieza y se aproximan más al 100%. Aunque tienen mayor coste y suelen encontrarse en aparatos que están enfocados a ámbitos no tan domésticos. Contar con un HEPA 14 certificado es una buena alternativa, con marcas conocidas que sí los usan en sus aparatos.

filtros

Diferentes tipos de filtros HEPA y ULPA

En definitiva

El ozono es un gran desinfectacte, pero sus aplicaciones prácticas no están relacionadas con el ámbito doméstico. Para ello resulta más útil un purificador de aire, que puede convivir en su funcionamiento con el ser humano y consigue un resultado parecido. Quizá menos limpio, pero también elimina olores, virus y bacterias.

La gran diferencia es el riesgo para la salud del ser humano. Mientras que los purificadores son electrodomésticos inocuos, los cañones de ozono pueden dañar seriamente a las personas si no se usan con conocimiento.

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