El Gobierno de Cantabria pagó la friolera de 115.000 euros a Enrique Iglesias por hacer ocho publicaciones en sus redes sociales. El motivo no fue otro que publicitar el concierto que el cantante dio en Santander en los Campos de Sport del Sardinero el pasado 15 de julio, y que finalmente resultó ser un fiasco. Concretamente, según eldiario.es, se realizaron tres publicaciones en el Twitter del artista, tres en su Facebook y dos en su cuenta de Instagram entre el 16 y el 19 de julio.
Para justificar tal cantidad, el Gobierno ha comunicado que Enrique Iglesias cuenta con 70 millones de seguidores, y que el alcance logrado a través de estos perfiles fue muy amplio. Sin embargo, la Sociedad Año Jubilar Lebaniego, la empresa pública que está detrás de este evento, supera en la actualidad los 200.000 euros en pérdidas. Eso sin contar los gastos de los conciertos de Enrique Iglesias y Jean Michel Jarre, dos de las actuaciones más importantes del Año Jubilar. El gobierno cántabro se habría negado a desvelar la cantidad al estar sujeta, según han manifestado, «a una cláusula de confidencialidad».
Gracias Santander!!!!! pic.twitter.com/H6UnqjzrvJ
— Enrique Iglesias (@enriqueiglesias) July 16, 2017
¿Dinero público o privado?
Por su parte, el máximo responsable de la Consejería de Turismo, Francisco Martín, y el presidente de la comunidad autónoma, Miguel íngel Revilla, han comentado en varias ocasiones que los conciertos no han supuesto ni un euro de dinero publico. Según han comunicado, han sido sufragados por patrocinios privados. Lo cierto es que la empresa pública dependiente de la Consejería de Turismo habría realizado ocho transferencias opacas a la productora responsable de los dos conciertos: Cantabria Internacional Events. Esta compañía nació pocos meses antes de las actuaciones con el capital mínimo que exige la ley, 3.000 euros.
Antes estos hechos, la oposición registró en el Parlamento de Cantabria una petición al Gobierno para reclamar la documentación de lo acontecido dentro de esta campaña, contratada con esta empresa pública creada para la ocasión. La información ha sido remitida esta semana a la Cámara. Caro ha salido un concierto que además no fue del agrado del público presente. El espectáculo comenzó con media hora de retraso y duró menos de lo esperado. Además, Enrique Iglesias no salió ni a despedirse, algo que provocó el enfado de los asistentes y una sonora pitada.
