El software de PS4 permite desde hace bastante tiempo jugar a distancia utilizando un ordenador, ya sea PC o Mac. Una funcionalidad muy útil para cuando, por cualquier motivo, no podemos usar el televisor para jugar. Pues bien, ahora Sony ha lanzado una nueva actualización que permite jugar a la PS4 utilizando un iPhone o un iPad. Para ello necesitaremos actualizar la consola a la última versión y descargar la aplicación PS4 Remote Play desde la App Store. Esta aplicación nos permitirá desde utiliza el iPhone o el iPad como controlador, hasta poder prescindir de un televisor para jugar a nuestra PS4.
La aplicación PS4 Remote Play requiere iOS 12.1 o posterior, así que solo es compatible con los dispositivos Apple que pueden instalar esta versión del sistema. Es decir, tendremos que disponer de un iPhone 7 o superior, un iPad de 6ª generación o un iPad Pro de 2ª generación en adelante. En un principio, la aplicación permite ver y controlar todo lo que ocurre en tu PS4 mediante un dispositivo móvil de Apple. Vamos a ver cómo se configura y qué tal funciona.
Primeros pasos
Lo primero que debemos hacer es actualizar la PS4 a la última versión del sistema (versión 6.50). Mientras tanto, aprovechamos para descargar la aplicación PS4 Remote Play en nuestro iPhone o iPad. Yo voy a utilizar un iPad ya que en este momento no tengo iPhone.
También vamos a necesitar que la PS4 y el iPhone o iPad estén conectados a la misma red. Y, por último, necesitaremos una cuenta de PSN que tendremos que validar en la aplicación para asociarla a la consola.
Una vez actualizada la consola, abrimos la aplicación en el iPad. Lo primero que nos pide es que coloquemos los datos de nuestra cuenta PSN. Tras una breve búsqueda de la consola, directamente nos aparecerá en pantalla la interfaz de usuario de la aplicación.
Tenemos disponibles prácticamente todos los botones del mando de la PS4. Si decidimos jugar en vertical, la pantalla quedará reducida a la parte superior del dispositivo y los controles aparecerán en la inferior. Esto hará que perdamos gran cantidad de espacio de visionado.
Sin embargo, si usamos el iPad o el iPhone en horizontal, los controles pasan a ser «invisibles». En este caso se parecen más a los controles que pueda tener cualquier juego de móvil, aunque en ocasiones pueden taparnos parte de la pantalla. Eso sí, tendremos disponible desde la cruceta hasta los sticks, pasando por los botones e incluso la superficie táctil del DualShock 4.
¡Vamos a jugar!
Como habéis podido comprobar, la configuración es realmente sencilla. Prácticamente no hemos tenido que hacer nada más que actualizar y descargar la aplicación. Sin embargo, vamos a ver si esta facilidad y buen comportamiento se repite durante el juego.
Empezamos con un juego sencillo como es Rayman Legends. La transmisión de la pantalla es bastante buena, aunque se nota que no funciona con la misma fluidez que cuando jugamos en la consola. Tampoco tenemos la misma calidad gráfica, aunque en este juego se mantiene bastante alta. Por otro lado, cuesta acostumbrarse a los controles táctiles en pantalla, pero es perfectamente jugable.
Pasamos a un juego con gráficos y controles más complejos. Lo primero, los gráficos poco tienen que ver con los originales del juego. La resolución baja de forma drástica, viéndose poco mejor que un juego diseñado para el propio dispositivo.
Por otro lado, es prácticamente imposible jugar. Si os gusta FIFA sabréis que necesitamos los sticks, los gatillos y todos los botones que ofrece el mando. Y, sinceramente, controlar todo eso en un entorno táctil no es posible.
Lo mismo ocurre con cualquier otro juego que requiera de múltiples controles. Y, sinceramente, en una consola como la PS4 estos serán la mayoría.
En definitiva, la experiencia con PS4 Remote Play es, en parte, buena, pero todavía tiene camino por recorrer. Lo cierto es que los problemas de jugabilidad se solucionarían con solo poder asociar el DualShock 4 al iPhone o el iPad de manera inalámbrica. De momento, es una buena opción para juegos sencillos, pero no es demasiado manejable para juegos más complejos.