Desde bebés, los niños sienten absoluta fijación por las pantallas. Están por todas partes, son luminosas y las tienen tan cerca, que a veces puede ser casi imposible resistirse. Aunque son muchos los expertos que han recomendado que el uso de este tipo de pantallas en niños pequeños debe limitarse (y evidentemente, así es), el móvil también es un lugar apto para determinadas actividades con ellos.
Existen infinidad de aplicaciones educativas, algunas de muy buena calidad. Y también existe la posibilidad de bucear en la galería fotográfica del equipo. Dado que ahora todas nuestras fotos están ahí, el móvil convertirse en un buen recurso – sobre todo en los más peques – para trabajar los recuerdos y la expresión oral.
Sí, lo ideal es acompañar a los niños y niñas en el uso del teléfono móvil. Pero a veces se da la circunstancia de que tenemos que atender otra cosa. Y hemos de tenerlos unos minutos fuera de nuestra vista. Cuando son más mayores, también pueden hacer uso del teléfono y pasar un tiempo sin que estar todo el rato pendientes. Por eso es tan importante proteger añadir protección al teléfono.
1. Bloquea la pantalla
Lo más probable es que en cualquier descuido, tu hijo intente coger el teléfono de vez en cuando. O siempre que tenga la oportunidad. Si estás haciendo cosas, puede que no te des cuenta, y el pequeño haya accedido ya, no solo a los juegos que más le gustan, sino también a tu agenda de teléfonos. O a tus conversaciones de WhatsApp.
Lo más básico, y ya no solo para dejar protegido el teléfono, es bloquear la pantalla del teléfono. De este modo, nadie más que tú podrá acceder al dispositivo. Si tu equipo tiene sensor de huellas dactilares, no tendrás que preocuparte por nada, porque solo tu huella podrá desbloquearlo.
Si no es así, activa lo antes posible un patrón o un código. En un dispositivo con Android, accede a la sección Ajustes > Pantalla > Bloqueo de pantalla. Aquí podrás elegir distintas opciones. Descarta el Deslizamiento, porque tus hijos pronto aprenderán que basta con pasar el dedo por la pantalla para acceder a toda la diversión.
Los sistemas de bloqueo más habituales son el Patrón, el PIN o la contraseña. Asegúrate de elegir uno que solo conozcas tú y que tu hijo no pueda aprenderse. ¡No subestimes su capacidad de observación!
2. Activa el modo restringido en YouTube
Seguramente, YouTube será una de sus aplicaciones favoritas. En ella pueden acceder a prácticamente todo lo que existe. Desde un capítulo de Ben & Holly hasta un divertido vídeo de un monito haciendo piruetas. Verás que pronto aprenden a conectarse a la famosa plataforma de vídeos.
¿Sabías que existe una manera de proteger tu aplicación de YouTube? Se trata del denominado «modo restringido», con el que puede limitarse el visionado de aquellos vídeos que los demás usuarios han marcado como no adecuados, o que incorporen contenidos explícitos.
Si bien hay que tener en cuenta que esto no es un sistema de control parental específico, este modo restringido no nos vendrá nada mal para el grueso de vídeos de YouTube que no son recomendables para los más peques. Para
Para ello hay que entrar en la aplicación de Youtube, Ajustes, General y activar el modo restringido. Como vemos no es una opción específica de control parental, pero suele ser suficiente. Accede a Cuenta > Ajustes > General y activa el Modo restringido. Recuerda que no es infalible, pero aun así puede servirte.
Al mismo tiempo, si quieres ver solo vídeos específicos para niños, lo mejor que puedes hacer es descargar YouTube Kids.
3. Protege las compras en la Play Store
Ya sabes que la Google Play Store es un inmenso mercadillo para hacer compras de todo tipo. Si a tus hijos se les va la mano y tienes tu tarjeta de crédito añadida al sistema, puede que a final de mes te encuentres con una sorpresa de proporciones inauditas. Por eso es importante que cada vez que vaya a efectuarse una compra, tengas activada la autenticación. Puede ser a través de un sistema de huellas dactilares.
Dirígete a la sección de Ajustes > Controles de usuario de la Play Store y pulsa sobre Pedir autenticación para realizar las compras. Aquí dentro tendrás la oportunidad de seleccionar Para todas las compras realizadas a través de Google Play en este dispositivo o Cada 30 minutos. Ten en cuenta, eso sí, que la autenticación es obligatoria siempre en las compras realizadas en Google Play de aplicaciones clasificadas como para menores de 12 años.
Además de tener protegidas las compras (con un código pin), te recomendamos activar el sistema de Control Parental. De este modo, podrás establecer restricciones de contenido para aplicaciones y juegos, películas y música. En este caso, tendrás que seleccionar el contenido que te interese y configurar un código PIN. Cuando lo hayas introducido, podrás acceder un límite para el control parental: PEGI 3, PEGI 7, PEGI 12, PEGI 16 y PEGI 18. Acto seguido, dale al botón de Guardar.
4. Crea un rincón infantil o un usuario para el niño
Algunos móviles admiten la configuración de una especie de rincón infantil o un usuario específico para el niño. Bucea en los Ajustes de tu dispositivo, sea de la marca que sea, para introducir este nuevo usuario o rincón infantil con funciones limitadas. De este modo, puedes estar seguro que tus hijos no accederán a contenido inadecuados y que no podrán manipular los archivos que tienes almacenados en la memoria de tu dispositivo.
Si no lo encuentras o prefieres usar otro sistema, puedes apostar por un launcher específico para niños. Te recomendamos uno como Luna Launcher, porque es súper fácil de instalar. Apenas ocupa espacio y resuelve con éxito el problema.
Todo lo que tienes que hacer es instalar la herramienta, crear un perfil para tu hijo y seleccionar qué aplicaciones quieres que vean. Al acceder a la pantalla de inicio, solo tendrán acceso a las aplicaciones que hayas marcado como aptas. Según la edad del niño, también te sugerirá apps para descargar directamente desde Google Play.
En cualquier caso, antes de dejar a un niño jugando con un juego determinado, te recomendamos echarle un vistazo un buen rato tú primero. A veces parecen juegos inofensivos, pero si son gratuitos, seguramente tendrán anuncios. Y algunos pueden no ser del todo aptos para niños. Revisa primero cómo es la experiencia de juego. Luego, decide.
5. Instala un buen antivirus
Esta es una recomendación de seguridad que no solo es interesante para mantener protegidos a los más pequeños frente a las amenazas que invaden Android. Hace apenas unos días, descubríamos un virus que se esconde en apps infantiles y muestra anuncios porno. Para evitar este tipo de circunstancias tan desagradables, conviene tener instalada una buena aplicación de antivirus en el dispositivo.
A estas alturas, prácticamente todas las casas de antivirus tienen ya una solución específica para móviles. G Data, por ejemplo, plantea G DATA Mobile Internet Security. Un antivirus por 16 euros mensuales con analizador de malware, control de apps y un guardián permanente para bloquear llamadas y SMS inoportunos.
Kaspersky, por ejemplo, ofrece distintas soluciones adaptadas a las necesidades de cada usuario. Y se incluye, por otra parte, una herramienta llamada Kaspersky Safe Kids, específica para controlar el uso que los niños hacen del teléfono móvil.