Active Directory es una herramienta creada por Microsoft que proporciona multitud de beneficios en el sector empresarial. En este artículo te explicamos qué es Active Directory, cómo funciona y qué puede aportar a tu empresa.
Qué es Active Directory
Son muchas las empresas que cuentan con centenares de empleados en su plantilla, muchos de los cuales necesitan tener acceso a un ordenador conectado a los recursos de la compañía para poder hacer su trabajo.
El uso de redes LAN y Active Directory permite a las empresas construir una red de ordenadores para sus empleados, con las máximas garantías de seguridad y limitaciones de acceso a los recursos más valiosos de la compañía.
Active Directory es una herramienta de Microsoft que proporciona servicios de directorio en una red LAN. Con ello es capaz de ofrecer a cada usuario un servicio que puede estar ubicado en uno o más servidores de la empresa, administrar las credenciales de los diferentes usuarios, y controlar toda la política que afecta a la red interna de la compañía.
Gracias a Active Directory, se pueden gestionar todos los aspectos anteriores de una forma muy simple y sin la necesidad de tener que actuar en cada uno de los ordenadores que forman parte de la compañía. Esta es la forma más sencilla de gestionar usuarios, bandejas de correo, documentos, bases de datos, tablas de Excel y mucho más.
Cómo funciona Active Directory
La tecnología de Active Directory se basa en varios protocolos de red, entre los cuales destacan LDAP, DHCP, KERBEROS y DNS. Esto significa que Active Directory funciona como una especie de base de datos, en la cual se van almacenando en tiempo real, datos sobre la identificación de los usuarios que forman parte de una red de ordenadores. Todos estos datos quedan bajo un elemento central de control.
Cada uno de los usuarios que forman parte de la base de datos de Active Directory está identificado por una serie de atributos, algunos de los más importantes son el nombre, los apellidos y el correo electrónico. Active Directory asignará este usuario a un grupo, cuyos privilegios están limitados.
De esta forma, cuando el usuario inicie la sesión con sus credenciales, será identificado de inmediato por Active Directory. Tras ello, será Active Directory quien verifique las credenciales del usuario y envié a su ordenador la información relativa a dicho usuario.
Una vez que todo lo anterior se haya completado, el usuario verá que su ordenador arranca de forma normal, teniendo acceso a todos sus documentos, imágenes, y demás archivos a los que tiene permitido el acceso. Active Directory también determinará si el usuario puede acceder a otros recursos en línea, como una impresora o un fax.
En caso de que ocurra una avería en el ordenador que el usuario está utilizando, bastaría con ir a otro ordenador y volver a iniciar sesión con sus credenciales. Con ello verá que todo sigue estando igual que en su anterior ordenador. La única limitación es que no estarán disponibles los archivos que estuvieran almacenados de forma local en el anterior ordenador.
Qué se necesita para usar Active Directory
Se necesita cumplir una serie de requisitos para poder usar Active Directory. El primero de ellos es disponer de un sistema operativo Windows Server en sus versiones 2000, 2003, 2008 o 2016.
También necesitaremos una dirección IP fija y un protocolo TCP/IP instalado. Por último, es necesario disponer de un servidor DNS y un sistema de archivos compatible con Windows, por ejemplo, NTFS.
Fuente: tech-faq
