Puede que os suene. Se trata de una conocida práctica de “sextorsión” basada en la supuesta grabación de vídeos comprometidos mientras vemos pornografía. Existen todo tipo de variantes, pero el mensaje que reciben las víctimas se resume en la afirmación de que el ciberdelincuente ha colocado malware en una web pornográfica que hemos visitado. Según parece, habrían secuestrado nuestra webcam para grabarnos.
En ese mismo mensaje, nos amenazan con enviar el vídeo a todos nuestros amigos y compañeros de trabajo ya que habrían recopilado los contactos de nuestro correo electrónico, redes sociales y demás servicios de mensajería instantánea. La única manera de impedirlo es (cómo no) transferirles una cantidad de criptomonedas a un monedero digital anónimo.
Casi un millón de bitcoins recaudados
Aunque se trate obviamente de una estafa, y no de una campaña de extorsión real, esta práctica se habría embolsado ya cerca de 1 millón en concepto de bitcoins. Para ser más exactos, 949.000 dólares. Por lo que se puede observar, los supuestos chantajistas habrían dado con un buen filón ya que la gente se toma muy en serio su privacidad. Sobre todo, en lo que se refiere al consumo de contenido pornográfico.
Lo cierto, es que los correos enviados a las víctimas habrían sido escritos en perfecto castellano para dar mayor credibilidad al fraude. Además, el texto estaría escrito con un tono muy austero y amenazante. No es de extrañar que muchos hayan preferido atender a las exigencias de los ciberestafadores a cambio de no revelar material tan sensible como es el que te pillen masturbándote.
¿Qué hacer si me pasa a mí?
Lo primero que tienes que hacer es despreocuparte. Repetimos, nadie te ha grabado, todo se trata de una mentira. No es cierto que haya habido tal intromisión en nuestros contactos personales ni en nuestro equipo. Los chantajistas simplemente han accedido a una de las bases de datos y contraseñas que se encuentran disponibles en la red oscura.
Así que, en caso de recibir este mensaje, la Oficina de Seguridad del Internauta recomienda simplemente ignorar el mensaje. En el caso de haber realizado el pago, aconsejan recopilar todas las pruebas posibles (capturas de pantalla, email, mensajes, etc.) y denunciarlo ante la Policía.
