La Realidad Virtual ya no es un concepto de ciencia ficción. Ni es un servicio o producto ajeno a los usuarios de a pie. Lenovo se ha encargado de perfilar la tecnología actual para hacerla más cómoda y accesible. Y no solo permite crear contenidos para la Realidad Virtual, sino disfrutarlos en cualquier lugar. Y lo que es mejor, sin dejar inoperativo tu móvil. Es una de las claves de las Lenovo Mirage Solo, sus gafas más avanzadas, que no requieren de un terminal para reproducir los contenidos habituales de Realidad Virtual. Aunque tiene otros puntos muy interesantes por los que también destaca. Aquí los repasamos.
Todo en uno
Su precio quizá sea una contra como primera impresión, pero hay que entender que sus 400 euros cumplen con todo el equipo. No necesitas absolutamente nada más una vez que las sacas de la caja. Lo bueno de las Lenovo Mirage Solo es que cuentan en su diseño y estructura con todo lo necesario para reproducir contenido de Realidad Virtual de calidad. Ni un ordenador ni un móvil potente. Basta con que cargues su batería y disfrutes sin cables de la experiencia. Y es que son completamente autónomas respecto a otros dispositivos. Claro que siguen necesitando de conexión a Internet para acceder a los contenidos, aplicaciones y demás…
Diseño ergonómico
En Lenovo han trabajado con cabeza para crear la experiencia más cómoda posible. No hay que olvidar que hay mucha tecnología en estas gafas, y que las experiencias virtuales conllevan tener movilidad y también ligereza. Su peso total es de 645 gramos, lo cual permite llevar este casco durante más de media hora sin ningún tipo de problema. Además está realmente bien equilibrado, por lo que inclinar la cabeza con las gafas puestas no nos hace perder el equilibrio en ningún momento.
Hay que hacer mención especial a la cómoda diadema con la que encajar estas gafas en nuestra testa. Solo girando la tuerca de la parte trasera conseguimos fijarla para que no hay ningún problema o accidente. Además, el diseño cuenta con un botón de extracción rápida. Al pulsarlo, es posible desencajar en parte la estructura de las gafas para extraerlas de la cabeza rápidamente. Es lo más cómodo.
Compatibles con Daydream
Ser compatible con el sistema Daydream de Google abre las puertas a una buena cantidad de contenido y posibilidades. Incluye el mando a distancia con el que controlar toda la experiencia más allá de mover la cabeza en cualquier dirección. Pero además da pie a usar juegos más complejos que incluyen esta herramienta, o a experiencias más completas. Todo ello con una buena colección de contenidos que van desde fotos y películas inmersivas, hasta juegos y experiencias en las que eres el auténtico protagonista.
Tan potente como un móvil de gama alta
Para crear este casco independiente Lenovo ha tenido que introducir en él toda la potencia de un buen móvil. De esta manera no necesitas usar el tuyo propio y descargar su batería para vivir la experiencia. Pues bien, dentro de las Lenovo Mirage Solo encontramos un procesador Qualcomm Snapdragon 835 y 4 GB de memoria RAM. Por supuesto también hay espacio de almacenamiento para descargar las aplicaciones y contenidos, contando con 64 GB de espacio interno y ranura para tarjetas MicroSD de hasta 256 GB más.
Por supuesto, también hay una pantalla donde ver todos estos contenidos. Es de 5,5 pulgadas y alcanza una resolución máxima de QHD (2560 x 1440 píxeles), así que el detalle está asegurado. Prácticamente es como llevar un móvil de gama alta alojado en este casco.
Worldsense, sin sensores
La autonomía completa de estas gafas no se debe únicamente a la potencia que incluyen sus componentes lógicos. No hay que perder de vista las dos cámaras que hay en el frontal del casco de Lenovo. Gracias a ellas la compañía ha incluido la tecnología Worldsense de Google. Consiste en reconocer el entorno en el que se encuentra el usuario sin necesidad de sensores instalados en la habitación. Esto hace que el movimiento sea más libre y siempre adaptado a cada entorno. Y además supone mayor comodidad al no tener que realizar ninguna instalación en la habitación en la que se va a jugar.
