Estar o no estar conectados, esa parece ser la cuestión de fondo. Desde la penetración de los dispositivos inteligentes en nuestras sociedades el uso masivo de esta tecnología se ha convertido en una obsesión más que en una comodidad. Tanta dependencia de las redes no parece que sea lo más indicado, ni deseable. Al menos, eso piensan aquellos que lo ven como una adicción y consideran que es momento de poner algún tipo de límite.
Ahí es donde entra la llamada desintoxicación digital, o digital détox, una tendencia al alza que cobra más fuerza cada año. Un creciente fenómeno que busca desconectar de los dispositivos inteligentes para volver a conectarse con la sociedad y lo que te rodea.
Si eres de los que revisas tu smartphone constantemente, aunque no hayas recibido ninguna notificación, o si navegas por las redes sociales de forma compulsiva, entonces, muy probablemente seas un tecno-adicto. Pero no te preocupes, hay solución para todo.
Aquí os mostraremos algunos consejos para ayudaros a intentan apaciguar vuestra voracidad con la tecnología y la conectividad.
Haz un listado
Parte del proceso empieza por crear dos listas: por un lado, una que recoja todos los aparatos con conexión a internet; y segundo, otra que refleje todas las cosas que te gustan pero que no estamos haciendo de manera presencial.
¿Qué conseguiremos con esto? Pues empezar a darnos cuenta de que, si cortamos de raíz, o disminuimos notablemente, el tiempo invertido en estar conectados, recuperaremos un valiosísimo tiempo que podríamos dedicar a lo que realmente nos llena.
Algunos estudios estiman que el tiempo invertido en comprobar nuestros perfiles de redes sociales equivale a 3 semanas en el cómputo de uno año entero. Prácticamente el mismo tiempo que nuestras vacaciones.
Prioriza tu tiempo
Una vez que ya tienes claro en qué prefieres invertir tu tiempo, es hora de establecer unos límites claros. Si queremos evitar que las redes absorban todo nuestro tiempo, y poder seguir dedicándolo a otras actividades, debemos establecer pautas de uso.
Algunos pensaréis que es muy fácil decirlo, pero la verdad es que también es muy sencillo de hacer. Durante vuestras vacaciones, por ejemplo, podéis dejarlo en casa cuando salgáis a dar un paseo, o durante vuestra estancia en la playa o en la piscina. También podéis probar a apagarlo si tenéis la seguridad de no caer en la tentación de encenderlo de nuevo.
Diseñar un plazo temporal de conexión nos ayudará a limitar el uso del Smartphone durante tiempos muy concretos. Por ejemplo, una o dos horas al empezar o al terminar el día para revisar el correo, navegar o contestar mensajes.
Algunas personas optan por conectarse sólo dos o tres veces a la semana, alternando los días. Así, en vez de limitar el uso de nuestro dispositivo a unas horas cada día, lo hacen por días.
Personaliza los tonos de llamada
En algunos casos, la opción de apagar el móvil por completo y desconectarse del mundo no es una opción, por distintas razones. Gracias a dios existe una opción a medio camino de la anterior.
Se trata de asignar distintos sonidos a nuestros contactos dependiendo de su importancia. Esto nos facilitará las cosas para saber si se trata de una llamada urgente o si puede esperar, simplemente por el tono de la llamada.
Desconexión total
Si todo lo anterior te parecen medias tintas, la desconexión total durante las vacaciones es la opción más radical. Ni móvil, ni ordenador, ni tabletas, durante un periodo de 2 ó 3 semanas en los que permaneceremos totalmente en off.
Ocurre igual que cuando dejas de fumar, pasados los dos primeros días de angustia y de sensación de incomunicación, ese periodo de desintoxicación os proporcionará mucha más tranquilidad.
