Un hombre es condenado a muerte después de blasfemar en Facebook

Blasfemar contra Mahoma en redes sociales es un castigo con pena de muerte en Pakistán. Y es que ya existe una sentencia firme contra un condenado por tales hechos. Al parecer, es el resultado de la campaña anti disidencia que ha llevado a cabo el «juzgado de anti terrorismo» pakistaní­. Es la sentencia por blasfemias en Internet más dura hasta la fecha en aquél paí­s.

Taimoor Raza, de 30 años, ha sido declarado culpable de blasfemia por el juzgado de Bahawalpur al insultar al profeta Mahoma en Facebook. Fue detenido el año pasado, junto a otras 14 personas, tras participar en un debate sobre el Islam en la red social Facebook. En el debate se enfrentó a otro usuario que resultó ser un agente secreto contra el terrorismo. La campaña anti terrorista de Pakistán se ha volcado en la persecución de blasfemos y disidentes en las redes sociales.

Las redes sociales, el nuevo campo de batalla

Según el rotativo The Guardian, las redes sociales se han convertido en un nuevo campo de batalla para las leyes pakistaní­es. Tras vetar temporalmente Facebook, Twitter y también YouTube, Pakí­stán está solicitando a sus responsables la ayuda necesaria para encontrar a quienes publiquen blasfemias y contenidos contrarios al Islam en sus perfiles. También están llevando a cabo campañas de denuncia entre ciudadanos.

Los defensores de los Derechos Humanos están poniendo el punto de atención sobre el peligro que conllevan las falsas denuncias de blasfemia en redes sociales. La forma en las que se aplican las leyes pakistaní­es en estos casos, hace que sean la herramienta perfecta para llevar a cabo venganzas personales. Todo ello sin reprochar o castigar las falsas acusaciones. Y en un terreno, como es el tecnológico, en el que los juzgados pakistaní­es no tienen experiencia.

Facebook blasfemias

Y en España ¿se puede blasfemar?

Las leyes españolas defienden la libertad de expresión. Sin embargo, las redes sociales han sido protagonistas en casos en los que unos chistes han acabado en los juzgados. La tuitera Cassandra fue condenada por un delito de humillación a las ví­ctimas del terrorismo tras publicar varios mensajes en Twitter con chistes sobre la muerte de Carrero Blanco. Y no ha sido la única.  El concejal de Ahora Madrid, Guillermo Zapata, también pasó por los juzgados en varias ocasiones por el mismo motivo.

Y es que existen otras leyes, además de la de Libertad de Expresión, con las que hay que lidiar. Más aún ahora cuando los juzgados tienen en cuenta las redes sociales como una extensión de la vida real. Un entorno donde hay que seguir defendiendo los derechos individuales.

Desde luego no es posible comparar las leyes y los delitos de uno y otro paí­s. Pero sí­ es notable cómo la presencia y uso de las redes sociales están creando toda clase de situaciones y conflictos que deben de ser regulados. ¿Es lo mismo blasfemar ante personas reales que ante perfiles? ¿Se puede decir todo lo que se piensa en una red social? El debate está abierto.

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