Por mucho que ficciones televisivas vengan a predecir el caos que puede suponer la irrupción de nueva tecnología en nuestras vidas (y sí, hablamos de Black Mirror) no podemos olvidarnos que también existe para hacernosla más facil. Mejor. Y no solo eso. Hay ocasiones en que la tecnología puede salvarnos la vida. Y no hablo de la medicina. Hablo de un simple dron. Un dron al que le deben la vida una pareja australiana, que a punto estuvo de no contarlo si no fuese por este pequeño robot volador.
¿Y si un dron te salvara la vida?
Gracias a la página de información tecnológica The Verge hemos conocido esta fascinante historia que podría haber acabado con dos personas fallecidas en las costas australianas. Sus socorristas se encuentran testeando nuevas formas de salvarles la vida a los despistados bañistas que se encuentran por esa zona. Y de qué manera han podido comprobar, de primera mano, que el sistema funciona. En la costa de Nueva Gales del Sur dos adolescentes fueron rescatados por un salvavidas hinchable, previamente expulsado por un dron que se encontraba justo encima de sus cabezas.
En el siguiente extracto puede verse el plano cenital desde el que vemos a la pareja de adolescentes y el salvavidas siendo arrojado hacia su dirección:
El jefe del equipo de socorristas, Jai Sheridan, asegura que en un par de minutos o tres fue capaz de pilotar el dron desde la base hasta donde estaban los adolescentes. Una vez los tuvo localizados, lo único que tuvo que hacer fue arrojar el gusano hinchable para que pudiesen salvar la vida. Un informe del gobierno ha declarado que el rescate tuvo lugar en tan solo 70 segundos. Si esto lo comparamos con los 6 minutos de media que suelen tardar los socorristas en salvar a una persona con el método tradicional, vemos que el avance es tremendo. Además, el gobierno asegura que se trata del primero rescate en el mundo con estas características.
Ahora solo toca esperar a que este nuevo sistema de rescate marítimo por drones siga evolucionando y llegando a más sitios. ¿Aunque, qué ocurrirá con los socorristas? ¿Estamos ante otro caso de amenaza de empleo por la robótica? Al menos, aquí prima el bien común.
