Hoy, desde el Juzgado de los Social Nº 19 de Madrid se ha declarado que los repartidores, más comúnmente conocidos como riders, no son trabajadores por cuenta propia.
Por tanto, Deliveroo deberá pagar la Seguridad Social a sus trabajadores desde el momento en el que empezaron a trabajar con ellos. Pero, ¿sienta esto un precedente para otras empresas del mismo tipo? Más detalles a continuación.
Los «riders» NO son autónomos
El macrojuicio que enfrentaba a más de 532 riders, junto con la Tesorería General de la Seguridad Social, contra la empresa Roodfoods Spain S. L. (‘Deliveroo’), se ha saldado con un fallo favorable a los demandantes.
Como todos sabemos a estas alturas, este episodio se inscribe dentro de la dura lucha por esclarecer el tipo de relación que estos servicios como Deliveroo o Glovo, tienen con sus repartidores, quienes llevaban años intentando aclarar su situación sobre si son verdaderamente falsos autónomos, o no.
Finalmente, tras un pormenorizado análisis de la documentación disponible y de las declaraciones vertidas por ambas partes, el magistrado ha determinado la relación laboral entre los riders y Deliveroo, y no mercantil.
Posible precedente
Tras la sentencia, Roodfoods Spain S. L. (‘Deliveroo’) se verá obligada a pagar todas las cuotas que la empresa debería haber abonado a la Seguridad Social desde el momento en el que los repartidores empezaron a trabajar con ellos. Una cantidad que, a fecha de hoy, supone la mayor sentencia aplicada a una plataforma de reparto a domicilio.
Desde el colectivo RidersxDerechos celebran con alegría la resolución y esperan que marque un antes y un después en el futuro de las relaciones entre trabajadores y las empresas de reparto. También, desde el sindicato UGT no han ocultado su enorme satisfacción al ver apoyadas todas sus demandas de manera tan contundente en este caso.
El punto clave de este conflicto es que, desde instancias judiciales, no creen que queden probados los argumentos de Deliveroo de que los riders son dueños del medio de transporte, así como de su teléfono móvil.
En lo que respecta a la organización empresarial, esta dependía totalmente de Deliveroo, ya que los repartidores ofrecían sus servicios de una forma totalmente organizada y regida minuciosamente por los demandados. De hecho, los trabajadores tenían que ver un vídeo donde se les explicaba hasta el más mínimo detalle cómo debían realizar su trabajo, además de no poder renunciar a una entrega.
