El 54% de los adolescentes están preocupados por el tiempo que pasan enganchados a la pantalla

Sabemos que los adolescentes pasan parte de su día enganchados a las pantallas. Lo que no podíamos imaginar es que más de la mitad de estos jóvenes andaban preocupados precisamente por esto: por el tiempo que invierten en sus móviles. 

El Pew Research Center acaba de publicar un informe que se fija en el uso que hacen los adolescentes de entre 13 y 17 años del móvil. Este señala que un 54% de los encuestados están preocupados por el tiempo que invierten en sus teléfonos móviles. Y los padres también toman consciencia de ello. Dos tercios de los progenitores consideran que sus hijos están demasiado enganchados.

Conscientes de la gravedad del asunto, hasta un 52% de los jóvenes encuestados reconoce haber tomado medidas para reducir el uso que hacen de su teléfono móvil. Y también evitan, de algún modo, conectarse con tanta frecuencia a las redes sociales (57%) o a los videojuegos (58%).

Los padres, que deberían ser los que llevan el timón del barco, también están tomando medidas. Sin embargo, tan solo un 58% de los encuestados reconoce haber aplicado restricciones en el uso que hacen sus hijos de todos estos medios tecnológicos. El resto parece que dejan a los adolescentes campar a sus anchas.

adolescentes móviles

Los adultos, también adictos a la pantalla

Ojo, que la adicción a los teléfonos móviles no solo es cosa de adolescentes. Qué va. Los adultos que han sido encuestados también reconocen sobrepasarse con las horas que destinan a las pantallitas.

El 36% de los encuestados consideran que pasan demasiado tiempo frente a sus móviles. Y los adolescentes también son conscientes de ello. Un 51% de los jóvenes creen que sus padres están demasiado distraídos con el móvil y que resulta complicado mantener una conversación con ellos.

No es un problema que vaya a solventarse de un día para otro. Sin embargo, algunas empresas tecnológicas importantes, como Apple, Google o Facebook han puesto en marcha ya diferentes iniciativas para que sean los propios usuarios los que controlen su adicción a las redes.

Facebook e Instagram (ambas parte de la misma factoría), por ejemplo, ofrecen desde hace poco información al usuario sobre el tiempo que pasa conectado y otras estadísticas de uso, lo que puede ayudarle, sin duda, a tomar conciencia sobre su grado de adicción.

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