No es un secreto que las casas de apuestas proliferan cada vez más tanto en España como en el resto de países desarrollados. A esto se le suma el aumento cada vez más desmedido de la aparición de webs de apuestas que, en su mayoría, operan de manera similar a las casas de apuestas tradicionales, o al menos eso parecía. Según eldiario.es, tres investigadores procedentes de las universidades de Sao Paulo, Melbourne y Tokio han lanzado recientemente un estudio que demuestra que las webs de apuestas limitan las ganancias de aquellos usuarios cuyo índice de acierto y capital es mayor que el resto de usuarios a través de un algoritmo que predice el resultado de las apuestas.
Así limitan las webs de apuestas las ganancias
Tras seis meses de investigación, los tres autores del estudio concluyen que las casas de apuestas limitan las ganancias de los usuarios una vez se supere un determinado índice. El estudio en cuestión revela que este tipo de prácticas tienden a limitar la cantidad apostada una vez se supera un determinado porcentaje. Así lo han podido comprobar tras cinco meses apostando con un índice de acierto del 47%.
Tal y como detallan en el estudio original, tras 265 apuestas y una cantidad de ganancia que superaba los 900 dólares (concretamente 957 dólares), las casas de apuestas comenzaron a limitar la cantidad permitida para apostar. Al parecer, las distintas webs requerían de la revisión manual de las apuestas antes de finalizar una determinada apuesta. También limitaban la cantidad total a jugar a un determinado encuentro, lo que se traduce en una limitación de la libertad del jugador a la hora de apostar.
Probabilidad de acierto de un determinado partido en base al historial de los dos equipos.
Desde el propio estudio se desvela, además, el esquema a seguir por las casas de apuestas para establecer las cuotas de los partidos y los encuentros. Según los datos publicados por los tres investigadores, el algoritmo original toma en cuenta aspectos como el resultado de los últimos partidos o el historial de los participantes en anteriores encuentros. En base a estos datos, las casas estiman una determinada cuota, y la suben o la bajan en función de las pérdidas que se puedan llegar a obtener, lo que según los autores del estudio puede llegar a ser un «comportamiento errático».
Teniendo en cuenta las probabilidades de fallo de dicho algoritmo, los investigadores programaron un bot que observaba el comportamiento de las casas de apuestas y las cuotas medias de los partidos a apostar. El bot en cuestión devolvió un 44% de ganancias simuladas con apuestas que iban de 50 en 50 dólares, lo que se traducía en un superávit de 98.865 dólares en nada menos que 56.435 apuestas. Posteriormente, los investigadores pasaron a realizar las simulaciones – más de 2.000 – en varios programas que simulaban partidos ficticios.
Fue entonces cuando se cercioraron de que el algoritmo programado funcionaba a la perfección, no sin antes probar el algoritmo con una moneda ficticia cuyas ganancias llegaron a superar los 34.000 dólares netos y el 47% de acierto. Una vez estuvieron seguros de que el bot funcionaba correctamente, comenzaron a apostar de 50 en 50 dólares hasta pasados los cinco meses del experimento. Llegados al sexto mes, todas las casas de apuestas comenzaron a limitar la cantidad apostada por lo que los investigadores creen que se trata de una «actividad sospechosa».
Límite impuesto por las casas de apuestas a la hora de apostar.
Finalmente, los tres investigadores sentencian que «si bien la industria del juego tiene libertad total de publicitar y ofrecer cuotas a sus clientes considerando que estos pueden llegar a obtener pérdidas, deberían considerar la opción de que los jugadores pueden llegar a obtener ganancias, evitando así la prohibición a la hora de apostar cuando estos tienen éxito».
