Se llama Face ID y es una de las grandes novedades de iPhone X, el móvil del décimo aniversario. Que hoy llega a las tiendas de la mano de Apple. Este sistema no es otra cosa que un método de autenticación que viene a sustituir el Touch ID. A partir de ahora, en lugar de identificarnos a través de las huellas dactilares, podremos desbloquear el teléfono con nuestro rostro. Pero también realizar compras o confirmar pagos con Apple Pay.
En las últimas semanas, las polémicas no han tardado en saltar. Algunos dudan sobre la privacidad de este sistema. Pero Apple se ha apresurado en afirmar que la información que almacena sobre las caras se guarda de manera segura, bajo encriptación.
Hoy, Reuters publica que tras haberse hecho con el permiso de los usuarios, cabe la posibilidad de que Apple recabe y comparta ciertos datos faciales con los desarrolladores. Según este medio, esto incluiría la representación gráfica del rostro. Y unas 50 expresiones faciales distintas.
Cómo funciona Face ID de Apple y por qué preocupa a los expertos
Es como si tu cara fuera tu contraseña. Lo que hace Face ID a través del iPhone X es analizar más de 30.000 puntos invisibles de tu rostro. Y crear un mapa de profundidad detallado de la cara. En este caso la tuya. Esto lo consigue a través de un sistema bautizado como TrueDepth, basado en una cámara frontal y una infrarroja.
También se incluye una luz de apoyo y un proyector infrarrojo. ¿Y esto para qué sirve? Para ver en tres dimensiones, en lugar de dos. De este modo, se identifica mejor la profundidad del rostro. Y se calculan distancias y extensiones con respecto al tamaño de la nariz, la forma de la boca, la distancia entre los ojos, etcétera.
Al final, lo que resulta de todo esto es un modelo matemático de la cara. Y este código se usa como se ha usado durante todos estos años el sensor Touch ID. Que es el sensor de huellas dactilares. Apple proporciona a los programadores acceso a la API de Face ID. ¿Y esto para qué? Pues para que el usuario pueda usar este mecanismo de desbloqueo en todas las aplicaciones que usa habitualmente, incluyendo las de banca segura y pagos.
Apple proporcionaría información a los desarrolladores
Las últimas informaciones proporcionadas por Reuters, apuntan a la posibilidad de que Apple esté permitiendo a los desarrolladores obtener más datos de los que se indican en los permisos. Se trata, según este medio, de datos que no son esenciales para desbloquear el teléfono.
Indican, por otra parte, que el acuerdo de responsabilidad de Apple prohíbe a los desarrolladores compartir estos datos, extremadamente útiles, con empresas relacionadas con la publicidad y el marketing. Si se incumplieran las reglas, podrían ser expulsados de la App Store.
Y entonces, ¿por qué deberíamos preocuparnos?
Los grupos preocupados por la privacidad temen que Apple no sea capaz de controlar esta circunstancia. Creen que los desarrolladores podrían vender esta información sin que la compañía se enterara.
Esto, según Reuters, permitiría a los anunciantes apuntar de una manera más directa y certera a sus objetivos: los usuarios. Y para ello, podrían usar la información sobre sus reacciones faciales.
Las sonrisas, los enfados y otras muchas facciones capturadas por la cámara de Apple podría ser una mina de oro para los anunciantes. Algunos consideran que la advertencia de sacarlos fuera de la App Store puede ser muy disuasoria. Sin embargo, en la tienda de Apple hay más de dos millones de aplicaciones. Cualquier fuga podría pasar realmente inadvertida.
