Dicen que quieren proteger a los niños. Y por ello, quieren impulsar un filtro de pago para ver porno en el portátil. Como lo lees. El ideólogo de todo esto es un hombre llamado Chris Sevier, cuyo nombre puede sonarte. En su día se le negó tres veces la posibilidad de casarse con su ordenador portátil.
A esta historia surrealista hay que sumarle ahora la nueva cruzada personal de este hombre. Si en un momento de su vida (bueno, tres) quiso unirse en matrimonio con su portátil, ahora está dispuesto a todo lo contrario. Y es que quiere liderar un movimiento para una nueva legislación que grave a los usuarios que quieran ver porno desde sus portátiles o dispositivos conectados.
Y no es la primera vez que una idea de estas características lucha por hacerse un hueco. Se han detectado infinidad de propuestas, por lo menos veinte, en las que se impulsan ideas parecidas. De momento no hay ninguna de estas propuestas de ley que haya pasado los filtros necesarios para aplicarse en ninguno de los estados americanos.
La propuesta es bastante clara. Quieren proteger a los niños del porno que circula por la red y por ello, apuestan por un filtro. Así, aquellos usuarios que de verdad quisieran ver porno, tendrían que pagar para eliminarlo. Y tendrían que hacerlo para cada uno de sus dispositivos desde los que quisieran conectarse para ver este tipo de contenidos. A algunos, ciertamente, el desbloqueo podría salirles por un pico.
En contra del filtro de pago para ver porno
La han bautizado como «Elizabeth Smart Law» o la Ley Inteligente de Elizabeth y quiere proteger a los pequeños de la pornografía. El caso es que la propia Elizabet Smart, víctima de un sonado secuestro y activista de la seguridad de los niños, ha demandado a este hombre por usar su nombre para su ley ficticia.
De hecho, ni tan siquiera las organizaciones que se encargan de proteger a los niños y que luchan contra la explotación sexual apoyan este tipo de leyes. La ACLU o el National Center on Sexual Exploitation no apoyan este tipo de iniciativas. De hecho, este último ha tenido que solicitar a este hombre que deje de indicar que apoyan su tesis.
Chris Sevier es, sin lugar a dudas, un caso de lo más extraño. Hace apenas cinco años demandó a Apple por fabricar dispositivos que le mostraban pornografía. Licenciado en derecho, el hombre se representó a sí mismo en los tribunales, por ser incapaz de luchar contra este tipo de contenidos y su afición por acceder a ellos.
