La semana pasada todos nos quedamos con la boca abierta. Primero con el ataque perpetrado contra Telefónica. Después al conocer la noticia de que se había extendido ya a nivel mundial. Decenas de miles de empresas de todo el mundo se vieron afectadas por WannaCry. Un ataque de ransomware que secuestró información confidencial.
Los presuntos responsables del ataque son de origen ruso. Son conocidos mundialmente como los Shadow Brokers. Y ahora amenazan con más.
Antes de perpetrarlo, publicaron en Twitter diferentes mensajes en los que se podían intuir sus intenciones. Afirman, además, que el pasado mes de abril robaron una «arma cibernética» de la NSA, la Agencia de Seguridad Nacional estadounidense.
Según ha informado The Guardian, la herramienta que habrían levantado a la NSA sería un programa llamado Eternal Blue. Un sistema para acceder a cualquier ordenador con Windows. La NSA podría usarlo para acceder a equipos de terroristas o de países con los que tiene algún tipo de conflicto.
Más ataques podría repetirse en junio
Después de haber puesto en jaque al mundo, los Shadow Brokers han emitido nuevos mensajes a través de las redes. Tienen un estilo de escritura descuidado, pero lo hacen de manera intencionada.
Se burlan de la NSA y de Microsoft, diciendo que la segunda está molesta con la primera porque no pagó para detener la vulnerabilidad.
Las amenazas, que estarían apuntando a junio, podrían ir dirigidas a dispositivos móviles y a ordenadores que funcionen con Windows 10. Parece que también podrían conseguir acceso a datos bancarios y a programas de armas nucleares y misiles en Rusia, China o Corea del Norte.
Si la NSA y el gobierno no hacen nada, sus relaciones con Microsoft podrían complicarse. Y es que según todas las hipótesis, lo que hay detrás de estos ataques es el firme propósito de seguir atacando a la compañía de Redmond.