IBM, empresa multinacional estadounidense que, entre otras cosas, comercializa hardware y software para ordenadores personales, acaba de adquirir otra multinacional, la americana Red Hat, especializada en proveer software de código abierto y servicios en la nube o clouding a empresas, por una cantidad de 34 mil millones de dólares en efectivo, lo que en euros se traduce como casi 30 mil millones de euros.
IBM quiere competir con Amazon, Microsoft y Google
Red Hat seguirá siendo una empresa independiente, pero dentro del organigrama de IBM. Un portavoz de ésta ha afirmado que IBM ‘seguirá comprometida con el espíritu de código abierto de Red Hat, su comunidad de desarrolladores y sus relaciones con la comunidad de código abierto‘. En esta dirección, la multinacional Red Hat conservará su plantilla directiva y permanecerá en sus sedes e instalaciones actuales. Es indudable que, aunque todo siga como antes, la simbiosis entre IBM y Red Hat prospere de un modo u otro.
El Vicepresidente Senior de IBM de Hybrid Cloud Arvind Krishna, en una videoconferencia, y el Vicepresidente Ejecutivo y Presidente de Productos y Tecnologías de Red Hat, Paul Cormier, tomaron el testigo de las declaraciones del portavoz, asegurando que todas las asociaciones de Red Hat con los distintos proveedores de cloud computing así como todos los proyectos de desarrollo de código abierto de Red Hat continurarán como antes, entre los que se encuentran la plataforma de computación en la nube de OpenStack.
IBM ha sido socio de Red Hat durante bastante tiempo, y su adquisición tiene mucho que ver con el crecimiento de negocio de IBM en la nube, basado en la posición de la compañía como proveedor de código abierto frente a modelos de propiedad como Microsoft, Amazon y otros grandes proveedores de la nube. Por parte de Red Hat, se trata de una oportunidad única para que la empresa amplíe su alcance comercial. Es, hasta el momento, la mayor adquisición que ha hecho IBM en un momento en que la empresa quiere su trozo del pastel en un mercado que Amazon, Microsoft y Google lo copan todo.
Vía | Ars Technica
