No leemos todo lo que deberíamos. En absoluto. Hoy, Día del Libro y Sant Jordi en Cataluña, serán muchos los ciudadanos que comprarán un libro para obsequiar a sus seres queridos o que lo adquirirán para ellos mismos. De hecho, los libreros auguran una buena jornada para hoy, en la que esperan igualar o superar las ventas de 2017. El año pasado se llegaron a vender más de un millón y medio de ejemplares, lo que repercutió en una facturación de 21,8 millones de euros: un 4% más que en el año anterior.
Sin embargo, durante el año – exceptuando la campaña de Navidad – la venta de libros ha decrecido entre un 20% y un 16% respecto al año anterior. Y las estadísticas no mienten. Un estudio publicado este año por la Federación de Gremios de Editores de España señala que un aplastante 40,3% de los encuestados reconoce no leer nunca o casi nunca en sus momentos de ocio.
Esta misma encuesta nos habla de un 12% de lectores ocasionales, que leen al menos una vez al trimestre. Y por último, un grupo más numeroso, pero que todavía sigue representando menos de la mitad de los ciudadanos: el 47,7% de los que afirman que leen de manera frecuente, aunque sea una vez por semana.
Fuente: Federación de Gremios de Editores de España
Los no lectores se escudan en la falta de tiempo
Hay un porcentaje importante de lectores que leen porque les obliga el trabajo. Del 65,8% de españoles que afirman leer libros, un 59,7% lo hacen en sus momentos de ocio, mientras que el 28,1% lee por motivos de trabajo o estudios. Lo que luego no implica que también dedique su tiempo libre a leer. A pesar, de eso, sigue existiendo un 34,2% de los españoles que ni por trabajo ni por ocio se animan a abrir un libro.
En este sentido, el 48% de los encuestados que no leen nunca o casi nunca dicen que no lo hacen porque no tienen tiempo. Así, en el tiempo libre las que más leen siguen siendo las mujeres (65%), aunque hay que reconocer que en los últimos años los hombres (54%) también se han sumado al placer de leer en sus horas de ocio.
Pero existen otras excusas mucho más preocupantes. Y es que existe un 35% de ciudadanos que no leen porque no les gusta o no les interesa leer. Esto es especialmente asombroso en el caso de los jóvenes de entre 25 a 34 años, en los que este porcentaje se eleva a casi un 50%. Ocurre lo mismo, aunque con un porcentaje inferior (38%) con las personas de 55 a 64 años).
Otra de las razones aducidas (18%) para no leer tiene que ver con el hecho de que los jóvenes, sobre todo los de 14 a 24 años (30%) y a las personas de más de 65 años (25%) prefieran emplear su tiempo libre a otros entretenimientos.
Existe, por otro lado, un curioso 0,7% de los encuestados que dicen no leer porque los libros son demasiado caros. Es posible que no conozcan todavía la existencia de las bibliotecas. O de las descargas de lecturas clásicas, ya gratuitas. Desde aquí les invitamos a entrar en el maravilloso mundo de la lectura a coste cero. Casi tan nutrido o igual que el de los libros de pago. Aquí tienen, si quieren probarlo, una selección de más de 20 clásicos de la literatura que pueden descargar y leer gratis.
¿Quiénes son los que más leen?
Pero, ¿quiénes son exactamente estos curiosos seres que dedican su tiempo libre a zambullirse en los libros? Según el barómetro, el hábito lector se incrementa cuanto más elevados son los estudios del sujeto. Así, el 80,7% de los universitarios leen en su tiempo libre.
En el caso de las personas con estudios secundarios, tan solo lo hace un 56,8%. Las cifras son más preocupantes en el caso de aquellos que solo tienen estudios primarios, porque los lectores en tiempo de ocio tan solo suman un 37,6%, con lo que podríamos resumir con ese viejo dicho que reza «El hábito hace al monje».
Si Perales preguntara a un estudiante qué hace en su tiempo libre, está cantado que hoy podríamos responder: leer. Casi un 76% dedican sus horas libres a leer por ocio. Les siguen los parados (63%), los ocupados (60%), las amas de casa (58%) y los jubilados (44,5%), que curiosamente son los que más tiempo tienen (en teoría), pero menos tiempo dedican a disfrutar de la lectura.
¿Y dónde viven? Pues la mayoría, en Madrid. Las comunidades con un mayor porcentaje de lectores en su tiempo de ocio son, por este orden, Madrid (71%), Navarra (65%), País Vasco (64%), La Rioja (63%), Cataluña (63%) y Aragón (62%), lo que sin duda habla muy bien sobre las comunidades del norte y la capital de España. A la cola se encuentran Extremadura (53%), Canarias (56%), Andalucía (57%), Castilla-La Mancha (58%), Castilla y León (58%) y Murcia (58%).
El 76% de los lectores leen algún contenido en formato digital
El formato digital está expandiendo sus tentáculos. El 76% de los españoles que tienen más de catorce años leen algún tipo de contenido en soporte digital. Esta cifra representa hasta 18 puntos más que en 2012. Y aunque la proporción de libros digitales es muy inferior a la de contenidos de prensa y redes sociales, esta ha crecido de manera muy significativa en los últimos años. Pasando, por ejemplo, de un 12% a un 27% en cinco años.
Así, como decíamos, lo que más leen los usuarios en formato digital son contenidos en redes sociales (57%), seguidas de webs, blogs y foros (50%) y periódicos (41,5%). Los libros juegan en una segunda división, con un 27%). Y en tercera se encuentran las revistas (7,5%) y los cómics (2,0%).
En cuanto al soporte preferido, el 50% de los lectores en digital suelen hacerlo desde el ordenador. Aunque en una segunda posición están las tabletas (32%), mucho más cómodas para llevar a todas partes, y los móviles, que aunque tienen un formato menos agradable para la vista, lo eligen un 20% de los lectores.
Hay que indicar, eso sí, que una gran mayoría de usuarios se descarga estos libros de manera gratuita a través de Internet (64%). De hecho, existen infinidad de opciones para bajarse libros gratis, desde bases de datos con libros clásicos. El 47% de los lectores en formato digital cuentan que se los consiguen amigos y familiares y se los transmiten a través de USB, CD o e-mail. El 29,5%, un grupo minoritario, se los baja y se los descarga pagando por Internet.
En cualquier caso, los lectores digitales son los más intensivos. Estos se apuntan una media de 16,7 libros al año, frente a los 11,6 de los lectores se han quedado únicamente en el papel.
¿El futuro está en los niños?
Si bien algunos datos pueden hacernos caer en el pesimismo, una vez más, son los niños los que nos muestran el camino a seguir. El estudio de la Federación de Gremios de Editores de España revela que el 82,7% de los menores de 6 años tienen acceso a los libros habitualmente. Y que el 85,5% de los que tienen entre 6 y 9 años también lo hacen, con un porcentaje que suma más de cuatro horas a la semana.
Las cifras se incrementan entre el público adolescente. Porque según esta encuesta, prácticamente la totalidad de encuestados tiene acceso a la lectura, y además, la mayoría se acercan a ella a través de los libros. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la proporción de lectores adolescentes en su tiempo libre se reduce a partir de los 15 años.
Algo sucede a medida que crecemos que hace que nos alejemos de los libros. Quizá, al igual que hace en el Principito de Saint-Exupéry, no nos iría nada mal si rebuscáramos un poco en el niño que alguna vez fuimos y no perdiéramos las buenas costumbres. Nos haría bien.
