El CEO y vicepresidente de Samsung Electronics, Kwon Oh-hyun, ha anunciado que abandonará todos los cargos que ostenta en la multinacional coreana en marzo de 2018. La noticia llega al mismo tiempo que la compañía vuelve a augurar unos resultados económicos récord durante el tercer trimestre, en la misma línea que los presentados en julio. Y es que ni las convulsiones internas en la compañía ni los problemas sufridos con el Note 7 parecen hacer mella en su excelente situación financiera. Tanto los lanzamientos del S8+ como el Note 8 han supuesto la constatación de que Samsung sigue estando en una posición privilegiada frente a sus rivales.
Crisis interna y externa
En una carta que ha remitido a los empleados de Samsung, Kwon explica que “no ha sido una decisión fácil, pero creo que no puedo posponerla más tiempo. Dado que confrontamos una crisis interna y externa sin precedentes, creo que ha llegado el momento de que la compañía comience de nuevo, con un nuevo espíritu y un liderazgo joven que responda mejor a los retos”.
La crisis que menciona Kwon en su escrito alude al encarcelamiento de Lee Jae-yong, nieto del fundador de Samsung y líder de la compañía. El pasado mes de agosto, el heredero del imperio Samsung fue declarado culpable de los delitos de soborno y malversación de fondos. Desde este suceso, Kwon había tomado las riendas de la multinacional. Sin embargo, la decisión de renunciar a su cargo de CEO genera incertidumbre en el liderazgo del fabricante tecnológico, y apunta a una renovación profunda de la cúpula directiva.
“No hay palabras para describir lo orgulloso que me siento de haber ayudado a construir una de las compañías más valiosas del mundo”, continúa Kwon en su carta. “Hemos creado una compañía que cambia el modo en que las personas viven, trabajan y se comunican entre sí. Sin embargo, ahora se necesita un nuevo líder más que nunca”.
Previsiones extraordinarias para el tercer trimestre
Kwon, a punto de cumplir 65 años, se unió a Samsung Electronics en 1985. Desde su nombramiento como consejero delegado en 2012, la compañía ha experimentado un crecimiento espectacular. Su papel ha sido crucial para convertir a Samsung en el principal fabricante de chips de memoria del mundo.
La previsión de beneficios récord para el tercer trimestre de 2017 demuestra la capacidad de recuperación del gigante coreano tras el fracaso del Galaxy Note 7 en 2016. La división de Samsung Electronics estima que obtendrá alrededor de 14,5 billones de wones de beneficio (unos 10.812 millones de euros). Esta cifra es prácticamente el triple de los resultados del mismo periodo de 2016, según los informes de la multinacional. Además, los cálculos de Samsung anticipan una facturación de 62 billones de wones (unos 46.238 millones de euros), un 29,65 por ciento más que el año pasado.