Fianza millonaria para Sergio Soler (Mr Granbomba), más conocido por llamar Caranchoa a un repartidor en plena calle. El YouTuber ha sido condenado a pagar una fianza de medio millón de euros por, presuntamente, calumniar e injuriar al repartidor, quien no dudó por ello en propinarle una bofetada. La resolución ha reprochado al youtuber una actitud provocadora en vías públicas. Y lo más grave, la compensación económica que obtenía por abusar de la imagen de los transeúntes sin su consentimiento a costa de insultos y bromas.
El vídeo salió a la luz pública en diciembre de 2016. En él veíamos como un youtuber, apodado Mr Granbomba y famoso por propinar insultos a personas desconocidas por la calle, asaltaba a un repartidor en un portal. Tras preguntarle por una dirección le llamó Caranchoa sin pensar por un segundo la reacción que tendría. El abogado que lo representa, Carlos Frigola, sostiene que la gran repercusión del vídeo ha causado un daño psicológico a su cliente por los insultos recibidos y su posterior difusión en redes sociales.
El repartidor exige una indemnización de medio millón de euros en concepto de daños y perjuicios. María Luisa Carrascosa, titular del Juzgado de Instrucción 9 de Alicante, ha emplazado al youtuber a que aporte una fianza que garantice que se va a pagar esta cifra. De no hacerlo, sus bienes serían embargados para cubrirla. No obstante, el Mr Granbomba ha pedido que los responsables de YouTube también sean condenados por ser este el servicio a través del mediante la que el vídeo se hizo viral.
Asimismo, el abogado también reclama al acusado el pago de multas por un delito de injurias y calumnias con publicidad. En total se le exigen 16.000 euros más. Fuentes próximas al youtuber consideran desproporcionada la cantidad reclamada, insistiendo en que todo se trató de un vídeo de humor del que nunca se ha lucrado. Además, también alegan que el agredido fue el youtuber con la bofetada, un hecho por el que el repartidor ya fue condenado. Hay que destacar que Mr GranBomba se retiró de su actividad tras recibir hasta 800 amenazas de muerte. Por su parte, el repartidor trató de registrar la marca Caranchoa en un par de ocasiones en los días posteriores a la difusión del vídeo.
