Seguro que has pensado, en los últimos tiempos, que el alquiler se ha disparado de un modo inusitado, que si comprarse un piso está al alcance de unos pocos, la renta está alcanzando máximos insoportables. El impacto de plataformas de alquileres de piso pasa fines turísticos como Airbnb es indudable. Vivir en el centro de las ciudades, hoy día, es casi una misión imposible. Los propietarios renuevan sus pisos, se limitan a cerrar contratos con inquilinos que pueden llevar años en sus inmuebles, y los reasignan como viviendas turísticas. Es, sin duda, un negocio demasiado suculento como para dejarlo escapar: ¿quién no querría ganar en unos cuantos días lo que antes conseguía en todo un mes?
Airbnb será vetado en Palma de Mallorca
Un problema al que la ciudad de Palma de Mallorca ha dicho basta, según podemos leer en el diario El País. La ciudad balear se convierte en la primera en España en prohibir el alquiler de viviendas a turistas a partir del mes de julio, justo en plena temporada estival de vacaciones. Esta nueva ley tiene excepciones, claro, pero seguirán limitando enormemente las posibilidades de los propietarios poder convertirse en ‘anfitriones’: solo los que posean chalet o casas unifamiliares aisladas y que no estén en suelo rústico protegido, en las inmediaciones del aeropuerto de la ciudad o en sitios de uso no residencial como los polígonos industriales.
El gobierno de coalición de Palma de Mallorca, formado por PSOE, Més y Podem aprobarán en un pleno a celebrar el próximo 26 de abril la delimitación del alquiler vacacional, tan necesario en algunas ciudades españolas, completamente congestionadas por viviendas turísticas que, en el mayor de los casos, incluso carece de licencia. El alquiler subió en 2017 más que en los últimos 11 años: la imposibilidad de compra de viviendas por el público más joven y el ascenso de plataformas como Airbnb han propiciado este aumento.
La Comunidad Balear ya prohibió el pasado mes de agosto de 2017 el alquiler vacacional en pisos. Sin embargo, el ayuntamiento de Palma debía decidir qué zonas de su ciudad eran apropiadas para albergar dicho alquiler y cuáles no. A partir del próximo jueves, el ayuntamiento considerará a Palma de Mallorca como zona única, por lo que la restricción se aplicará a toda la ciudad, con las excepciones antes comentadas.
Airbnb y su influjo en la subida de alquileres
El alquiler en Palma de Mallorca sigue la tónica de subida de precios que el resto de la península, aunque su caso es especialmente alarmante. Se trata de la segunda ciudad española, solo por debajo de Barcelona, en la que los ciudadanos pagan más por el alquiler de su inmueble: los precios han subido hasta un 40%. El alcalde de Palma de Mallorca, Antoni Noguera Ortega, ha afirmado a El País que con esta medida se pretende satisfacer al interés general, esperando que cumpla el ejemplo y se extienda a otras ciudades españolas.
De las 11.000 plazas de alquiler turístico que actualmente hay en Palma, solo 645 tienen licencia para operar como tal. Para evitar tal negligencia, a partir de agosto del año pasado se impusieron multas que ascendían a los 400.000 euros: gracias a tal medida pudieron bajar de las 20.000 plazas a las más de diez mil actuales. Esperamos, como bien dice el alcalde, que esta medida sea ejemplar y los demás equipos de gobierno reflexionen sobre un problema gravísimo como es la subida de alquiler de los pisos.