Vamos a hacerte una pregunta. Una de las 48 que se hicieron a los 47 participantes de este estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad Brigham Young, ubicada en Provo (Utah). ¿Es para ti Facebook una fuente de estrés? Los expertos querían conocer, en realidad, qué tipo de gente se conecta a esta red social. Cómo són y qué hacen en ella.
Les ha servido para determinar los perfiles de usuarios que cohabitan en Facebook. Saber con quién te cruzas todos los días en las redes. Y saber quién eres tú y en cuál de los cuatro perfiles detectados podrías encontrarte.
Para sacar el estudio adelante, hicieron entrevistas a casi 50 participantes. A los que luego entrevistaron con más profundidad. Las conclusiones son sencillas. Las redes sociales forman parte de nuestras vidas. No nos preguntamos cómo las usamos, pero está claro que existen determinados perfiles claramente identificables.
Un total de cuatro. ¿Puede que estés en alguno de ellos? Ya te respondemos nosotros: lo más probable es que sí.
1. Los que construyen relaciones de verdad
Para ellos, Facebook es una extensión más de su vida social real. Se relacionan con sus amigos y familiares de Facebook igual que lo harían en la realidad. Es por eso que allí comparten todo – absolutamente todo – lo que piensan y hacen.
Es probable que entre ellos estén los que promocionan su amor en Facebook mandándole mensajes íntimos a su pareja en los respectivos muros, pongan mensajes trascendentales sobre la encrucijada vital en la que se encuentran o que expongan a todo el mundo el plato de macarrones que se acaban de zampar.
Comparten contenidos con sus amigos más de cuatro veces al día. Contestan y participan en cada una de las publicaciones que aparecen en sus muros. Y en los de los demás. Está claro que en esto de las redes, no tienen rival.
2. Los que están porque tienen que estar
Ellos no están aquí porque en realidad les interese. Qué va. Lo que les ocurre a estos usuarios es que creen que deben estar en Facebook porque no les queda otra. Prácticamente porque es una obligación social moderna. Como brindar o dar la mano a los demás. Una convención social. De hecho, puede que ni tan siquiera tengan una foto de perfil.
En realidad, lo que probablemente les ocurre es que estén encantados viendo los perfiles de los demás. Y no quieren renunciar a seguir estando, solo porque a menudo quieren asomarse a las vidas de los demás. Antiguamente se los llamaba cotillas a secas.
3. Los pregoneros
No comparten nada sobre su vida privada. Se dedican, pura y llanamente, a pregonar noticias. Tienen algo dentro que les pide compartir todo aquello que sucede en el mundo.
¿Y qué pasa con las cosas personales? No es que para ellos no sean importantes. Nada más lejos de la realidad. Lo que ocurre es que las relaciones personales – con sus familiares y amigos son mucho más relevantes que eso -. Para ellos reservan las relaciones e interacciones de verdad.
Tienen la misma foto de perfil que hace dos años. Pero comparten. Comparten como si no hubiera un mañana todas las noticias y artículos que les parecen interesantes. Ese es su único cometido en Facebook.
4. Los egocéntricos amantes del selfie
En realidad no buscan interacciones. No quieren mejorar sus relaciones personales. Solo usan Facebook para autopromocionarse. Suben selfies continuamente y viven por y para las notificaciones, los me gusta y los comentarios de los demás.
Por eso publican tantos selfies en Instagram como en Facebook. En realidad, las notificaciones y comentarios que reciben de cada una de sus publicaciones es aquello que les da vida. Son aquello que buscan, única y exclusivamente, con el fin de calmar su sed de protagonismo.
