parís airbnb

París es una de las ciudades que se ha mostrado más beligerante en esto de los alquileres turísticos. De hecho, no es la primera vez que tenemos noticias sobre la lucha emprendida contra Airbnb, la plataforma que permite a usuarios particulares – no solo en París, sino en todo el mundo – alquilar su piso, apartamento, casa o incluso una habitación por unos días.

Francia se ha mostrado férrea en este sentido. No quiere que las casas se conviertan en hoteles improvisados, así que desde hace poco se han propuesto emprenderla judicialmente contra aquellos que estén intentando alquilar sus viviendas de manera ilegal. O, digamos, fuera de los parámetros que ella entiende como legales.

La ciudad de París acaba de demandar a Airbnb por más de 1.000 anuncios que violan la ley que se ha diseñado para que los propietarios de viviendas no puedan alquilar sus hogares por más de 120 días al año.

Airbnb, demandada por anuncios de alquiler ilegales

Los anuncios de Airbnb deben llevar un número de registro

De momento no está muy claro por qué razón estos 1.000 anuncios han vulnerado la legislación vigente. La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, ha explicado que estos anuncios deben incluir un número de registro, que sirva para llevar un rastreo de la cantidad de días que esa vivienda en concreto ha sido alquilada a través de Airbnb. No en vano, este tipo de alquileres están causando muchísimas molestias a los edificios y comunidades de vecinos de toda la ciudad.

Si la demanda prospera y Airbnb pierde finalmente el juicio, la denuncia puede salirle por un ojo de la cara. No en vano, la legislación francesa contempla multas de 12.500 euros por cada anuncio que sea considerado ilegal. De este modo, Airbnb podría tener que desembolsar la nada despreciable cantidad de 12,5 millones de euros.

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Airbnb se defiende

Preguntada por esta situación, Airbnb ha explicado a Reuters que ya han tomado medidas para asegurarse de que los visitantes de la ciudad de París cumplieran con la legislación europea. Sin embargo, consideran que las normas que se han impuesto en la ciudad son «ineficientes, desproporcionadas y contrarian lo que dice Europa».

Sin embargo, lo más probable es que a pesar de sus opiniones, a Airbnb no le quede otro remedio que abonar el importe de la multa. Tragarse todos estos sapos será la única solución, teniendo en cuenta que Francia es el segundo país en Airbnb y París es la ciudad en la que tiene más anuncios publicados. Concretamente, 65.000.

Si pierde, el mal menor será pagar esta multa – por cuantiosa que sea -, porque de lo contrario, lo perderá todo y cederá el reinado a uno de sus competidores más importantes: HomeAway.

La situación en España: grandes empresas controlando el alquiler

El problema en España, como en tantos otros lugares del mundo (incluido París) no lo tienen los propietarios que quieren alquilar una habitación por un precio simbólico. Sino las grandes empresas que se dedican a gestionar apartamentos turísticos y que usan Airbnb como plataforma para llegar a sus clientes.

Hay anfitriones de Airbnb que tienen verdaderos catálogos de viviendas turísticas. Son centrales de reservas y agencias de viajes con muchos empleados. En nuestro país, los diez anfitriones que más alquilan tienen nada más y nada menos que 4.000 anuncios en grandes ciudades y centros turísticos.

En España, para evitar que todos los que alquilan viviendas pasen del pago de los impuestos que tiene que abonar cualquier arrendador a Hacienda, es obligatorio identificar a las personas que ceden la vivienda en alquiler, identificar la vivienda que está siendo objeto de alquiler y revelar el importe cobrado.

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