Navegar por Internet ya es una acción que realizamos de manera rutinaria, casi sin darnos cuenta. Visitamos páginas, compramos, jugamos a juegos, vemos películas… de todo. Sin embargo, no tenemos que dejar que la costumbre nos haga relajarnos demasiado, debemos recordar que estamos conectados a una red con millones de personas más, y no todas con buenas intenciones. Por eso, conviene no olvidar nunca algunos aspectos relativos a nuestra seguridad mientras navegamos. Aquí te dejamos 10 consejos prácticos y útiles.
Comprueba tu barra de direcciones
Siempre que navegues, ten en cuenta la barra de direcciones de tu navegador. Es una herramienta que te puede ayudar a saber el nivel de seguridad en que te encuentras. Si aparece un pequeño candado con la palabra «Es seguro», es lo ideal. Generalmente irá acompañado del protocolo «https://» antes de cada dirección. Cuando no se pueda garantizar esa seguridad y veamos un símbolo de exclamación, hay que estar alerta. No significa necesariamente que estemos en una página peligrosa, pero puede ser un primer indicio.
Controla los rastreos de información
Tanto o más que los virus, los rastreos de información pueden ser prácticas graves que afecten a nuestra privacidad. Por eso, es ideal tener descargado algún programa o extensión del estilo de Ghostery. Este programa detecta qué páginas realizan rastreos de información y cuáles no. De esta manera, puedes hacer selección del tipo de sitios que prefieres visitar.
Si utilizamos Firefox, este navegador ya tiene una función integrada llamada No rastrear. Esto no evita, al igual que en el caso de Ghostery, que de hecho realicen el rastreo. Eso sí, envía un mensaje a las páginas donde deja claro que no estás de acuerdo con esas prácticas. En algunos casos, las empresas sí respetan la petición y dejan de hacerlo.
No hagas click en los banners de publicidad
Es cierto que muchas veces nos lo ponen bastante difícil, porque esconden los botones para cerrar la ventana, o son banners que nos persiguen. De cualquier manera, no hagas click: en el 90% de los casos te van a llevar a páginas de dudosa seguridad y contenido. Incluso si de verdad te interesa casarte con una rusa, utiliza otros medios y no pongas en peligro tu equipo.
Mejor PayPal que tarjeta
Siempre que tengas la posibilidad, mucho mejor utilizar PayPal que tu tarjeta. Este sistema protegerá los datos de tu cuenta corriente o tarjeta de crédito, y de lo único que tendrás que estar seguro es de que tu contraseña sea segura, lo que nos lleva al siguiente punto.
No repetir contraseñas
Sabemos que son muchas las contraseñas que tenemos que acumular en Internet. Redes sociales, distintas cuentas de correo, bancos y mil más. Sin embargo, no cedas ante la pereza, y especialmente en herramientas como PayPal o el banco, utiliza contraseñas específicas que no tengan nada que ver con las que generalmente usas. Repetir demasiado las contraseñas multiplica el daño potencial que puede hacer un hacker solo entrando en una de nuestras cuentas: lo primero que hará será probar esa misma cuenta para el resto de nuestras redes sociales o cuentas asociadas.
Usa sesión privada en ordenadores públicos
Bibliotecas, locutorios o simplemente casas de amigos, no olvides utilizar siempre una sesión privada. Estas sesiones se caracterizan porque no guardan los nombres ni las contraseñas de los lugares que visitemos, además de borrarse nuestras visitas del historial. Aún con todo, asegúrate de cerrar tu sesión de correo, Facebook o lo que hayas estado mirando.
Compra o descarga siempre en páginas oficiales
A la hora de hacer compras online, es fácil dejarnos arrastrar por ofertas de productos realmente baratos. Pero, por lo general, la ganga esconde la trampa. Por ejemplo, si quieres unas gafas Ray Ban, busca la página oficial de la marca u otras páginas de venta de gafas que sean oficiales. Para estos casos, comprobar la barra de direcciones del navegador puede ser de gran ayuda (primer consejo).
Borra regularmente las cookies y la memoria caché
Cuanto más navegamos por la red, más acumulamos cookies y archivos temporales en nuestro ordenador. Esto, en última instancia, es basura informática que nuestro navegador va guardando. Con cierta regularidad, es bueno pasarse por la sección Historial de nuestro navegador y dirigirse al menú Borrar datos de navegación. Allí tendremos la posibilidad de eliminar las cookies y los archivos almacenados en la memoria caché. Hacerlo una vez cada mes es una rápida práctica que mantendrá nuestro navegador saneado.
Fíate de tu cortafuegos o antivirus
Si usas un cortafuego o antivirus y recibes un aviso antes de entrar en alguna página, síguelo. Puede haber casos en que estos programas se equivoquen, pero no suele ocurrir. Por ello, si tu programa te dice que no debes visitar cierto sitio, no lo hagas. Nada de apagar el antivirus para entrar, por muy interesante que te parezca el contenido. Lo más probable es que lo acabes lamentando.
Si no la estás usando, tapa la cámara del portátil
La famosa foto de Matt Zuckerberg en la que se veía la cámara de su portátil tapada por una pegatina dio la vuelta al mundo en su momento. Sin duda puede sonar un poco paranoico, es verdad, pero, ¿acaso no es una amenaza posible? Un troyano puede perfectamente conectar la cámara de nuestro ordenador, y grabarnos en nuestra intimidad.
Las probabilidades reales puede que sean pocas, especialmente si no somos una celebridad, sin embargo, no cuesta nada enterrar esa duda. No haremos daño al terminal, y en el fondo, el uso que le damos a la cámara del portátil es nulo o muy limitado. Hoy en día la videoconferencia a través del móvil es mucho más común. En cualquier caso, podemos levantar la pegatina para usar la cámara y luego volverla a usar. Luego no digáis que no os avisamos.
Siguiendo todos estos consejos y estando siempre alerta, navegar por la red será un paseo en barca. Los peligros para nuestra seguridad están diseminados por la red en forma de pequeñas amenazas, pequeños rastreos o descargas poco fiables. Hay que poner una pizca de desconfianza en nuestra vida como internautas, y así llegaremos al final del día satisfechos y seguros.