Si hasta hace unos años la guerra tecnológica venía de la mano de los gigahercios de los procesadores, hoy día la batalla llega de la mano de los megapíxeles, con cifras que nos llevan hasta los 21, 48, 64 y e incluso 108 megapíxeles en el caso del último Xiaomi lanzado al mercado. Hemos tenido la oportunidad de probar el Xiaomi Redmi Note 8 Pro, un terminal que se vale de un sensor firmado por Samsung de nada menos que 64 megapíxeles. ¿Aportará la calidad fotográfica que presupone una cifra tan alta de resolución? Lo comprobamos.
64 vs 16 megapíxeles, ¿qué es mejor?
Antes de entrar en materia es necesario aclarar que el Redmi Note 8 Pro, terminal del que nos valdremos para realizar la pruebas fotográficas, captura las imágenes en una resolución de 16 megapíxeles.
Por norma general, las imágenes de 48, 64 y 108 megapíxeles cuentan con un peso que el teléfono no es capaz de procesar en un modo de fotografía rápido o al uso. Por este motivo, los distintos fabricantes habilitan un modo destinado a obtener fotografías a la resolución original del sensor, un modo que además se demora algunos segundos en según qué casos para obtener la fotografía.
Partiendo de esta base observamos que las imágenes de 16 megapíxeles cuentan con un tamaño de 4.624 x 3.472 píxeles, mientras que las imágenes de 64 megapíxeles disponen de una resolución de 9.248 x 6.936 píxeles. Esto nos da un total de 16.054.528 píxeles en el caso de las imágenes con 16 megapíxeles y 64.144.128 píxeles en las imágenes con 64 megapíxeles debido a la interpolación a cuatro que realiza el sensor (64 dividido entre 4 nos da 16). ¿Cómo influye esto en la calidad final de la fotografía?
Ejemplo 1
Partimos de dos fotografías aparentemente iguales, con la diferencia de que una de las dos está tomada a 64 megapíxeles. La diferencia de tamaño entre una y otra es clara: mientras que la primera pesa algo más de 8 MB, la imagen con 64 megapíxeles pesa nada menos que 25,4 MB.
Imagen tomada a 16 megapíxeles (redimensionada y comprimida).
Imagen tomada a 64 megapíxeles (redimensionada y comprimida).
A grosso modo podemos observar que la imagen de 16 megapíxeles cuenta con unos colores más contrastados debido, principalmente, a la aplicación de la Inteligencia Artificial que la aplicación de Cámara activa por defecto.
Imagen tomada a 16 megapíxeles.
Imagen tomada a 64 megapíxeles.
En el caso de la imagen con 64 megapíxeles, los colores son algo más planos, así como las partes más oscuras de la imagen. Esto se debe a que el modo de cámara de 64 megapíxeles no admite ningún tipo de modificación al vuelo. De este modo, no podremos aplicar ningún filtro a tiempo real, como el HDR o la IA.
Obviando las diferencias en colores, las diferencias entre el detalle de la primera y la segundo foto es evidente. Y es que mientras que en la primera las horas del reloj y todo lo que rodea al campanario de la iglesia se hacen ilegibles e impracticables, la segunda mantiene con un detalle más que aceptable el relieve del edificio, las horas del reloj e incluso el cuerpo de los pájaros que sobrevuelan el atrio.
Ejemplo 2
Partimos nuevamente de dos fotografías tomadas a 16 y 64 megapíxeles con un tamaño de 7 y 22,9 MB respectivamente en un ambiente totalmente opuesto al anterior. En este caso no nos valemos de ningún modo IA ni HDR en la imagen de 16 megapíxeles: ambas están tomadas con la configuración básica de la cámara, aunque en la primera la marca de agua de Xiaomi indique lo contrario. Por este motivo las diferencias en colores, sombras y luces son prácticamente inapreciables.
Imagen tomada a 16 megapíxeles (redimensionada y comprimida).
Imagen tomada a 64 megapíxeles (redimensionada y comprimida).
Si hablamos de la definición de ambas fotografías, la calidad del sensor de 64 megapíxeles vuelve a sacar a provecho las posibilidades que la cámara ofrece. Con todo, las diferencias son menos palpables que las diferencias presentes en el primer ejemplo.
Imagen tomada a 16 megapíxeles.
Imagen tomada a 64 megapíxeles.
Sí, las hojas de los tres árboles que protagonizan la instantánea están algo más definidas en la imagen tomada con en el modo de fotografía de 64 megapíxeles. Lamentablemente no difiere mucho de la imagen tomada con el modo tradicional.
Ejemplo 3
Llegamos al ejemplo sin duda más revelador de los cinco. Las imágenes, tomadas hace tan solo unos pocos minutos, nos sitúan frente al ordenador a dos metros de distancia. ¿El peso de las imágenes? 16,3 y 5,7 MB. El resultado, no obstante, prácticamente opuesto a los dos casos anteriores.
Imagen tomada a 16 megapíxeles (redimensionada y comprimida).
Imagen tomada a 64 megapíxeles (redimensionada y comprimida).
