Strandbeest, 5 vídeos de las esculturas que cobran vida con el viento

Su autor se llama Theo Jansen. Es un holandés nacido en Scheveningen (1948) que trabaja como artista y escultor cinético. Problamente sus trabajos te suenen y mucho, porque su originalidad y su valía los convierten en esa clase de cosas excepcionales y maravillosas por los que uno no puede dejar de asombrarse.

Hablamos de las esculturas cinéticas que se mueven gracias a la acción del viento por las playas holandesas. Jansen, que realizó estudios de física en los años 60, para abandonarlos después y convertirse en pintor, se ocupa de construir grandes figuras, imitando esqueletos de animales y construcciones varias que pueden moverse, como decíamos, gracias a la fuerza de Eolo.

Dice que diseña nueva naturaleza y es bien cierto. Porque los esqueletos animales que caminan por las playas de Holanda son verdaderas obras de arte vivas, capaces de cobrar movimiento con el sencillo impulso de la naturaleza. Si no las has visto nunca en acción, te recomendamos echar un vistazo a los siguientes vídeos. No te dejarán indiferente.

Diez años trabajando en las esculturas móviles

Theo Jansen no es un recién llegado en el mundo del arte. De hecho, el escultor holandés acaba de cumplir 70 años y desde hace más de quince, ha estado trabajando en la construcción de estas esculturas móviles. Crea nueva naturaleza, pero lo hace sin usar, en ningún caso, elementos naturales, como podrían ser semillas o flores. Qué va.

Su material primario son unos tubos de plástico de color amarillo. Y esto hace reconocibles sus esculturas, que son esqueletos capaces de caminar con el viento. Y no es solo arte. Porque Theo Jansen estudia y diseña estas complejas arquitecturas a conciencia, para probarlos a continuación sobre la arena.

Las piezas, con patas articuladas, pueden moverse como si fueran animales sobre la playa. Algunos parecen cangrejos explorando el entorno. Después de haberlos lanzado a la vida, Theo Jansen examina sus recorridos, evalúa cómo han funcionado y trata de mejorarlos en el taller.

Un ordenador Atari, el culpable de todo

Para alcanzar el grado de belleza de estas esculturas y su particular movimiento sobre la arena, Theo Jansen ha tenido que trabajar duro para generar y estudiar algoritmos para las esculturas. Así, su movimiento no es para nada casual, sino completamente estudiado.

Para hacer los primeros cálculos, el artista usó un ordenador de la marca Atari. Esa pieza, digna de estudio histórico, se exhibe en algunas de las exposiciones que Jansen ha hecho alrededor del mundo. Una de ellas se celebró en Madrid. 

Sin sensores, ni motores: solo la fuerza del viento

Las Strandbeest (que no son otra cosa que bestias de playa) solo tienen tubos amarillos de plástico y cinta adhesiva. Aunque pueda parecer que son accionados por algún tipo de motor, solo son capaces de moverse gracias a la fuerza del viento.

Y su creación se gesta dentro de un ordenador, no llevan ningún tipo de tecnología integrada para moverse. Y ahí está una de sus mayores grandezas. 

¿Serán algún día parte de la naturaleza?

Es uno de los sueños que persigue Jansen. Detrás de estas esculturas hay un intenso trabajo de estudio sobre la historia de la evolución biológica, que le ha permitido crear criaturas absolutamente capaces. Quiere que, si algún día son capaces de evolucionar, puedan integrarse y seguir su vida en plena naturaleza como si fueran un organismo vivo. No hay nada imposible.

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