Sepiia, probamos la camisa inteligente que no se mancha ni se arruga

¿Alguna vez te has quedado pensando si algún anuncio de Facebook tipo teletienda, de esos productos que parecen casi mágicos, funcionan en realidad? Toallas de playa en las que no se pega la arena. Herramientas multiuso a las que solo les falta hacerte la declaración de la Renta. Incluso camisas que puedes usar en el día a día sin temor a mancharlas o mojarlas porque es prácticamente imposible. Pues bien, de estas últimas ya no tenemos ninguna duda. Y es que hemos probado las de Sepiia, una empresa española dedicada al desarrollo y producción de prendas inteligentes que repelen el agua y las manchas. Y no, no es un truco de teletienda.

Hemos probado esta camisa durante una semana, aprovechándola para cada ocasión, aunque sin abusar para evitar que nuestro entorno pensase que era nuestro mono de trabajo. O que tenemos un armario como el de Batman, repleto del mismo traje. Uno tiene que cuidar su apariencia. El caso es que la hemos mojado, la hemos manchado y la hemos sudado. Y sí, esta camisa lo aguanta casi todo. Pero si de verdad estás interesado en los detalles, echa un vistazo al resto de nuestro análisis.

Sepiia

Una camisa como cualquier otra

Lo primero que llama la atención de las camisas de Sepiia es su aspecto y su tacto. Y es que la tejeduría de esta prenda se percibe tanto con la vista como por el tacto. Igual que con las camisas hechas a medida o que usan telas de calidad, es posible atisbar el tejido de la misma, adivinar la textura con la vista. Los cruces de las fibras están pensados para conseguir la máxima transpiración, pero también marcan la personalidad de la tela de esta prenda. Nada más abrir la caja salta a la vista que los acabados son de calidad y que los materiales de su producción están cuidados. Eso sí, cuando agarramos o nos ponemos por primera vez la camisa, las sensaciones no son tan buenas.

Y es que el tacto es una de las características que más choca en el primer contacto. Tiene su explicación en la tecnología que encierra la camisa de Sepiia, pero no quita que, sobre la piel, la capa interior sea áspera y poco gustosa. Aunque es justo decir que el cuerpo se acostumbra a ello al cabo de unos cuantos minutos. Por un lado vuelve a ser culpa de la tejeduría y su estructura 3D para dejar canales de transpiración, que hace que la parte “suave” sea la exterior, con un punto más cerrado, liso y bonito. Así, es mucho más fácil ver la textura de la tela al dar la vuelta a la camisa, dejando la parte áspera y menos bonita oculta a la vista, pero en contacto con la piel. Además, esta parte interna de la camisa no cuenta con protección antimanchas, ya que crearía una prenda que no transpira, haciendo chorrear nuestro sudor por dentro hacia los pantalones. Una imagen muy poco agradable.

camisa inteligente

La parte positiva de todo esto es que, en unos minutos, nuestra piel, si no es excesivamente sensible, se acostumbra a este tacto bastante más rugoso y áspero que el de una camisa de algodón. Pero más interesante es que el tipo de fibra desarrollado por Sepiia y esta manera de tejerlo impiden que la camisa se arrugue con facilidad. Y aún mejor: es elástica. Así que la comodidad está asegurada.

En nuestra experiencia de uso nos hemos movido sin limitación alguna. Es cómoda para llevar a un evento o para el día a día. Al fin y al cabo se adapta realmente bien al cuerpo. Cuenta con la caída y cuerpo de una camiseta transpirable de gimnasio, y no resulta rígida ni molestan sus costuras. Además, de cara a lo visual puede pasar por una camisa de sport habitual. Hasta aquí, salvo el tacto interior, todo es positivo.

 

La camisa que casi no se mancha

Y una vez que comprobamos que no se trata de una prenda de ciencia ficción, robótica o que se acopla al cuerpo como una armadura, solo nos queda la parte divertida: testar sus propiedades antimanchas. Algo que nos ha devuelto a la niñez al permitirnos olvidarnos de los problemas que puede ocasionar comer y beber despreocupadamente. O un choque fortuito en un bar en el que no te has podido sentar. Esta paz mental anti lamparones es una de sus mayores virtudes.

Las camisas de Sepiia lo aguantan casi todo. Hemos recreado accidentes fortuitos pero exagerados más propios de un anuncio de teletienda sobreactuado: comer un bocadillo de ketshup que acaba desparramado por toda la pechera de la camisa, ser abordado con una botella de cierta bebida azucarada sucedáneo del té, o incluso hemos desparramado café de la forma más patosa que hemos sabido. Y los resultados sorprenden tanto en el durante como en el después.

antimanchas

La capa de tratamiento hidrófuga y oleófuga sirve para que casi cualquier líquido corra polarizado por la superficie de la camisa. Sorprende ver cómo el agua parece rodar como si se tratase de mercurio líquido sobre la camisa. En el caso del kétchup el susto inicial se pasa al ver cómo resbala la materia sin dejar mancha alguna en la camisa. Y, si no resbala, solo hay que verter agua para hacerlo correr hacia abajo. Con suerte, y si no hemos frotado esta sustancia fuertemente contra la tela, ésta no habrá quedado impregnada ni sucia en ningún momento. Ahora bien, aunque el café vertido estaba frío, este material sí parece haber dejado marcas algo más visibles sobre la camisa de Sepiia. En cualquier caso, son manchas realmente sutiles para lo que se espera de una prenda, y teniendo en cuenta que son situaciones muy exageradas. Cualquier salpicadura menor pasa desapercibida sin problema.