Si acercamos ambas imágenes hasta el editor de texto de WordPress podemos ver que la definición, o al menos el detalle, es mayor en la imagen de 16 megapíxeles. Las letras son más legibles y las formas de las mismas están algo mejor definidas.
Imagen tomada a 16 megapíxeles.
Imagen tomada a 64 megapíxeles.
Por contra, la imagen de 64 megapíxeles cuenta con serie problemas de enfoque. He probado a realizar la misma fotografía en tres ocasiones y los resultados son prácticamente idénticos, incluso valiéndome de una superficie para apoyar el dispositivo.
Ejemplo 4
Cambiamos radicalmente de escenario. En entornos con baja luminosidad la cámara fuerza algunos valores en el modo automático de fotografía para levantar la escena, y en ambos casos la interpretación de los colores y las luces son similares.
Imagen tomada a 16 megapíxeles (redimensionada y comprimida).
Imagen tomada a 64 megapíxeles (redimensionada y comprimida).
Si nos limitamos a analizar la definición de las imágenes, las diferencias no son tantas como podríamos llegar a pensar. Si bien es cierto que la se llega a apreciar una mejora en las formas y los contornos de zonas como la puerta de entrada del edificio, los adornos de las ventanas o las barras de las escaleras, el algoritmo de Xiaomi se come parte de la información, suavizando de manera significativa el relieve de las superficies.
Imagen tomada a 16 megapíxeles.
Imagen tomada a 64 megapíxeles.
Esto es algo que no solo se proyecta en la imagen; también en el peso de los archivos. Y es que mientras que la imagen tomada con el modo de cámara de 64 megapíxeles cuenta con un tamaño de 15 MB, la imagen de 16 megapíxeles no llega a superar los 6 MB; cifras que quedan muy lejos de las imágenes anteriores por la pérdida de información en las zonas oscuras y el relieve de las figuras y los edificios.
Ejemplo 5
Seguimos con la fotografía nocturna, y en este caso con un ejemplo bastante representativo. En una situación donde el modo de fotografía de 64 megapíxeles debería sacar pecho al contar con luminosidad suficiente para evitar el conocido como “suavizado de píxeles” o “efecto mantequilla”, los resultados una vez más nos demuestran lo que venimos intuyendo desde el principio: más megapíxeles no implica siempre mayor calidad.
Imagen tomada a 16 megapíxeles (redimensionada y comprimida).
Imagen tomada a 64 megapíxeles (redimensionada y comprimida).
Atendiendo a los detalles del edificio principal podemos ver que en zonas como los barrotes de la ventana, los azulejos de la fachada o la propia piedra de las paredes pierden relieve e incluso llegan a generarse falsas texturas que difieren de las texturas reales de los elementos. De hecho, la imagen tomada a una resolución de 16 megapíxeles salva mucho mejor estos detalles.
Imagen tomada a 16 megapíxeles.
Imagen tomada a 64 megapíxeles.
Es cierto que perdemos detalles en algunas zonas como los adornos arquitectónicos de las paredes, pero la imagen se asemeja mucho más a lo que nuestro ojo percibe. Hemos intentado repetir varias tomas en el modo de 64 megapíxeles pero el problema de enfoque y texturas persiste. Tampoco obtenemos una mejora sustancial en elementos como las hojas de los árboles o las matrículas de los coches del fondo, por lo que la mejora se limita solo a unos cuantas figuras.
Conclusión: más megapíxeles no siempre es mayor calidad
Las conclusiones una vez analizadas las virtudes de los dos modos de fotografía son claras. ¿Es mejor una fotografía tomada a 64 que a 16 megapíxeles? Lo cierto es que no necesariamente.
Si vamos a capturar imágenes de paisajes, naturaleza o edificios o simplemente queremos realizar un recorte digital para suplir la carencia de un sensor teleobjetivo que nos permita realizar zoom óptico sobre las imágenes, la resolución original del sensor puede ayudarnos a obtener mayor detalle en ciertos elementos de la fotografía.
Si, por el contrario, vamos a tomar fotografías donde la luz natural es escasa o el punto de enfoque es algo complejo, el modo tradicional puede ayudarnos a obtener mejores resultados en términos generales; más aún cuando podemos valernos del modo HDR e IA para corregir ciertas protuberancias visuales.
La cosa cambia si hacemos uso del modo manual con el que cuenta la aplicación. Debido a que podemos jugar con aspectos de la fotografía como el enfoque, el tiempo de exposición, el valor ISO o el balance de blancos, el modo de cámara con 64 megapíxeles puede ayudarnos a sacar fotografías algo superiores.
Desgraciadamente, el teléfono es incompatible con la captura de imágenes en RAW, lo que le hace perder enteros si queremos editar las imágenes a posteriori en Lightroom o Photoshop. Con todo, la conclusión es clara: mayor cantidad de megapíxeles no implica mayor calidad fotográfica. La apertura focal, el tamaño de los píxeles y el propio procesado del teléfono pueden ayudarnos a obtener mejores resultados que otras cámaras a priori superiores: así lo ha demostrado históricamente Google con su gama Pixel.