A pesar de la presión de la Unión Europea y distintos gobiernos del viejo continente, empresas tecnológicas como Google siguen haciendo uso de maniobras legales para ahorrar gran parte del pago de impuestos por sus operaciones fuera de Estados Unidos. Según informaciones de Bloomberg, durante 2016 Google se habría ahorrado la nada desdeñable cantidad de casi 2.000 millones de euros en impuestos. Un 7% más que en el año anterior.
Google emplearía dos estructuras, conocidas como «Double Irish» y «Dutch Sandwich», para evitar el pago de impuestos de la mayoría de sus beneficios internacionales. La operación consistiría en transferir los ingresos de una filial irlandesa a una empresa holandesa sin empleados, y luego a otra filial en las Bermudas propiedad de otra empresa registrada en Irlanda. La cantidad de dinero que Google movió a través de esta estructura de impuestos en 2016 fue un 7 por ciento más alta que la del año anterior. Todo ello, según lo registrado por la empresa en la Cámara de Comercio neerlandesa con fecha 22 de diciembre.
Google y las maniobras legales para dejar de pagar 2.000 millones de euros
Google está bajo la presión de reguladores y autoridades de todo el mundo por no pagar suficientes impuestos. El año pasado, la empresa logró escapar de una multa del fisco francés de 1.120 millones de euros después de que un tribunal dictaminara que su filial irlandesa, que recauda ingresos por los anuncios que la empresa vende en Francia, no tenía una base permanente en el país. La Unión Europea ha estado explorando formas de hacer que las compañías tecnológicas estadounidenses paguen más en sus negocios en Europa.
Lo cierto es que Google habría ahorrado en impuestos cerca de 2.000 millones de euros durante 2016.
Así funcionaría el conglomerado de Google
Los de Mountain View recogen la mayor parte de los ingresos publicitarios internacionales de la empresa y transfieren ese dinero a la filial holandesa «Google Netherlands Holdings BV». Se trata de una subsidiaria de la firma en Singapur que recauda la mayor parte de los ingresos de la empresa en la región de Asia y el Pacífico.
La compañía holandesa luego transfiere este dinero a «Google Ireland Holdings Unlimited», que tiene el derecho de licenciar la propiedad intelectual del gigante fuera de los Estados Unidos. Esa compañía tiene su sede en las Bermudas, un país exento al impuesto sobre la renta corporativa. El uso de las dos entidades irlandesas es lo que da a la estructura su apodo «Double Irish» y el uso de la filial neerlandesa como conducto entre las dos empresas irlandesas es el «Dutch Sandwich».
Estados Unidos reforma la ley
Durante años, la ley tributaria estadounidense ha dado a las compañías del país un incentivo para mantener sus ganancias en el extranjero. Básicamente, les ha estado permitiendo diferir los impuestos estadounidenses hasta devolver esas ganancias. Lo cierto es que esto cambia este año. La ley tributaria estadounidense aprobada el mes pasado exigirá que las compañías paguen impuestos sobre los ingresos en el extranjero que han acumulado hasta la fecha a una de dos tasas. Un 15.5 por ciento para los ingresos mantenidos en efectivo o equivalentes de efectivo y 8 por ciento para los activos menos líquidos.
En el futuro, las compañías estadounidenses como Google que pagan tasas efectivas de impuestos globales relativamente bajas, una señal de que estarían usando paraísos fiscales, pagarían un impuesto mínimo en Estados Unidos. Ese nuevo impuesto, que comienza a una tasa del 10.5 por ciento, no se aplicaría en los casos en que la tasa efectiva de impuestos global de una empresa sea del 13.125 por ciento o superior. La gran pregunta es: ¿conseguirá librarse Google de esta nueva ley?