Empieza el verano y hay que empezar a agudizar el ingenio. Sí, esto va para los padres y abuelos que durante la canícula tendrán que idear mil y una actividades para tener entretenidos a los más pequeños de la casa. Lo de no ir al cole es un deporte de riesgo – para progenitores – así que hoy nos hemos propuesto encontrar experimentos científicos interesantes y fáciles de hacer para disfrutar en casa (también en la terraza o en el jardín) juntos.
Tendremos la posibilidad de crear burbujas que no explota, montañas de jabón, arco iris líquidos y hasta nieve de colores. La mayoría de experimentos requieren de la supervisión y colaboración de un adulto que, además, tendrá que ofrecer a los niños y niñas la explicación científica de lo sucedido. ¿Preparados para disfrutarlos? ¡Pues vamos allá!
1. Pompas de jabón que no explotan
Lo menos divertido de hacer pompas de jabón es que explotan casi al instante. Aunque seguramente lo más gracioso de hacerlas sea el hecho de que sean tan perecederas. En cualquier caso, el primer experimento que os proponemos en casa es el de hacer pompas de jabón que no explotan.
Todo lo que tienes que hacer es mezclar tres tazas de agua, una de detergente y dos cucharadas de glicerina. Después de haber removido la mezcla, tendrás que usar una pipeta plástica, quitarle la punta y ponerte unos guantes de lana. Solo tienes que mojar la punta de la pipeta y soplar. Lo que saldrá de ahí serán pompas de jabón que no se rompen. Los peques disfrutarán un buen rato, pasándoselas de mano en mano o incluso usándolas como si fuera una bola de cristal para predecir el futuro.
2. Crea vuestro propio Slime
El Slime de hoy es nuestro Blandiblu de antaño. Y no hace falta que lo compréis, podéis hacer vosotros mismos el experimento en casa. Este lo han bautizado como Water Slime, porque es transparente. En este vídeo que te proporcionamos aquí puedes crear uno de blanco. Para ello necesitaréis silicona líquida y gel de baño. Si lo queréis hacer transparente, tendréis que usar cola y líquido para las lentillas. Como lo lees.
Si queréis hacer el experimento un poco más divertido, también podéis usar purpurina de diferentes colores. Los resultados son francamente espectaculares. Eso sí, mucho cuidado con los productos que manejáis, especialmente si los niños son pequeños.
3. Nieve de colores
Necesitarás cuatro pañales súper absorbentes, un recipiente de cristal, seis vasos pequeños, colorantes alimentarios, unas tijeras, una cuchara, un papel de periódico y agua. Lo que hay que hacer es remover el polvo que está en el algodón de los pañales: es el ingrediente básico para hacer la nieve.
Al añadir el agua y los colorantes (puedes usarlos de distintos colores), verás que el polvo de los pañales absorbe casi por completo el agua. Ya solo te quedará sacar la nieve de los vasos y tocarla con los dedos.
4. Tinta invisible
El de la tinta invisible es un experimento mítico. Necesitarás un limón, un pincel, un folio y una vela. Lo primero que hay que hacer es obtener la tinta y lo haremos exprimiendo el limón. Luego hay que ir escribiendo el mensaje con esta tinta de limón sobre el folio. Un adulto tendrá que ayudar a los peques a encender la vela y pasar el papel por encima de la vela.
Ojo con acercaros demasiado, porque el papel se quemará al instante. Dentro del vídeo encontraréis la explicación científica del experimento. No dejes que los peques hagan este experimento solos: ¡no deben manejar el fuego!
5. Subirse a un cartón de huevos
¿Son tan frágiles los huevos como pensamos? La respuesta es sí, evidentemente. Pero hay un experimento que dejará asombrados a pequeños y mayores. La ciencia nos dice que no importa lo frágil que sea un objeto. La forma ovoidal convierte algo tan frágil como un huevo en una estructura tremendamente fuerte.
Lo único que hay que hacer es distribuir el peso de una manera uniforme. Lo único que tendréis que hacer es comprar algunos cartones de huevos y a continuación, seguir las instrucciones.
6. Una nube de jabón
El siguiente experimento también os dejará con la boca abierta. Se trata de crear una nube de jabón en el microondas. ¿Cómo? Basta con introducir una pastilla de jabón en él y esperar los efectos explosivos de la idea. Seguid las instrucciones que se indican en este vídeo para que todo salga bien: veréis que bastan dos minutos.
Eso sí, no toquéis el resultado del experimento: al principio estará muy caliente. Cuando ya no lo esté (que lo compruebe siempre un adulto), podréis hacer formas y esculturas y hasta recuperar la forma del jabón, para seguir usándolo sin problemas a posteriori.
7. Los ositos mutantes
Para el experimento de los ositos mutantes necesitaréis unas cuantas gominolas: ositos de los de toda la vida y otros líquidos, como agua, vinagre, jugo de limón, bicarbonato sódico y sal. La prueba consiste en ver qué efecto producen estas sustancias en los ositos de goma.
Lo que obtendremos serán algunas mutaciones interesantes. Acordaros de guardar algunos ositos sanos y salvos, para el final del experimento.
8. Ver nuestra propia voz
¿Cómo sería nuestra voz si pudiéramos verla? Este experimento nos ayudará a realizar la prueba. ¿Qué necesitaremos? Un globo, una lata grande, un tubo de PVC pequeño, un abrelatas o un cúter, un láser, un CD y cinta americana. Seguid bien las instrucciones, porque es un experimento un poco más complejo, por todos los pasos que hay que seguir con los materiales.
Al mismo tiempo, es importante que un adulto haga y supervise todos los pasos. Al apagar las luces, veremos nuestra propia luz a través de ondas. Estas se irán modificando a medida que pronunciemos distintas palabras.
9. Pinchar una bolsa sin que salga agua
¿Es posible pinchar una bolsa llena de agua y conseguir que no salga ni una gota? La respuesta es sí y sino echad un vistazo a este interesante experimento. Necesitaréis una bolsa de plástico, lápices con punta y agua. Os recomendamos hacerlo en un exterior, para así evitar escapes. Encontraréis una explicación científica a este interesante fenómeno aquí y en el propio vídeo.
10. Arco iris líquido
Y terminamos este especial de experimentos con algo espectacular: un arco iris líquido. Se trata de un experimento que suele encantar a los más pequeños, porque los efectos que produce son absolutamente vívidos y magnéticos. Necesitaréis bastantes ingredientes, incluyendo colorantes de colores, miel o jarabe de maíz, jabón para lavar los platos, alcohol y aceite, entre otros utensilios. El resultado es asombroso.