Pero no es oro todo lo que reluce. En nuestras particulares pruebas también nos hemos percatado de ciertos problemas: la parte interna de la camisa no cuenta con ninguna protección por lo que puede mojarse o mancharse como una camisa normal. Sí, se seca antes que una camisa convencional, pero sigue dejando desprotegidas algunas zonas sensibles como las mangas (en caso de estar recogidas) o el cuello (si está abierto). Además, hay que aprender a no restregar manchas y productos, ya que estos pueden ser absorbidos por la capa interna de la camisa, dejando así cerco. Siempre hay que usar agua para que los restos resbalen.

A parte de nuestras pruebas drásticas, hemos comprobado que el uso normal de la camisa puede ensuciar los puños de manera habitual. Sin embargo, es verdad que la tranquilidad que da saber que casi cualquier cosa va a resbalar sobre la superficie nos relaja ante ciertas situaciones. Y, además, sabemos que pequeñas gotas de vino, café o cualquier otro producto cotidiano no nos van a obligar a lavar la camisa. Lo cual alarga notablemente su vida útil y nos invita a despreocuparnos de tareas como colada o planchado.

Ni olores ni arrugas

Una cosa es la capa de protección antimanchas, y otra cosa muy diferente la tecnología que hay tras las fibras y la tejeduría para que esta camisa ni se arrugue ni huela. Por un lado están las fibras, que no solo conceden elasticidad, sino que además cuentan con pequeñísimas partículas de plata que evitan la proliferación de bacterias de mal olor. Es decir, va en los genes de esta camisa de Sepiia eso de oler bien. O mejor dicho: de no oler. Cuando hemos comprobado el resultado de nuestras pruebas nos ha sorprendido no encontrar la acidez y característico olor del kétchup, o no siquiera el olor del café. El funcionamiento no es exhaustivo, y con las manchas que quedan impregnadas en la tela es posible que quede algo de olor. Sin embargo, es sorprendente lo que sucede con la transpiración. A pesar de ser recogida con la parte interior y permeable de la camisa, no permanece el olor. Claro que tampoco parece quedarse el olor del suavizante tras el lavado. El sello olfativo de la camisa de Sepiia es un no-olor algo característico, más propio del tejido o el cartón. No es desagradable pero olvídate de que huela como el resto de tu ropa.

ni arrugas ni olores

En cuanto a las arrugas… es otra historia. Es tela, y como tal se arruga. Claro que nada en comparación con camisas de algodón o de lino. De hecho la textura del tejido se asemeja mucho más a las camisetas deportivas, guardando las mismas posibilidades de arrugas: prácticamente ninguna. Ahora bien, como en anteriores casos, no es algo definitivo. Podemos estrujar parte de la tela en el puño y apretar con fuerza. Lo más seguro es que no consigamos más que alguna señal. Y lo mismo pasa cuando sale de la lavadora y se seca sobre una percha. Los bajos siempre quedan algo más arrugados, aunque muy lejos de cualquier otra camisa normal. Lo que sorprende es el resultado de puños y cuello, que quedan perfectos. Claro que, si es menester, siempre podemos dar una pasada a la camisa de Sepiia con una plancha de manera habitual a temperatura media o baja para no dañar las fibras, que tienen base plástica.

Variedad de modelos y entalles

Hemos probado una camisa en azul claro con un entalle recto. Pero hay muchas otras opciones en la tienda web de Sepiia. De hecho hay un total de 12 colores y estampados para elegir. Todo ello para conseguir un estilo más formal o más casual. Siempre teniendo en cuenta que son camisas con corte sport. Blanca, azul celeste, azul marino, o incluso con cuadros y estampados asimétricos. Y desde las tallas S hasta la XXL, todo ello siguiendo la guía de medidas que muestran en la propia web y que encajan realmente bien con el resultado final según nuestra propia experiencia. Hay dos modelos: entalle recto o entalle Slim, para realizar la figura. Estas camisas tienen un precio de 84 euros sin gastos de envío o de recogida.

variedad

Pero no es la única prenda que tienen en la web de Sepiia, el único lugar donde comprar estas camisas. También hay polos de 62 euros con tres variedades de color: negro, gris y azul marino. En este caso el entalle es único, recogiendo ligeramente la parte de la cintura. De nuevo, todos los detalles de medidas se pueden consultar en la tabla de tallas de la web. Hay todas las tallas, aunque es posible que de alguna de ellas no existan unidades disponibles y haya que esperar.

Sepiia vende sus productos directamente a través de su web, y lo hace con un sistema de precompra. Esto es debido a su pequeña producción de camisas, que no les permite generar toda la variedad de la que disponen en la web para vender tan rápido como otras tiendas del sector. Así que invierten el dinero de la pre compra en la producción de la camisa que se ha solicitado. Algo que puede alargar unos días los plazos de entrega.

Conclusiones

Parece magia pero no lo es. Las camisas de Sepiia funcionan, y desde luego son una gran solución para aquellas personas que usan camisa de forma diaria y no tienen tiempo que perder lavando, temiendo comer y beber o planchando. Su uso es como el de cualquier camisa. De hecho se lava en lavadora de forma normal (sin lejía y a temperatura menor de 40 grados), y no hace falta plancharla a menos que queramos ir como un verdadero pincel.

conclusiones

 

¿Es la prenda definitiva? No. Hay que saber tratarla para evitar restregar manchas y que queden empapadas en el tejido. Y hay que tener en cuenta que sus propiedades se pierden en el tiempo con los lavados. Sin embargo, son un gran ahorro de tiempo y esfuerzo. Y son capaces de repeler realmente bien el sudor y las manchas.

Ahora bien, ¿tu tiempo y tu esfuerzo cuestan 84 euros? Haciendo números, y si usas camisas todos los días, quizá te interese comprar un par de ellas. Al fin y al cabo tienen el mismo precio que una camisa de firma sin estas propiedades especiales.

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