Según los datos arrojados por una nueva herramienta online de la Universidad de Cambridge, el Bitcoin utiliza tanta energía como toda Suiza. Según los datos, que podéis observar en su propia página web, esta herramienta nos permite ver con claridad cómo el uso de energía de la red de la criptomoneda se compara con otras magnitudes.
El origen del problema
Según parece, Bitcoin está utilizando más de siete gigavatios de electricidad, lo que equivale al 0,21% del suministro mundial. Esto equivale a aproximadamente al mismo consumo de energía de Suiza en el transcurso de un año.
Por todos es sabido que la minería de Bitcoins requiere de equipos especializados de alto rendimiento. No solo eso, sino que además tienen que estar conectados a la red todo el tiempo para resolver los continuos problemas matemáticos que les permitirá llevarse el botín con las nuevas monedas que se ponen en circulación.
Estos problemas matemáticos se basan en cálculos aleatorios que tienen como objetivo encontrar la solución, y así obtener la validación del bloque. Como decimos, quien descifra el enigma se lleva la recompensa.
Se trata de un proceso bastante complejo en términos matemáticos, ya que requiere de millones de cálculos cada segundo para poder encontrar la solución.
Como es lógico, cuantos más y mejores equipos tengas en funcionamiento durante más tiempo, más oportunidades tendrás de ganar dinero en este proceso, el cual consume enormes cantidades de energía.
Datos estimativos
Desde la Universidad de Cambridge advierten que debemos tomarnos estos informes de manera referencial, ya que los datos aportados son una mera estimación. Esto se ve reflejado en la existencia de valores máximos y mínimos, siendo el primero de 150 teravatios/hora y el segundo de 22 teravatios/hora. Estos datos pueden diferir en el momento de escribir esta noticia.
No obstante, más allá de la exactitud de las cifras, lo que este estudio pretende poner de relieve es la ineficiencia de la red de bitcoins y su enorme mochila ecológica. El bitcoin utiliza una gran cantidad de energía para realizar “solo” 100 millones de operaciones financieras al año. Y decimos “solo” porque, comparado con los 500.000 millones de transacciones anuales efectuados por el sistema financiero tradicional, la cifra es insignificante.
