La tensión alrededor de las empresa privadas de de chóferes en nuestro país va en aumento. El ambiente está caldeado, y no es un decir. En la madrugada de este martes, nueve coches de la empresa Cabify ardieron en una finca de Castiblanco de los Arroyos, Sevilla. Los coches venían de Madrid para dar soporte al servicio durante la Feria de Abril.
Calcinados en horas de descanso
Todo ocurrió en torno a las 2:30 de la madrugada. Diez coches se encontraban en la finca en horas de descanso. Los coches fueron encerrados en el recinto e incendiados, aunque sólo nueve de ellos ardieron. El décimo consiguió escapar ya que el conductor, que se encontraba dentro, estampó su coche contra la puerta, abriéndola y saliendo de allí.
No ha habido más personas afectadas ni heridas en el incidente. A través del Diario de Sevilla hemos podido acceder a un vídeo de la extinción del fuego:
Estos sucesos se producen en un marco de protestas del gremio de los taxis hacia estas empresas que se han alargado desde la semana pasada. Los taxistas consideran que su servicio supone una competencia desleal, ya que no tienen que pagar licencias tan altas y pueden permitirse rebajar los precios.
No es la primera vez que ocurren situaciones así. Ya se han repetido en los últimos años, dando lugar a enfrentamientos y quemas de coche, con hasta 27 taxistas investigados. Para este caso concreto, no hay sospechosos ni detenidos. La Guardia Civil se encuentra en proceso de búsqueda de huellas o pistas que puedan dirigir la investigación en una dirección u otra.
Con situaciones así, queda claro el serio problema que hay con este nuevo tipo de servicio, que requerirá algún tipo de regulación en el corto plazo. Hay que evitar que situaciones como éstas se repitan y puedan acabar de manera trágica con alguna víctima mortal.