Desde que tenemos las pantallas más a mano, nuestra manera de acercarnos a la actualidad ha cambiado. Y mucho. El último informe de AIMC revela que los lectores de diarios en papel, por ejemplo, se han reducido a 9,6 millones. Lo que significa una enorme caída, desde los 16 millones que se registraban en 2008. Justo ahora hace diez años.
Los periódicos tradicionales – los del café y el papel – ya no son lo que eran. En una década los diarios de toda la vida han perdido 7 millones de lectores, que se dice pronto. También han perdido lectores los suplementos (pasando de 21,7 a 8,3 millones), las revistas (de 53,3 a 31,9 millones).
Se han reducido drásticamente los espectadores de cine, que han pasado de los 8,8 a los 3,8 millones. Y han caído, aunque sea ligeramente, los de televisión, de 88,5 a 83,3 millones. Aun así, la caja tonta sigue siendo el medio al que más ciudadanos acuden para informarse o entretenerse. De hecho, este medio ostenta un grado de penetración del 85,3%, un dato que se ha reducido mínimamente des de 2008, cuando este porcentaje era de un 88,8%.
El único medio que no ha perdido fuelle es Internet. Tal como refleja el informe, este medio no ha dejado de cosechar audiencia, hasta llegar hoy a los 76 millones. En 2008 el medio constaba de 29,9 millones de lectores. Hoy esta cifra se ha multiplicado por más de la mitad, en detrimento del papel y de los medios más tradicionales.
% porcentaje de individuos | Fuente: AIMC
¿Papel? Los jóvenes prefieren la pantalla. Los mayores también.
Estaba cantado. Los jóvenes han nacido con un smartphone bajo el brazo, así que no podemos pedirle peras al olmo. Los datos publicados por la AIMC revelan que los jóvenes de 14 a 19 años son los que leen menos periódicos en papel, con un porcentaje del 14%, frente al grupo de edad que sigue apostando por el diario de toda la vida, un 28,5% de las personas que tienen entre 55 y 64 años.
Estos son, junto a los de más de 65 años, los que menos se conectan a Internet para consultar las noticias. Hablamos de porcentajes del 72,5% y el 36,4%, pese a todo, todavía superiores a los datos que reflejan el derrumbe del papel. Sí, aunque no están tan habituados a las pantallas, los mayores también las prefieren frente al periódico tradicional.
La televisión sigue siendo la reina de los hogares
Probablemente la televisión sea el medio más democrático de todos. Los programas que se emiten son los que gustan a una gran mayoría, le pese a quien le pese. Y su audiencia también está muy igualada. No hay prácticamente distinciones entre hombres y mujeres, aunque son ellas las que se enganchan un poco más a esta pantalla.
Los más jóvenes son los que menos televisión ven. Aun así, un 79,4% de los que tienen entre 14 y 19 años reconoce que la ve. Pero los que de verdad eligen este medio para informarse de forma mayoritaria son los que tienen más de 65 años. Un aplastante 91,4% elige la televisión.
Lamentablemente, el cine es el medio que más crudo lo tiene. El porcentaje de usuarios que apuesta por este medio no supera el 8% de espectadores. Los que más cine ven son los jóvenes de entre 20 y 24 años, pero lo cierto es que el porcentaje va decayendo a medida que avanza la edad. Finalmente, los que menos apuestan por el cine son los mayores de 65 años: solo un 1,6% de ellos acuden a él.
Evolución del uso de Internet | Fuente: AIMC
Internet, un medio que no para de crecer
En los últimos diez años, la evolución de Internet como medio ha sido espectacular. Si bien el incremento se está notando desde los últimos veinte, la cantidad de usuarios que accedía normalmente a Internet en 2008 poco tiene que ver con los usuarios que hoy se conectan. Así, de los 9,9 millones que se conectaban entonces, hoy hemos pasado a 30. Siendo este, con permiso de la poderosa televisión, el medio al que más españoles acuden.
Los sitios más visitados, con diferencia, son Youtube, El País, Twitter, Marca, Loteríasyapuestas.es, As o La Vanguardia. Medios que permiten a los usuarios informarse y entretenerse al mismo tiempo. Y que a menudo son sustitutos de otros medios, como el papel, lógicamente, o el cine, cuya cuota de espectadores se encuentra en estos momentos bajo mínimos.
